De Roc¨ªo Jurado o Prince a Shakira: 10 monumentos al despecho en forma de canci¨®n
La venganza musical de la colombiana contra Piqu¨¦ se suma a una larga lista de exitosos temas de desamor
La venganza musical de Shakira contra Piqu¨¦, perpetrada con toda alevos¨ªa y mala baba en los estudios del productor argentino BZRP (o Bizarrap), puede ser ingeniosa, divertida, mal¨¦vola, pol¨¦mica o desdichada, pero no innovadora. Los ¨ªdolos de la m¨²sica popular llevan muchos a?os sirviendo envenenados platos fr¨ªos contra sus antiguos amores. Lo resum¨ªa mejor que nadie un viejo ¨¦xito soul de los Persuaders, Thin Line Between Love and Hate (1971), que 12 a?os m¨¢s tarde sonaba a¨²n m¨¢s doliente en los labios de Chryssie Hynde, la l¨ªder de The Pretenders.
Lo que sigue es una selecci¨®n de 10 paradigmas del despecho transformado en ¨¦xito musical tarareable. El empe?o tiene vocaci¨®n representativa, no exhaustiva; y el orden es solo cronol¨®gico: el desamor escuece mucho, pero dif¨ªcilmente se puede cuantificar. Entre los infinitos descartes de ¨²ltima hora en el listado figura ¨Cperd¨®n por destripar una parte del misterio¨C el ubicuo Despech¨¢. M¨¢s que nada, porque no nos sal¨ªa muy clara la traducci¨®n de versos como ¡°Baj¨¦ con un flow nuevo de caja, baby, hacke¨¢¡± en el diccionario Rosal¨ªa/Espa?ol.
Los Amaya: Vete (1978)
Cuando el amor ha saltado por los aires, lo mejor es poner tierra de por medio. La rumba catalana sirvi¨® como imbatible hilo conductor para esta idea en pleno auge del sonido Ca?o Roto, el cine quinqui y dem¨¢s expresiones de cultura del extrarradio. Los hermanos Jos¨¦ y Delf¨ªn Amaya, gitanos de A Coru?a y Oviedo, deb¨ªan de estar muy escocidos con la destinataria de esta sucesi¨®n de puyas: ¡°Me has hecho da?o¡±, ¡°est¨¢s vac¨ªa¡±, ¡°disu¨¦lvete como espuma¡±¡ Por eso no solo no quer¨ªan ¡°verte con tus mentiras¡±, sino que, en un alarde sem¨¢ntico que probablemente no precisar¨ªa de diccionario de sin¨®nimos, la vituperaban como ¡°enga?adora, paquetera y embustera¡±. Lo pintoresco es que el sonido originalmente m¨¢s suburbial del d¨²o se dulcific¨® y alcanz¨® al gran p¨²blico gracias a la producci¨®n de Tony Ronald. S¨ª, s¨ª, el holand¨¦s de Help (Ay¨²dame).
Raffaella Carr¨¤: Lucas (1978)
Algunas cosas no pueden ser porque, adem¨¢s, son imposibles. La protagonista de esta historia acababa descubriendo con toda crudeza la veracidad del saber popular con un memorable giro de guion. Ella quer¨ªa al bello y rub¨ªsimo Lucas ¡°casi con locura¡±. Pero Lucas ¨Do Luca, en la versi¨®n original en italiano¨D ten¨ªa otras prioridades¡ ¡°Una tarde, desde mi ventana / le vi abrazado a un desconocido. / No s¨¦ qui¨¦n era, tal vez un viejo amigo / desde ese d¨ªa nunca m¨¢s le he vuelto a ver¡±. El clamoroso gui?o a la condici¨®n homosexual del anhelado novio no pod¨ªa pasarle inadvertido a nadie, por m¨¢s que la Carr¨¤ adoptase un tono de cierta candidez en la interpretaci¨®n. La RAI reaccion¨® censurando la canci¨®n (de aquella, no lo olvidemos, las relaciones entre personas del mismo sexo eran perseguidas judicialmente en medio mundo) y la comunidad LGTBI, aunque todav¨ªa no se llamaba as¨ª, abraz¨® a Raffaella como icono ya irrenunciable y perenne.
Roc¨ªo Jurado: Ese hombre (1979)
Ninguna canci¨®n de la chipionera hizo tanto para apuntalar su apelativo de La m¨¢s grande como este misil teledirigido contra un tiparraco que recibe la mayor salva de ep¨ªtetos de la historia de la m¨²sica popular en espa?ol (al menos, hasta Paquita la del Barrio, como veremos luego): ¡°Es un gran necio, un est¨²pido engre¨ªdo, ego¨ªsta y caprichoso. / Un payaso vanidoso, inconsciente y presumido. / Falso, enano, rencoroso, que no tiene coraz¨®n¡±. El m¨¦rito en el arte de cantar las cuarenta recae en el f¨¦rtil Manuel Alejandro, compositor de la inmensa mayor¨ªa de ¨¦xitos de la Jurado. En teor¨ªa, ten¨ªa en mente al marido de la tonadillera, Pedro Carrasco, cuando concibi¨® esa catarata de exabruptos (aunque la pareja no se separar¨ªa hasta una d¨¦cada despu¨¦s de esta grabaci¨®n). Por supuesto, al no existir un destinatario expl¨ªcito, cualquiera puede hacer suyos esos versos. La hija de la cantante, Roc¨ªo Carrasco, sin ir m¨¢s lejos, se los dedic¨® en la tele a su ex, Antonio David. Y Jos¨¦ Manuel Soto, en tiempos cantautor y en la actualidad tuitero, los anot¨® en su adorada red social para referirse, siempre tan sutil, a Pedro S¨¢nchez.
Jos¨¦ Luis Perales: Y c¨®mo es ¨¦l (1982)
El m¨ªtico y reci¨¦n jubilado autor siempre fue visto como el paradigma del esposo perfecto: sensible, aseado, recatadito, adorable. Pero las llagas del desamor tambi¨¦n le hac¨ªan mella, al menos cuando se enfundaba el traje de cronista sentimental de las clases medias. Es imposible no aguantar la respiraci¨®n ante esa rabia contenida que se acumula en aquel estribillo para la posteridad: ¡°?En qu¨¦ lugar se enamor¨® de ti? / ?De d¨®nde es? / ?A qu¨¦ dedica el tiempo libre? Preg¨²ntale, ?por qu¨¦ ha robado un trozo de mi vida? / Es un ladr¨®n, que me ha robado todo¡±. Algunos quisieron buscar una interpretaci¨®n alternativa y leer ?Y c¨®mo es ¨¦l? en clave paternofilial: un padre que aborrece al futuro yerno cuando su adorable hijita anuncia que emprende el camino de la emancipaci¨®n. Pero no, la canci¨®n iba de lo que iba. Perales reconoci¨® hace poco que la escribi¨® pensando en ofrec¨¦rsela a Julio Iglesias e imaginando los sentimientos que el cantante pudiera albergar despu¨¦s de que su primera mujer, Isabel Preysler, le dejase y contrajera matrimonio en segundas nupcias con Carlos Falc¨®. Ojo con el beat¨ªfico cantautor conquense: en otros clasicazos suyos, desde Me llamas a Por qu¨¦ te vas (para Jeanette) hay mucho rencor reconcentrado.
Prince: Eye hate U (1994)
Que nadie se l¨ªe con los jueguecitos gr¨¢ficos que acostumbraba a introducir en sus t¨ªtulos el a?orado Pr¨ªncipe de Mine¨¢polis. Eye Hate U se pronuncia exactamente igual que I hate you: en resumidas cuentas, y sin circunloquios, ¡°te odio¡±. En el mismo ¨¢lbum en que Prince sublimaba el amor rom¨¢ntico con la c¨¦lebre The Most Beautiful Girl in the World (¡°La chica m¨¢s hermosa del mundo¡±), se abonaba a las teor¨ªas del ying y el yang, o del haz y el env¨¦s, despach¨¢ndose con toda la artiller¨ªa contra alguien que le hab¨ªa dejado con un palmo de narices. El desd¨¦n es indisimulado desde las primeras l¨ªneas: ¡°Despu¨¦s de todo lo que hab¨ªamos pasado juntos / le diste tu cuerpo a otro en nombre de la diversi¨®n / Espero que hay¨¢is tenido un beb¨¦ / y si no¡ a lloriquear¡±. El problema, el mismo de todas las rupturas no bidireccionales, afloraba con toda su crudeza en el estribillo: ¡°Te odio porque t¨² eras todo lo que ten¨ªa en mi cabeza¡¡±. C¨®mo dir¨ªa Raffaella, qu¨¦ dolor.
Paquita la del Barrio: Rata de dos patas¡¯(2004)
Aunque hayas odiado con toda tu alma a alguna persona, es probable que a¨²n te queden unos cuantos pueblos para alcanzar los niveles de iracundia de Francisca Viveros Barranda, la int¨¦rprete de rancheras a las que todos conocemos como Paquita la del Barrio. La retah¨ªla de descalificaciones de Rata de dos patas (el t¨ªtulo ya promete, en efecto) sigue pareciendo hoy, incluso con Shakira de por medio, un list¨®n sencillamente inalcanzable: ¡°Rata inmunda, animal rastrero. / Escoria de la vida, adefesio mal hecho¡± y una inagotable sarta de insultos con hallazgos tan gloriosos como ¡°culebra ponzo?osa¡±, ¡°maldita sabandija¡± o ¡ªel mejor de todos¡ª ¡°espectro del infierno¡±. Pero el m¨¦rito en la exteriorizaci¨®n de la inquina hay que atribu¨ªrselo a un hombre, Manuel Eduardo Toscano. A Paquita, cada interpretaci¨®n de su mayor ¨¦xito le sirve para vengarse de su marido, Alfonso Mart¨ªnez, tras descubrir que la llevaba enga?ando durante 15 de sus 25 a?os de matrimonio. Pero Toscano, que no ten¨ªa el gusto (o disgusto) de conocer a ese buen (o mal) hombre, hubo de buscar otra fuente de inspiraci¨®n para idear sus exabruptos. Y esa no fue otra que el expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, ¡°un se?or peloncito con orejas grandotas¡±.
Shakira: Si te vas (1998)
A finales del siglo pasado, cuando Shakira andaba inmersa en su ¨¢lbum de consagraci¨®n (?D¨®nde est¨¢n los ladrones?) y Gery Piqu¨¦ era solo un tierno y an¨®nimo querub¨ªn rubicundo de 11 a?itos, la diva barranquillera demostraba que no le dol¨ªan prendas a la hora de despellejar a alg¨²n antiguo amor ingrato. El destinatario de Si te vas ser¨ªa alg¨²n amor juvenil con bastante menos pedigr¨ª que el magnate de Kosmos, pero Shaki no le perdon¨® que cambiase de preferencias. ¡°Toda escoba nueva siempre barre bien / luego vas a ver desgastadas las cerdas / cuando las arrugas le corten la piel / y la celulitis invada sus piernas¡±, clamaba una furibunda Shakira Mebarak, que un cuarto de siglo antes de grabar con Bizarrap ya sab¨ªa primar la ira frente al lirismo. Eso s¨ª, nunca comprenderemos por qu¨¦ a?orar a un tipo que ¡°no tiene m¨¢s que un par de dedos de frente¡± y, a¨²n m¨¢s aterrador, ¡°no se lava bien los dientes¡±. Buena gana.
Adele: Someone Like You (2011)
El dolor y la amargura por la p¨¦rdida de alguien querido es un sentimiento tan universal que puede acabar conmoviendo a oyentes de cualquier punto del planeta. Adele Laurie Blue Adkins apenas hab¨ªa cumplido 22 a?os cuando conquist¨® lo m¨¢s alto de las listas de ¨¦xitos a ambos lados del Atl¨¢ntico con esta balada intim¨ªsima (piano y voz, para que los borbotones del coraz¨®n desangrado sean m¨¢s perceptibles) sobre lo que hab¨ªamos anhelado y no lleg¨® a ser. ¡°Me he enterado de que sentaste la cabeza / encontraste una chica y ahora est¨¢s casado / Supe que se hab¨ªan cumplido tus sue?os / Supongo que ella te dio cosas que yo no te dar¨ªa¡±, rezongaba Adele, que escribi¨® Someone Like You con un compositor profesional, Dan Wilson, a quien no conoc¨ªa de antes y que al frente de su banda, Semisonic, solo hab¨ªa obtenido un ¨¦xito muy menor con la canci¨®n Chemistry. Por cierto, la canci¨®n fue premonitoria con efectos muy retardados: Adele conoci¨® a su pareja, Simon Konecki, en ese mismo 2011, y tuvieron a su hijo, Angelo, un a?o m¨¢s tarde, pero acabar¨ªan separ¨¢ndose a finales de la d¨¦cada.
Maluma: Hawai (2020)
Era el verano de 2020, reci¨¦n salidos del confinamiento por la pandemia y sin demasiada perspectiva de vacaciones paradis¨ªacas, cuando Maluma nos hac¨ªa evocar Hawai con su canci¨®n hom¨®nima que en cinco horas super¨® un mill¨®n de visionados en YouTube (ahora supera ya los 952 millones de reproducciones). Pero no era el cantante de Medell¨ªn el que disfrutaba de ese archipi¨¦lago del Pac¨ªfico, sino su exnovia Natalia Barulich, a quien reprochaba la vida de ensue?o que hab¨ªa emprendido de la mano de Neymar Jr. (s¨ª, s¨ª, el futbolista bolsonarista: est¨¢ visto que los reyes del bal¨®n propician muchos disgustos). Y pese a los posados de la nueva pareja en Instagram, Maluma segu¨ªa convencido de que ella no le olvidaba: ¡°Se ve que ¨¦l te trata bien, que es todo un caballero, pero eso no cambiar¨¢ que yo llegu¨¦ primero¡±.
Rozal¨¦n: Pichi 2.0 (2022)
A la albacete?a le divert¨ªa la idea de interpretar este famos¨ªsimo chotis de 1931 para su disco Matriz, consagrado a versiones de m¨²sica popular, pero le repel¨ªa el ¡°disparate machista¡± de la letra original, consagrada a ensalzar a ese madrile?¨ªsima ¡°chulo que castiga¡± que presume de ¡°flagelador¡± y, tras beneficiarse a las amigas, se lo gasta todo en ¡°vicios¡±. Por eso pidi¨® ayuda al poeta Benjam¨ªn Prado para rehacer el texto e imprimirle un giro radical respecto al que conoc¨ªamos de la zarzuela Las Leandras. El mozuelo pasa a ser ahora un tipo ¡°con andar de pistolero, que te mira y ve un florero¡±; un burdo ¡°macho de telecomedia y espa?ol de la Edad Media¡±. As¨ª que el desenlace se torna jocosamente predecible: ¡°Anda y que te ondulen, anda y que te den / que yo sola vivo muy requetebi¨¦n¡±. Prado ya hab¨ªa rectificado de cabo a rabo un original cuando reescribi¨® para Travis Birds el 19 d¨ªas y 500 noches de Sabina desde la perspectiva de la protagonista femenina. Con Pichi, la materializaci¨®n jur¨ªdica de esta especie de customizaci¨®n fue bastante m¨¢s peliaguda: hubo que obtener el permiso de los herederos de los ?tres! autores originales (Francisco Alonso, Emilio Gonz¨¢lez del Castillo y Jos¨¦ Mu?oz Rom¨¢n) y negociar con ellos el reparto de derechos de autor.
Babelia
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