Nico: princesa y m¨¢rtir
Su belleza fue su maldici¨®n. Cay¨® en la m¨²sica por casualidad, sin la preparaci¨®n m¨ªnima para sobrevivir
?En qu¨¦ se nota que te has convertido en artista de culto? F¨¢cil: cuando te han dedicado m¨¢s pel¨ªculas (documentales, biopics) y obras de teatro que discos editados durante tu vida. Incluso, puede que se hayan publicado m¨¢s libros sobre tu persona que discos propios. La paradoja: vende tu mitolog¨ªa, pero no tu obra.
Todo eso ocurre con Nico (1938-1988). El ¨²ltimo tomo salido al mercado es You Are Beautiful & You Are Alone. La biograf¨ªa de Nico (Contraediciones), de Jennifer Otter Bickerdike. La autora presume de que se trata del primer libro sobre Nico escrito con perspectiva de g¨¦nero aunque la verdad es que casi todas las pel¨ªculas y obras de teatro anteriores ven¨ªan firmadas por mujeres comprometidas.
Jennifer Otter Bickerdike entrevist¨® a m¨¢s de cien personas para su biograf¨ªa, aunque la mayor¨ªa repiten lo que hab¨ªan contado en proyectos anteriores y parecen empe?ados en pelear con los t¨®picos consolidados sobre Nico m¨¢s que en aportar visiones frescas. Es cierto que Nico fue v¨ªctima del edadismo, con periodistas masculinos (y, a veces, femeninos) que deploraban su deterioro f¨ªsico y se callaban sobre los efectos de su adicci¨®n a la hero¨ªna, entonces asunto todav¨ªa tab¨². El problema de Nico para cualquier bi¨®grafo es que ment¨ªa como una bellaca. Hablando de la Segunda Guerra Mundial, asegura que se negaba a ¡°lavarse con jab¨®n hecho de huesos humanos, a ponerse ropa confeccionada con pelo humano, a usar l¨¢mparas cuyas pantallas eran piel humana tatuada¡±. Es posible que todos esos horrores o similares se produjeran en alg¨²n campo de exterminio, pero las SS se cuidaban muy mucho de impedir que llegaran a los civiles alemanes.
?Importa eso? S¨ª, ya que Nico protagonizaba provocaciones como cantar el himno Deutschland ¨¹ber alles en la versi¨®n ¨ªntegra que emocionaba a los nazis. Y luego pon¨ªa cara de inocente y explicaba que ¡°?tiene una melod¨ªa tan bonita!¡±. Su supuesto odio a los jud¨ªos casa mal con sus relaciones ¨ªntimas con Bob Dylan o Lou Reed. La tantas veces repetida an¨¦cdota de que fue violada por un soldado afroamericano, posteriormente fusilado, cae por los suelos al no aparecer rastro de papel del juicio y la ejecuci¨®n.
Es muy probable que, reci¨¦n llegada a aquel nido de v¨ªboras que era la Factory, Nico se sintiera obligada a epatar a Andy Warhol y compa?¨ªa. Y eso que ten¨ªa mejor curr¨ªculo que los dem¨¢s: una notable carrera como modelo; un papel en La dolce vita, de Fellini; un hijo con Alain Delon. Atenci¨®n: el actor se neg¨® a reconocer al ni?o, conocido como Ari, que fue criado en Francia por sus propios padres, es decir, por sus abuelos paternos. Otter Bickerdike sabe, como el resto del mundo, que Delon era un mal bicho, pero sorprende que la autora no haya indagado m¨¢s en las causas de aquel rechazo. Aunque Delon solo tendr¨ªa que explicar que Nico era un peligro andante: cuando recuper¨® a Ari, su madre no tard¨® mucho en introducirle en el v¨¦rtigo de los opi¨¢ceos.
Lo cierto es que pocos salen indemnes de You Are Beautiful & You Are Alone. La biograf¨ªa de Nico. Ni la autora, que evita analizar la m¨²sica de Nico. Muchos de los miembros de su camarilla se convirtieron en sus groupies (masculinos), otros se apuntaron a su modesto modus operandi: con base en Manchester, recorr¨ªa locales de la Europa continental, cobrando cantidades m¨ªnimas y siempre con el temor a quedarse sin su medicina. Muy chungo. ?Excepciones? Quiz¨¢s John Cale, ex compa?ero en The Velvet Underground, generalmente dispuesto a funcionar como su productor discogr¨¢fico, aun sabiendo que no despachaba grandes cantidades de discos. Y almas c¨¢ndidas como Iggy Pop, en los a?os de los Stooges, todav¨ªa agradecido a Nico por ense?arle la t¨¦cnica del cunnilingus.
Y el final. Hab¨ªa pasado a la metadona, que le permit¨ªa una existencia m¨¢s tranquila. Retorn¨® a su querida Ibiza. Pedaleaba en su bicicleta cuando sufri¨® una insolaci¨®n y cay¨® desmayada. Quiz¨¢s podr¨ªa haber sobrevivido, pero fue rechazada en tres hospitales antes de ser acogida en un cuarto establecimiento, Can Misses, donde miraron sus brazos agujereados, decidieron que era una yonqui m¨¢s y que ya se le pasar¨ªa. Se equivocaron.
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