Natalia Mill¨¢n, actriz: ¡°Todav¨ªa me da verg¨¹enza cuando me reconocen por la calle¡±
La int¨¦rprete ha regresado al teatro musical con la adaptaci¨®n de la pel¨ªcula ¡®Los chicos del coro¡¯
Hoy pocos lo recuerdan, pero antes de que los musicales se convirtieran en una poderosa industria, en Espa?a hubo una primera edad dorada del g¨¦nero que inaugur¨® en 1975 el m¨ªtico Jesucristo Superstar de Camilo Sesto. Ah¨ª estaba ya Natalia Mill¨¢n (Madrid, 53 a?os), protagonista de importantes ¨¦xitos de los ¨²ltimos a?os como Cabaret y Billy Elliot. Ahora representa en Madrid la adaptaci¨®n de la pel¨ªcula Los chicos del coro. Aunque conocida por el gran p¨²blico por su participaci¨®n en series como El s¨²per o Un paso adelante, ella confiesa que su sue?o siempre fue estar sobre un escenario.
Pregunta. ?C¨®mo recuerda aquella primera ¨¦poca de los musicales en Espa?a?
Respuesta. Efervescente. Hac¨ªamos dos funciones diarias y se llenaban los teatros. Yo debut¨¦ en 1982 como bailarina en My fair lady con Alberto Closas y ?ngela Carrasco y para m¨ª fue como un sue?o cumplido. Yo era jovenc¨ªsima, me tuvieron que dar permiso mis padres. Y dos a?os despu¨¦s consegu¨ª un papelito en Jesucristo Superstar. ?Imag¨ªnate qu¨¦ felicidad!
P. Aquel fue el gran pelotazo de aquellos a?os, ?no?
R. S¨ª¨ª¨ª¡ Primero lo estren¨® Camilo Sesto en 1975 y fue la locura. El m¨ªo lo protagoniz¨® Pablo Abraira y tampoco nos fue nada mal. Hicimos gira por Sudam¨¦rica incluso. La verdad es que aquellos fueron unos a?os muy intensos, ¨¦ramos todav¨ªa muy poquitos los que nos dedic¨¢bamos a esto, nos conoc¨ªamos todos y nos pas¨¢bamos la vida rotando de una producci¨®n a otra, con la mochila siempre al hombro de peregrinaci¨®n entre las clases de baile y los teatros. Hasta que de pronto dejaron de hacerse musicales y lleg¨® la sequ¨ªa total.
P. ?Qu¨¦ pas¨®?
R. Nunca he sabido por qu¨¦. Fue casi de un d¨ªa para otro. De repente, un desierto absoluto. Supongo que los productores decidieron apostar por otras cosas y los que hasta entonces viv¨ªamos de aquello tuvimos que buscarnos la vida en otra parte.
P. Tampoco le fue mal. Protagoniz¨® El s¨²per, que fue el primer culebr¨®n diario de la televisi¨®n nacional.
R. ?Fuimos pioneros! [Risas] Lo cierto es que a m¨ª no me gustaba nada el audiovisual, lo que yo quer¨ªa era estar sobre un escenario, pero entre que ya no hab¨ªa musicales y que acababa de ser madre, pues me dije: ¡°Nena, abramos abanico porque hay que sacar adelante a la familia¡±. As¨ª que me met¨ª en el circuito sin muchas ganas y, para mi sorpresa, me fue bien. Tuvimos much¨ªsimo ¨¦xito con El s¨²per, estuvimos casi cuatro a?os trabajando a destajo y aprend¨ª una barbaridad. Una serie diaria es muy exigente, quiz¨¢ no puedes hacer un trabajo muy fino, pero desarrollas unos reflejos que te sirven despu¨¦s para todo.
P. As¨ª que despu¨¦s de todo le cogi¨® gusto al audiovisual.
R. Tengo que reconocerlo, s¨ª. Luego lleg¨® Un paso adelante, otra serie a la que tengo much¨ªsimo cari?o y que me ha dado muchas alegr¨ªas. Lo que peor he llevado siempre es la exposici¨®n medi¨¢tica. Es una sensaci¨®n ambivalente. Yo soy muy t¨ªmida y todav¨ªa me da verg¨¹enza cuando me reconocen por la calle. Pero ser¨ªa muy desagradecido por mi parte despreciar el cari?o de la gente. Es maravilloso que personas de otros pa¨ªses que te han visto en El internado se acerquen a saludarte. O cuando espectadores que vienen a verme al teatro me dicen que cuando me ven se acuerdan de su madre o de su abuela porque ve¨ªan con ellas El s¨²per despu¨¦s del colegio.
P. Y ahora otra vez haciendo musicales. ?Qu¨¦ vueltas da la vida!
R. Muchas, muchas. ?Yo ya pensaba que no iba a hacer musicales nunca m¨¢s! Lo de ahora es brutal. Aparte de la cantidad de producciones y p¨²blico que hay, lo que m¨¢s me llama la atenci¨®n en este momento es el nivel de preparaci¨®n de los artistas. En los ¨²ltimos a?os se ha formado una generaci¨®n de bestias esc¨¦nicas que no hab¨ªa cuando yo empec¨¦. Ahora solo falta que en Espa?a empecemos a crear nuestros propios musicales. Ha habido algunos, claro, pero la mayor¨ªa son importados de EE UU o Reino Unido.
P. Trabaj¨® con ni?os en Billy Elliot y ahora de nuevo en Los chicos del coro. ?Qu¨¦ tal la experiencia?
R. Una maravilla. Es que los ni?os son los verdaderos artistas. Artistas puros. En realidad, los actores adultos lo que hacemos es intentar recuperar al ni?o que jugaba y que se cre¨ªa una historia y para el que no exist¨ªa nada m¨¢s que el aqu¨ª y ahora. Eso es lo que persigue cualquier t¨¦cnica teatral. As¨ª que aunque parece que nosotros somos los que les estamos ense?ando a actuar, qu¨¦ va¡ son ellos los que nos ense?an. Tambi¨¦n es verdad que los que participan en estas producciones son ni?os muy especiales, con una capacidad de trabajo y una sensibilidad y una pasi¨®n incre¨ªbles.
P. ?Le ha influido mucho la pel¨ªcula a la hora de abordar su personaje?
R. Siempre prefiero partir de cero. Evidentemente vi la pel¨ªcula cuando se estren¨®, pero ahora he preferido centrarme m¨¢s en lo que me iban dando los ensayos para construir el personaje a mi manera.
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