La vida de los artistas y t¨¦cnicos: ¡°Un d¨ªa trabajas, al siguiente ya est¨¢s en el paro. Y as¨ª¡±
Una decena de creadores bendice la aprobaci¨®n del Gobierno de una in¨¦dita prestaci¨®n por desempleo adaptada a la intermitencia y de la compatibilidad entre pensi¨®n y actividades art¨ªsticas, pero recuerda las medidas a¨²n pendientes

Al final de un concierto, normalmente, llegan los aplausos. Solo un m¨²sico o un int¨¦rprete saben qu¨¦ se siente sobre el escenario ante la ovaci¨®n del p¨²blico. Pero solo ellos conocen tambi¨¦n lo que a menudo se asoma justo despu¨¦s: el vac¨ªo. ¡°Un d¨ªa trabajas, al siguiente ya est¨¢s en el paro. Y as¨ª¡±, resume Montserrat Pratdesaba, m¨¢s conocida como Big Mama Montse, que tiene 59 a?os y lleva 35, con su guitarra y su voz, al servicio del blues. En una palabra, intermitencia, como repiten voces de todos los ¨¢mbitos culturales para describir su realidad laboral. ¡°La mayor¨ªa de los ciudadanos tienen su horario y mensualidad asignada. Pero gran parte de los artistas y t¨¦cnicos no funcionamos as¨ª¡±, agrega ?ngela Verdugo, de 43 a?os, bailarina desde los 16.
A fuerza de denunciarlo durante a?os, han conseguido al fin convencer al propio Gobierno, que aprob¨® esta semana tres medidas clave: la primera prestaci¨®n por desempleo adaptada a la precariedad del trabajo cultural; la compatibilidad entre el cobro de la pensi¨®n de jubilaci¨®n y cualquier actividad art¨ªstica que genere rendimientos econ¨®micos; y una cuota especial para aut¨®nomos de este ¨¢mbito con ingresos por debajo de 3.000 euros al a?o. El Ejecutivo reconoce as¨ª precisamente la especificidad del sector y la necesidad de protegerlo con normas ad hoc.
Cada uno de la decena de entrevistados ofrece ejemplos de sobra. Y, seguramente, cualquiera de sus compa?eros de profesi¨®n tambi¨¦n podr¨ªa. Falta de reconocimiento de ciertas enfermedades como profesionales; enormes dificultades para percibir una baja de maternidad o paternidad; cuotas a la Seguridad Social inasumibles; semanas de actividad imparable seguidas de meses sin que el m¨®vil apenas suene; y una larga lista de etc¨¦teras, que empeor¨® dram¨¢ticamente durante la pandemia, que la cultura espa?ola afront¨® sin protecciones espec¨ªficas. Hace cuatro d¨¦cadas que la Unesco recomend¨® a sus Estados miembros desarrollar marcos adecuados para los creadores. Y han pasado cuatro a?os y medio desde que, en junio de 2018, todos los partidos apoyaron en el Congreso un informe de 75 puntos para la elaboraci¨®n del llamado Estatuto del Artista.

Las leyes, sin embargo, han avanzado a c¨¢mara lenta. Y quedan todav¨ªa unos cuantos frentes abiertos, pese a que el Gobierno prometi¨® desarrollar todo el proyecto para diciembre de 2022. A la espera, eso s¨ª, los entrevistados dan la bienvenida a los ¨²ltimos cambios, que algunos llegan a tachar de ¡°hito¡± o ¡°antes y despu¨¦s¡±. Aunque a menudo, a medida que avanza la conversaci¨®n, sigue la cautela.
En concreto, para acceder a la nueva prestaci¨®n por desempleo, har¨¢n falta 60 d¨ªas cotizados en los ¨²ltimos 18 meses; o 180 en seis a?os, frente a los 360 que se exigen normalmente. Y el subsidio durar¨¢ 120 d¨ªas. Eva Moraga, abogada especializada en el sector cultural, concluy¨® tras un estudio exhaustivo de la m¨²sica que el 70% de los artistas no suma ni 40 actuaciones al a?o. De ah¨ª que subraye los flamantes beneficios: ¡°En a?o y medio, si les va bien, pueden obtener durante cuatro meses una prestaci¨®n del 80% o del 100% del IPREM¡±.
Si la media diaria de las bases de cotizaci¨®n no supera los 60 euros se obtiene el 80% del IPREM, es decir, una ayuda de 480 euros al mes. Si supera ese umbral, ser¨ªa el 100%, que en 2023 es de 600 euros al mes. En el momento en que un artista vuelva a tener trabajo se suspende y luego se retoma. Cuando se acaba de cobrar la prestaci¨®n, eso s¨ª, ¡°el contador se pone a cero¡±, como advierte Moraga.
¡°Antes, el acceso al paro era pr¨¢cticamente imposible. Durante gran parte de nuestro d¨ªa a d¨ªa laboral no estamos dados de alta¡±, agrega Verdugo. Y los dem¨¢s relatos confirman sus palabras: una novela, un cuadro o un filme no nacen de un d¨ªa para otro; ni tampoco un bailar¨ªn est¨¢ listo de golpe para actuar; sin embargo, la actividad de investigaci¨®n y preparaci¨®n dif¨ªcilmente tiene registro oficial. A veces, ni siquiera los ensayos est¨¢n cubiertos y el contrato inicia y termina con la propia actuaci¨®n. Por lo menos, la Seguridad Social redondea la duraci¨®n de la actividad: un d¨ªa trabajado por los artistas puede llegar a valer casi como dos, justamente para tener en cuenta todo lo dem¨¢s. A condici¨®n, eso s¨ª, de empujar la cotizaci¨®n hacia sus m¨¢ximos.
Isidro L¨®pez Aparicio tiene otro problema: se queda fuera por su oficio. Es artista pl¨¢stico y, como especifica Moraga, ¡°la prestaci¨®n por desempleo solamente afecta a los artistas y t¨¦cnicos de las artes esc¨¦nicas, musicales y audiovisuales. Los pl¨¢sticos, los escritores o los compositores no van a poder pedirla¡±. L¨®pez Aparicio, en realidad, no solo se dedica a la creaci¨®n, algo tambi¨¦n muy com¨²n en el sector. La ense?anza suele ser el otro pilar que permite a muchos creadores seguir adelante, aunque el t¨®pico del actor-camarero tiene s¨®lidos fundamentos en la vida diaria. En concreto, ¨¦l es comisario y profesor universitario, y este ¨²ltimo es el trabajo que le permite vivir. ¡°La precariedad limita la creaci¨®n. As¨ª que lo que he hecho es comprar mi libertad creativa. Decid¨ª ser el mecenas de mi trabajo¡±, asegura.
La situaci¨®n que relata es la misma que vive el 77% de su gremio, seg¨²n un estudio que ¨¦l mismo elabor¨®, donde concluy¨® que ¡°solo el 2,7% de los artistas espa?oles cotiza tiempo suficiente para tener una pensi¨®n contributiva¡±. Esto es, menos de un 3% puede vivir del arte, en concreto de los beneficios de las exposiciones y la venta de obra.

Cambiando de ¨¢mbito, la inestabilidad apenas var¨ªa. El sector cultural emple¨®, en 2021, a 690.800 personas, el 3,5% del mercado laboral, en datos del Ministerio de Cultura y Deporte. Pero solo el 66,6% era asalariado, frente al 84,1% de la media nacional. Y apenas uno de cada dos cuenta con un contrato indefinido, por debajo del mercado laboral en general (63%). Las empresas del sector tampoco esquivan la precariedad: el 67,1% de las 128.741 compa?¨ªas registradas no tiene ning¨²n empleado (es decir, se trata de un aut¨®nomo en solitario) y el 26,8% suma entre uno y cinco.
¡°En Madrid o Barcelona en invierno sigue habiendo oportunidades de trabajo, clubes de conciertos, compa?¨ªas de teatro¡. En Baleares se hace la temporada de mayo a octubre, pero el 31 de octubre cierra todo hasta abril y no hay nada¡±, lamenta Isis Montero, pianista, compositora y presidenta de ProM¨²sics Mallorca, una de las organizaciones que, junto con la Uni¨®n de M¨²sicos, ha impulsado la aprobaci¨®n de las nuevas medidas. De ah¨ª que los meses m¨¢s fr¨ªos a menudo tirite tambi¨¦n la cartera. Algunos se dan de baja de aut¨®nomos porque no les compensa, otros se vuelcan en segundas o terceras ocupaciones y cualquier trabajador cultural conoce de cerca la opci¨®n que terminan adoptando unos cuantos: dejarlo.
La propia Montero ha pasado de un festival de jazz en Kazajist¨¢n a un concierto en un hotel, de actuar ante miles de personas a amenizar la tarde de un chiringuito. ¡°Los m¨²sicos del d¨ªa a d¨ªa, los que no estamos en Operaci¨®n Triunfo, no somos productos para las masas y luchamos por nuestros proyectos¡±, a?ade. Y ?lvaro Bl¨¢zquez muestra otro ejemplo de flexibilidad: es actor y licenciado en Derecho. Dej¨® la abogac¨ªa en 2013 y la retom¨® en 2022 para ayudar a sus colegas del gremio tras la pandemia. Asumi¨® de tal manera este nuevo papel que decidi¨® crear un perfil de Instagram (asesoroactores) donde publica informaci¨®n sobre los nuevos salarios en el teatro o el convenio audiovisual, entre otros muchos temas laborales. Entre las dudas que le consultaban, recuerda la de actores jubilados que le llamaban para preguntarle ¡°si pod¨ªan compatibilizar una pel¨ªcula o una serie con los derechos de imagen y propiedad intelectual¡±.

Esas llamadas deber¨ªan acabarse. El real decreto aprobado establece que s¨ª es compatible seguir en activo y cobrar la jubilaci¨®n en el gremio de la cultura. Moraga puntualiza que el texto aprobado en el Consejo de Ministros es una ampliaci¨®n de derechos de un real decreto anterior en el que ya se permit¨ªa esta compatibilidad a escritores y a artistas pl¨¢sticos. Pero ?qu¨¦ suced¨ªa con los ejecutantes, es decir, con un actor o un cantante que interpreta la obra original de otra persona? ¡°Se ha dejado muy claro que es tanto para la actividad de creaci¨®n art¨ªstica como para la actividad de interpretaci¨®n y de ejecuci¨®n¡±, explica.
¡°Dile a un actor o actriz de 70 a?os que no puede hacer el personaje de abuelo o de abuela¡±, plantea ?lex Casanovas, presidente de Conarte (Confederaci¨®n de Artistas Trabajadores del Espect¨¢culo), ¡°o que no se necesitan dobladores de una edad o que no puedan hacer estos trabajos porque est¨¢n jubilados¡±. Casanovas pone de ejemplo a un actor, del que prefiere no decir su nombre, que recibi¨® ¡°una multa de la Seguridad Social de 14.000 euros m¨¢s los costes del juicio¡± por trabajar jubilado y, asegura, pese a haber avisado convenientemente de sus proyectos laborales. Como recuerda, en el peor de los casos la penalizaci¨®n era perder la jubilaci¨®n.
Para Daniel Romero, la pesadilla empez¨® en oto?o de 2013. Jubilado desde 2005, segu¨ªa percibiendo derechos de autor por su trabajo como traductor. Hasta que un d¨ªa recibi¨® un mensaje al m¨®vil de la Seguridad Social inform¨¢dole de que se le hab¨ªa dado de alta en el RETA (R¨¦gimen Especial de Trabajadores Aut¨®nomos) con fecha 11 de octubre de 2009. Relata que llam¨®, para explicar que deb¨ªa de haber habido alg¨²n error. Sus problemas, sin embargo, acababan de empezar: ¡°Me hab¨ªan suspendido la pensi¨®n, hab¨ªan declarado ¡®cantidades indebidamente percibidas¡¯ las de mi pensi¨®n de 2010, 2011, 2012 y 2013, estaba en deuda por no haber pagado cuota de aut¨®nomo esos mismos ejercicios, y adem¨¢s me sancionaban por el retraso en el pago de dichas cuotas¡±. Total: 136.033,6 euros.
Todo porque estaba dado de alta en el AIE (Impuesto de Actividades Econ¨®micas, en la ep¨ªgrafe 774 traductores e int¨¦rpretes) ¡ªalgo que le hab¨ªa recomendado un funcionario de Hacienda que le ayudaba en la declaraci¨®n de la renta para encajar los ingresos como traductor, seg¨²n su versi¨®n¡ª. Asi que se dio de baja en el AIE, en el RETA y acudi¨® a un abogado. ¡°Descubr¨ª que se consideraba trabajador habitual incompatible con el cobro de la pensi¨®n de jubilaci¨®n al que se viera recompensado con unos ingresos totales por encima del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) en c¨®mputo anual¡±. En 2009 y 2010, en realidad, se hab¨ªa mantenido dentro de ese umbral. En 2011 y 2012, en cambio, lo hab¨ªa sobrepasado en unos 2.000 euros cada a?o. En todo caso, acudi¨® a la Audiencia Provincial, donde perdi¨® y fue condenado a asumir las costas. ?l mismo repasa las cuentas que debi¨® pagar: ¡°Cuotas de Aut¨®nomo debidas y sanci¨®n de demora: unos 8.000 euros. Devoluci¨®n de pensi¨®n de dos a?os: unos 70.000. Costas y abogado: unos 4.000 euros¡±.

Con las recientes modificaciones, su caso no existir¨ªa. Pero s¨ª permanecen otros problemas. Moraga resume las carencias de lo que denomina reiteradamente real decreto y no Estatuto. ¡°No es una norma global como s¨ª se ha aprobado en Portugal¡±, dice, ¡°aqu¨ª se ha optado por diferentes normas que han ido modificando las ya existentes. En este ¨²ltimo se contemplan solo estas tres medidas¡±. El propio anuncio del Ejecutivo, el pasado martes, demostr¨® que queda mucho por hacer. Porque, a la vez que celebraba las nuevas medidas ¨D¡± Somos feministas, ecologistas, pero hoy somos tambi¨¦n el Gobierno de los trabajadores de la cultura¡±¨D, la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Econom¨ªa Social, Yolanda D¨ªaz, revel¨® que se pondr¨¢n en marcha dos comisiones, integradas por trabajadores de los ministerios competentes y representantes sindicales y del sector cultural. Una estudiar¨¢ e impulsar¨¢ el reconocimiento de ciertas enfermedades profesionales derivadas de las actividades art¨ªsticas. La otra se dedicar¨¢ a proponer c¨®mo terminar de encajar la intermitencia en el ¨¢mbito laboral y de la Seguridad Social.
?ngela Verdugo supo en su propia piel lo importantes que son estas tareas pendientes. ¡°Tuve una lesi¨®n grave de espalda, no pod¨ªa ni moverme. Pero en cuanto pude andar, el m¨¦dico quer¨ªa darme el alta laboral¡±, recuerda. Quiz¨¢s lograra caminar: volver a bailar, sin embargo, era otra historia. Parad¨®jicamente, si se hubiera quedado af¨®nica, s¨ª habr¨ªa sido raz¨®n de baja laboral. ¡°Incluso en la mutua me dec¨ªan: ¡®No podemos tratarte, no tenemos expertos tan especializados¡±, agrega Verdugo.
Un problema parecido al que afrontan, seg¨²n Big Mama Montse, muchos int¨¦rpretes camino de la retirada: ¡°Existe una excepci¨®n para que cantantes, bailarines o trapecistas puedan jubilarse a los 60, a condici¨®n de justificar que has realizado un trabajo art¨ªstico. Y eso muchas veces en las oficinas administrativas resulta imposible¡±. El propio desarrollo del Estatuto del Artista parece darle la raz¨®n: otro de sus puntos prev¨¦ formar de manera especializada a trabajadores de la Seguridad Social para que conozcan el sector cultural y sus caracter¨ªsticas.
¡°Yo tuve a mi hija hace ocho a?os. Y no pude acceder a la baja de maternidad. Tiene que coincidir que cuando la necesitas est¨¦s contratada. Y una bailarina, aparte, tiene muy complicado trabajar embarazada¡±, agrega Verdugo. ¡°?Qu¨¦ haces? ?Ese ¨²nico d¨ªa que est¨¢s de alta vas a decirle a un empresario: ¡®Estoy embarazada?¡±, comparte Isis Montero. Avanzar en este cap¨ªtulo permitir¨¢ que una mujer, como explica Bl¨¢zquez, no tenga que gastar el paro o hacer alg¨²n tipo de argucia legal para estar con su beb¨¦ las 16 semanas correspondientes. ¡°En 2019 conseguimos que si una artista se daba de alta en la Seguridad Social en sus periodos de inactividad pod¨ªa conseguir esa cobertura¡±, dice Casanovas.
Aunque la variedad de respuestas sobre lo que a¨²n falta es otro indicador del camino por recorrer: apoyos para acompa?ar la transici¨®n de profesiones muy exigentes, como los bailarines, cuya carrera suele terminar a los 40 a?os; ayudas fiscales para los empresarios que organicen actividades culturales; m¨¢s subvenciones directas a los creadores, sin que se diluyan en la red de intermediarios; ¡°La fiscalidad¡±, dicen con rotundidad Moraga y L¨®pez Aparicio. C¨®mo se cuantifica el trabajo de un artista si no se pueden calcular sus gastos es la pregunta que se hacen ambos. ¡°Para el c¨¢lculo de las cotizaciones a la Seguridad Social se tienen que tener en cuenta los rendimientos netos. Ingresos menos gastos. Entonces, dependiendo de los gastos que te puedas deducir, as¨ª ser¨¢n los rendimientos y por tanto las cotizaciones¡±, desarrolla la abogada.
Otra petici¨®n recurrente es una cuota para los aut¨®nomos adaptada a los ingresos reales de cada uno. La medida aprobada por el Gobierno en este sentido es bien recibida, pero, a la vez, resulta la m¨¢s criticada de las tres. ¡°Implica una cuota a pagar al mes de 161 euros (1.932 euros al a?o) cuando el artista no supera los 3.000 euros de ingresos anuales, lo que significa que los gastos de cotizaci¨®n suponen m¨¢s del 65%, todo ello sin a?adir los gastos de gestor¨ªa, dietas, viajes¡¡±, reclaman desde la Federaci¨®n de la M¨²sica de Espa?a, que representa a m¨¢s de 150.000 profesionales y empresas.
Habr¨¢ que esperar. Aunque entre los trabajadores culturales, el aguante es pan de cada d¨ªa. Big Mama Montse lo explica as¨ª: ¡°A veces, alg¨²n joven me pregunta: ¡®?Qu¨¦ hay que tener para seguir adelante?¡¯. La respuesta es mucha moral¡±. Ella se plante¨® en varias ocasiones dejarlo. Pero ah¨ª contin¨²a. M¨²sica. Aplausos. Luego, otra vez, el vac¨ªo. Hasta el siguiente concierto. Y as¨ª.
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