C¨®mo los vapores del popper configuraron estereotipos sobre la masculinidad gay
Un libro de Adam Zmith relata c¨®mo se cre¨® esta droga y c¨®mo se convirti¨® en parte integral de la subcultura ¡®queer¡¯
Cuando uno inhala los vapores del nitrito de amilo, un l¨ªquido transparente, amarillento, muy vol¨¢til y de olor penetrante, siente calor, euforia, impulso de saltar, ganas irrefrenables de re¨ªr, cierta furia sexual desatada, unos fuertes latidos en el cr¨¢neo, como si todo fuera a estallar y no importase. Lo m¨¢s curioso es la corta duraci¨®n de sus efectos: en unos 45 segundos el mundo vuelve a la normalidad, como si nada hubiera pasado. Este compuesto qu¨ªmico, y otros similares, se conocen como popper, porque en tiempos pret¨¦ritos se expend¨ªan en unas ampollas de cristal que, al quebrarlas, hac¨ªan ¡°?pop!¡±.
El popper es una droga ilegal en Espa?a (se persigue la venta para el consumo), aunque legal en otros pa¨ªses, como Francia o Reino Unido (donde un diputado conservador, Crispin Blunt, confes¨® utilizarlo como alegato contra su prohibici¨®n). Tradicionalmente se ha vendido, en Internet o sex shops, con otros fines, como ambientador, quitaesmaltes o limpiador de cuero, comercializado en peque?os frascos con dise?os lis¨¦rgicos y nombres onomatop¨¦yicos, aunque la mayor parte de los usuarios lo utiliza con fines recreativos, por su capacidad euforizante y er¨®tica: en algunos de los anuncios hist¨®ricos de la sustancia se ve un hongo nuclear salir de un bote de popper, tal es la potencia que se le supone.
Aunque en ciertos lugares es considerada una droga blanda tiene sus peligros. ¡°Los efectos adversos producidos son enrojecimiento de la cara y el cuello, dolor de cabeza, n¨¢useas, v¨®mitos, aumento de la frecuencia cardiaca e hipotensi¨®n¡±, advierte el Plan Nacional sobre Drogas, ¡°los poppers crean tolerancia, lo que, unido a la breve duraci¨®n de sus efectos, lo convierte en una droga peligrosa, con un elevado riesgo de intoxicaci¨®n por sobredosis¡±. Algunas muertes se han registrado por la ingesti¨®n del nitrito: en ning¨²n caso se debe beber.
El l¨ªquido m¨¢gico fue descubierto en 1844 por el qu¨ªmico franc¨¦s Antoine-J¨¦r?me Balard y, por su car¨¢cter vasodilatador, fue primero utilizado en medicina para tratar dolencias como la angina de pecho o como ant¨ªdoto del cianuro. Luego lleg¨® el disloque hedonista: en los a?os setenta se vincul¨® con fuerza a las actividades eroticofestivas de la comunidad gay. En un periodo de doce meses entre 1975 y 1976 una farmacia londinense, Roland Chemist, vendi¨® unas 85.700 ampollas de nitrito. Por esos a?os, los reguladores del Reino Unido y los EE UU comenzaron a exigir una receta para obtener la sustancia, con la intenci¨®n de detener el uso ¡°il¨ªcito¡± de la droga. El popper, sin embargo, entr¨® en la rueda de la inversi¨®n, la publicidad y el consumo que las sociedades capitalistas iniciaron en la segunda mitad del siglo XX.
¡°En este punto, las empresas hab¨ªan comenzado a fabricar y promover los poppers como una droga recreativa¡±, cuenta el periodista Adam Zmith, autor del libro Inhalaci¨®n profunda. Historia del popper y futuros queer (Dos bigotes), ¡°esas empresas utilizaron im¨¢genes de hombres marimachos, masculinos y sexualizados en los anuncios, con grandes pectorales y barbas, adem¨¢s de marcas que connotaban virilidad y fuerza¡ lo que se supon¨ªa que eran caracter¨ªsticas deseables para los hombres homosexuales¡±.
As¨ª se vincul¨® el popper con la cultura gay para siempre, se consolidaron ciertas ideas estereot¨ªpicas sobre los hombres homosexuales, basadas en ciertas est¨¦ticas macarras y en los conceptos de poder y potencia (como en la imaginer¨ªa hipermasculinizada del dibujante Tom of Finland). ¡°La publicidad del popper es uno de los muchos elementos que se han utilizado para construir este ¡®hombre¡¯ ideal como el cuerpo gay deseable¡±. El nitrito tambi¨¦n fue acusado en su momento, a comienzos de la epidemia de SIDA de los 80, cuando no se conoc¨ªan bien las causas, de afectar al sistema inmunol¨®gico de los usuarios y ser causante de la enfermedad.
Zmith se dio cuenta hace un par de a?os de que, aunque el popper ocupaba un lugar importante en su vida sexual y en el de muchas personas queer, no sab¨ªa demasiado sobre la sustancia. Decidi¨® ponerse a investigar sobre c¨®mo el nitrito lleg¨® a convertirse en una droga y c¨®mo lleg¨® a ser una parte integral de la subcultura queer, que es lo que relata en su obra.
Tambi¨¦n analiza las m¨²ltiples apariciones del popper en la cultura popular (Zmith tiene una capacidad casi detectivesca para seguir los rastros menos evidentes que deja esta sustancia en la Historia) o en la vida de las celebrities. La modelo Kate Moss lo olisque¨® en alguna fiesta y era del gusto del presidente estadounidense J. F. Kennedy, por su vertiente sexual, seg¨²n cont¨® en sus memorias la que fue su becaria y su amante, Mimi Alford. La estrella de la serie Girls, Lena Duham, tambi¨¦n ha hablado alguna vez en p¨²blico de sus experiencias con el popper: dijo que le da mucha hambre y que una vez, despu¨¦s de su consumo, se comi¨® una tarta de queso entera.
?C¨®mo una droga cuyo efecto es tan corto, alrededor de 45 segundos, puede haber calado tanto? ¡°Algunos de nosotros solo necesitamos un empuj¨®n hacia una conexi¨®n sexual, con nosotros mismos o con los dem¨¢s, para sentir el potencial de nuestra sexualidad y nuestros cuerpos¡±, responde Smith, que tambi¨¦n es cr¨ªtico con las pol¨ªticas antidroga que persiguen el popper, y que muchas veces se han considerado hom¨®fobas por la comunidad LGTB. ¡°Las pol¨ªticas de drogas en la mayor¨ªa de los pa¨ªses no est¨¢n impulsadas por un an¨¢lisis justo y preciso de los da?os y placeres relativos, se ven influidas por las actitudes sociales, a menudo impulsadas por personas con puntos de vista moralistas¡±, dice el periodista, ¡°si los legisladores de EE UU, Espa?a o el Reino Unido tuvieran en cuenta la cantidad de da?os m¨¦dicos y sociales causados por el alcohol, deber¨ªan de prohibirlo, pero no lo hacen¡±.
En Espa?a el popper no es una droga de gran difusi¨®n. ¡°No es una sustancia demasiado extendida en el contexto de la fiesta, m¨¢s bien est¨¢ restringida a ambientes gais o fiestas de chemsex¡±, explica Claudio Vidal Gin¨¦, director estatal de Energy control, un programa de la asociaci¨®n Bienestar y Desarrollo (ABD), dedicado a la reducci¨®n de riesgos en el consumo de drogas. ¡°Aunque en los ¨²ltimos tiempos se ha registrado un aumento en su consumo, junto con otros inhalantes como el cloretilo o el ¨®xido nitroso¡±, a?ade el director.
Y si lo queer se opone a los estereotipos y a la estandarizaci¨®n de los cuerpos, tambi¨¦n se opone al prototipo de hombre homosexual que propuso la industria del popper, a lo homonormativo. ¡°Para m¨ª lo queer significa reconocer el potencial de tu cuerpo, sin la imposici¨®n de los est¨¢ndares de belleza de las industrias capitalistas o las actitudes fascistas de otros que dicen saber c¨®mo debe verse un cuerpo o c¨®mo debe sentirse el sexo¡±, concluye Zmith.
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