Rusia expolia los dos grandes museos de Jers¨®n
Antes de abandonar la ciudad ucrania, los ocupantes cargaron obras de gran valor en camiones y autobuses de manera organizada en direcci¨®n a Crimea
Antes de abandonar la ciudad ucrania de Jers¨®n, los ocupantes rusos cargaron obras de incalculable valor pertenecientes a los dos principales museos de la ciudad y, de forma organizada, se las llevaron en camiones y autobuses en direcci¨®n a Crimea. As¨ª lo ha contado a EL PA?S Alina Dotsenko, directora del Museo de Bellas Artes de Jers¨®n, uno de los dos centros expoliados. El otro es el Museo Provincial de la localidad.
Desde distintos lugares ocupados por las tropas rusas llegan historias semejantes que unas veces apuntan hacia la destrucci¨®n y otras hacia el expolio y otras inducen a pensar que tras la apariencia de lo primero puede esconderse lo segundo. ¡°Los rusos entraron en Jers¨®n el 1 de marzo. Vinieron al museo, pero inicialmente no tocaron nada. Les mentimos diciendo que nuestra colecci¨®n hab¨ªa sido evacuada y durante dos meses conseguimos mantenerlos a raya¡±, dice Dotsenko a EL PA?S por tel¨¦fono desde Kiev. ¡°Los rusos volvieron m¨¢s tarde, vestidos de civil, pero armados¡±, se?ala la directora, que esta semana emprende un viaje a Jers¨®n para revisar el estado del museo, una vez desminado.
¡°Al llegar las tropas rusas, el Museo de Bellas Artes estaba cerrado porque est¨¢bamos realizando unas obras de restauraci¨®n. Nuestra colecci¨®n estaba empaquetada y guardada en un dep¨®sito especial cerrado con llave, que se encontraba en el interior del edificio¡±, explica. ¡°El 4 de mayo me llamaron [las autoridades ocupantes] y me propusieron montar una exposici¨®n para el 9 de mayo con motivo del D¨ªa de la Victoria [el aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial]. Les expliqu¨¦ que el museo se hab¨ªa cerrado por reparaciones y que los objetos de nuestra colecci¨®n ya no estaban en ¨¦l. Tambi¨¦n les dije que no quer¨ªa relacionarme con las autoridades de ocupaci¨®n¡±, cuenta Dotsenko.
¡°Nos dijeron que ven¨ªan a liberarnos de los nacionalistas radicales y me preguntaron por qu¨¦ no segu¨ªa yo el ejemplo de mi colega, la directora del Museo Provincial, que les hab¨ªa entregado su colecci¨®n voluntariamente, y adem¨¢s les hab¨ªa recibido con un ramo de flores¡±, prosigue.
¡°Alegando que yo hablaba de forma irrespetuosa con las autoridades que iban a estar aqu¨ª para siempre, me citaron al d¨ªa siguiente en la Fiscal¨ªa. Yo sab¨ªa que eso significaba que me llevar¨ªan al s¨®tano, un lugar desde donde hab¨ªa peligro de salir flotando en el Dniepr¡±, explica Dotsenko.
Aquella noche la directora huy¨® de la ciudad y tres d¨ªas despu¨¦s lleg¨® a Kiev por accidentadas rutas. Su colega del Museo Provincial, la que ¡°recibi¨® con flores a los ocupantes¡±, ha desaparecido. Y tambi¨¦n han desaparecido tres personas de la plantilla del museo de Bellas Artes que, seg¨²n Dotsenko, habr¨ªan colaborado con los rusos y les habr¨ªan ayudado a acceder a la colecci¨®n.
¡°El 31 de octubre los primeros camiones aparecieron junto al Museo de Bellas Artes. Para entonces ya llevaban m¨¢s de una semana cargando la colecci¨®n del Museo Provincial, bajo la supervisi¨®n de su directora, que figura hoy como sospechosa en las investigaciones llevadas a cabo desde Kiev¡±, explica Dotsenko.
La operaci¨®n de carga desde el Museo de Bellas Artes a los camiones y autobuses se prolong¨® hasta el 4 de noviembre. Los veh¨ªculos no formaban una columna, sino que se iban marchando a medida que cargaban, cuenta.
De la colecci¨®n de 14.000 piezas catalogadas de museo de Bellas Artes de Jers¨®n, unas 10.000 han ido a parar al Museo Tavrida de Simfer¨®pol, seg¨²n confirm¨® el lunes su director, Andr¨¦i Malgu¨ªn, por tel¨¦fono desde la ciudad. ¡°Tenemos diez mil piezas y las estamos inventariando. El Ministerio de Cultura de Crimea dispuso que las guard¨¢ramos aqu¨ª hasta que nos digan¡±, dijo Malguin, seg¨²n el cual las obras est¨¢n en su museo para ¡°protegerlas¡± de las acciones b¨¦licas y han sido colocadas ¡°en la sala de conciertos, por ser el ¨²nico lugar suficientemente grande¡±. ¡°La colecci¨®n pertenece al Museo de Jers¨®n y se la devolveremos cuando nuestros superiores nos digan¡±, a?adi¨®. ¡°Nuestra tarea es que no se pierdan ni se estropeen. Las autoridades nos pidieron que las guard¨¢ramos y las guardaremos hasta que nos digan¡±, prosigui¨®. A la pregunta sobre si su devoluci¨®n al museo depende de si Jers¨®n est¨¢ bajo el control ruso o ucranio, Malgu¨ªn evadi¨® la respuesta y reiter¨® que har¨¢ ¡°lo que nos digan¡±. ¡°Nosotros no nos metemos en pol¨ªtica¡±, remat¨®.
¡°Esta es una p¨¦rdida enorme, porque estos museos [el de Bellas Artes y el Provincial de Jers¨®n] contaban la historia del sur de Ucrania ¡°, afirma Hana Mam¨®nova, periodista cultural que trabaja actualmente en la documentaci¨®n de los delitos de guerra, incluyendo delitos contra la cultura.
¡°La importancia del Museo de Bellas Artes de Jers¨®n es que destru¨ªa la narrativa propagand¨ªstica de Mosc¨², seg¨²n la cual el sur de Ucrania es solo ruso. En ese museo hab¨ªa piezas desde el siglo XVII hasta nuestros d¨ªas, entre ellas una colecci¨®n de iconos pintados en Ucrania, que en parte son todo lo que ha quedado de iglesias destruidas durante la ¨¦poca sovi¨¦tica¡±, afirma Mam¨®nova desde Kiev. Tambi¨¦n hab¨ªa obras de representantes del realismo ruso y del movimiento de los Peredvizhniki. El patrimonio del museo ten¨ªa lienzos de Ivan Aivazovski (1817-1900), Zinaida Serebriakova (1884-1967), Konstantin Makovski (1839-1915), Ivan Kramsk¨®i (1837-1887), Mikola Pimonenko (1862-1912) y Tatana Yabonskaia (1917-2005), entre otros.
Por su parte, la colecci¨®n del Museo Provincial de Hers¨®n ha sido trasladada al Museo de Herson¨¦s, en las inmediaciones de Sebastopol, en la anexionada Crimea, seg¨²n afirman fuentes muse¨ªsticas en Sebastopol y Kiev. De esta colecci¨®n es especialmente importante la parte arqueol¨®gica que documenta la historia del norte del Mar Negro, lugar de asentamiento de diversas civilizaciones antes de nuestra era, como los escitas y los griegos. Entre los objetos desaparecidos los hay que proceden de la ciudad de Olbia, que floreci¨® en la desembocadura del Dni¨¦per en el siglo VI antes de nuestra era y tambi¨¦n varias losas incrustadas del siglo XV procedentes de la fortaleza de B¨¦lgorod en el Di¨¦ster (cerca de Odesa).
Casos parecidos a los que se han producido en Jers¨®n parecen haber ocurrido tambi¨¦n en distintas zonas de Ucrania ocupadas por las tropas rusas. As¨ª, por ejemplo, el alcalde de Melit¨®pol denunci¨® el expolio del Museo Provincial, donde se guardaba oro de los escitas. Una de las grandes p¨¦rdidas para el patrimonio cultural de Ucrania es el museo dedicado al paisajista de origen griego Arjip Kuindzhi de Mari¨²pol, que se quem¨® en un bombardeo. Kuindzhi (1840-1910) fue un oriundo de aquella ciudad y uno de los m¨¢s importantes paisajistas de su ¨¦poca.
Babelia
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