Los premios Tony apuestan por el cl¨¢sico ¡®Company¡¯ frente al musical experimental ¡®A Strange Loop¡¯

La 75? edici¨®n de los premios Tony, que destacan lo mejor de los teatros de Broadway, dej¨® anoche dos grandes ganadores: el extra?o y oscuro musical experimental A Strange Loop, sobre la alienaci¨®n de un hombre negro, obeso y gay en un mundo que es todo lo contrario, y la nueva reposici¨®n de Company, el cl¨¢sico de Stephen Sondheim de 1970 sobre la soledad y sus remedios. Pero no todos los ganadores aqu¨ª son iguales: A Strange Loop, una obra innegociablemente afroamericana que tras estrenarse en Chicago en 2020 se hab¨ªa convertido en el primer musical de la historia en ganar el Pulitzer sin pasar por Broadway (y el d¨¦cimo en hacerlo en general), estaba nominado a 11 premios y se llev¨® dos: mejor obra musical y mejor libreto para musical. Company, tres veces reestrenado en Broadway sin contar con esta, optaba a nueve. Gan¨® seis (mejor reposici¨®n, direcci¨®n, actor, actriz y dise?o esc¨¦nico). Si hac¨ªa falta un recordatorio de las dificultades que tiene esta comunidad para salir de su propio pasado y mirar hacia el frente, la gala celebrada en el Radio Music Hall de Manhattan ofreci¨® uno cristalino.

La tercera pata de la ceremonia, el teatro no musical, tuvo un campe¨®n indiscutible: The Lehman Trilogy, obra escrita por Stefano Massini y Ben Power y dirigida por Sam Mendes (American Beauty, 1917), que resume los 164 a?os de historia de Lehman Brothers para explicar su desplome en 2008, gan¨® ocho Tony, ir¨®nicamente, varios de ellos (obra, actor, director, dise?o esc¨¦nico, de la m¨ªtica Es Devlin) en las mismas categor¨ªas a las que opt¨®, sin ¨¦xito, a los Olivier cuando se estren¨® en el National Theatre de Londres en 2019. Hay que sumarle, adem¨¢s de varios t¨¦cnicos, mejor guion.

El choque entre el pasado y el presente, al que Broadway vuelve con frecuencia y tes¨®n burgueses, era especialmente inevitable este a?o. Era la primera ceremonia tras el par¨®n de la covid, que mantuvo los teatros cerrados hasta pr¨¢cticamente el pasado septiembre (la industria ha generado en estos meses beneficios de 845 millones de d¨®lares, en la temporada anterior fueron 1.800) y la gala deb¨ªa lanzar el mensaje de que el Broadway de siempre ha resistido a la pandemia. Tambi¨¦n eran los primeros premios tras la muerte, en noviembre, de Stephen Sondheim, el revolucionario compositor y letrista, una p¨¦rdida que la comunidad todav¨ªa no ha empezado a superar. Premiar su Company, una obra que ¨Ccomo casi todas las que llevan su firma¨C solo ha ganado prestigio con los a?os, ofrec¨ªa la posibilidad de un momento cat¨¢rquico necesario, una ¨²ltima celebraci¨®n. Pero esa decisi¨®n dejaba en la sombra al sobresaliente talento nuevo que pod¨ªa verse beneficiado por la visibilidad que regalan los premios. En la categor¨ªa de mejor actriz secundaria, por ejemplo, compet¨ªa por primera vez una mujer trans, L Morgan Lee por A Strange Loop. Gan¨® Company: la legendaria Patti LuPone, nada menos, se llev¨® su tercer Tony en 50 a?os de carrera, el segundo por un papel vinculado al maestro Sondheim (tras Gypsy en 2008).

El apoyo del establishment a A Strange Loop, una obra dif¨ªcil y personal, financiada por asociaciones sin ¨¢nimo de lucro y escrita a lo largo de 20 a?os por un compositor, Michael R. Jackson, sumido en la precariedad, qued¨® pues registrado pero no afianzado. Habr¨ªa sido hist¨®rico que una historia autobiogr¨¢fica escrita por un hombre negro para espectadores negros, que bebe del Chitlin¡¯ Circuit (los teatros para afroamericanos que no pod¨ªan acudir al de los blancos) y suena a Joni Mitchell, hubiese ganado m¨¢s premios que dos justitos. La producci¨®n, expl¨ªcita y sin apenas trama (casi todo ocurre en la cabeza del protagonista), explora el bucle infernal de vivir aislado por un mundo racista y hom¨®fobo y cu¨¢nto se puede odiar a s¨ª mismo un individuo por ello.

En el n¨²mero final, por ejemplo, ese protagonista delira que toda su hom¨®foba familia se junta para cantarle que el sida es un castigo que Dios lanza a los maricones como ¨¦l. Le llaman traidor a su propia negritud por ver con ojos cr¨ªticos obras como El color p¨²rpura o 12 a?os de esclavitud y en el fondo ¨¦l asume que un poco lo es, pero porque siendo sinceros, los hombres blancos de la obra, monstruosos todos, a ¨¦l le despiertan una malsana envidia y, vistos a trav¨¦s de Grindr, incluso deseo. ¡°Lo escrib¨ª en una ¨¦poca en la que no sab¨ªa qu¨¦ hacer con mi vida. No sab¨ªa c¨®mo iba a tirar para adelante. Me sent¨ªa invisible. No escuchado. Malentendido. Solo quer¨ªa crearme un bote salvavidas para m¨ª mismo como hombre negro y gay¡±, explic¨® Jackson al recoger el premio al mejor libreto. La orquesta, por cierto, interrumpi¨® su discurso.

Hubo, sin embargo, notables toques de diversidad en la ceremonia. La presentadora fue Ariana DeBose, que gan¨® el Oscar por su papel de Anita en el West Side Story de Spielberg, la primera mujer queer de color en hacerlo. ¡°Me parece que la frase Great White Way [el Gran Camino Blanco, mote por el que se conoce Broadway] se est¨¢ quedando obsoleta¡±, observ¨®. Joaquina Kalukango obtuvo la mayor ovaci¨®n de la noche (y el Tony a mejor actriz de musical) al cantar el himno Let It Burn, del musical sobre la guerra civil estadounidense Paradise Square. Fue sin duda el momento m¨¢s celebrado en redes sociales, porque el homenaje a la adorada Angela Lansbury, que recib¨ªa el Tony por toda su carrera en las tablas, no fue televisado. La actriz, de 92 a?os, no asisti¨® a recoger el premio.

En la categor¨ªa de musical, A Strange Loop venci¨® a Six, una obra en forma de concierto de girl band cuyas componentes son las seis esposas de Enrique VIII; Mr. Saturday Night, adaptaci¨®n de Billy Crystal de una pel¨ªcula menor que ¨¦l mismo dirigi¨® y estren¨® en los noventa; la mencionada Paradise Square y los jukebox musicals MJ, y Girl From North Country, con canciones de Michael Jackson y Bob Dylan respectivamente. The Lehman Trilogy derrot¨® a las nuevas producciones Clyde¡¯s, de Linn Nottage; Hangmen, de Martin McDonagh, The Minutes, de Tracy Letts y Skeleton Crew, de Dominique Morrisseau.