El mono de paracaidista de Le?o, la guitarra dorada de Bar¨®n Rojo, la carta de Robe a su ¡®manager¡¯ preso: 170 fetiches del rock espa?ol
Una exposici¨®n reivindica el g¨¦nero y muestra objetos de su rica historia aportados por grupos como Platero y T¨², Ob¨²s, Siniestro Total, Medina Azahara o H¨¦roes del Silencio
Uno de los episodios m¨¢s chocantes de la m¨²sica espa?ola durante los ochenta es la relaci¨®n entre Ob¨²s y Tino Casal. La atracci¨®n de los polos opuestos. Unos chicos de Vallecas pirados por el heavy de Judas Priest saliendo de fiesta con el pr¨ªncipe de la modernidad. Era 1981. Todo fue urdido por el olfato comercial de Luis Soler, productor ejecutivo de la discogr¨¢fica Zafiro. El plan de Soler consist¨ªa en introducir a un grupo de heavy metal barrial en ambientes modernos y sofisticados. Ten¨ªa a una banda de rock con ganas de experimentar (Ob¨²s) y los junt¨® con Tino Casal, un transgresor posmoderno. Casal produjo los dos primeros discos de los rockeros, dise?¨® el logotipo y hasta fue a las tiendas m¨¢s kitsch de Londres a comprarles ropa. ¡°Nosotros ¨ªbamos de vez en cuando a casa de Tino y all¨ª hab¨ªa toda clase de dise?os. Estaba lleno de cuadros, esculturas y much¨ªsima ropa y complementos. Ten¨ªa cosas que nos molaban un mont¨®n. Y cog¨ªamos camisetas, cazadoras¡ Eran alucinantes¡±, explica Paco Laguna, guitarrista fundador de Ob¨²s. Casal tambi¨¦n realiz¨® el logotipo cl¨¢sico de la banda. ¡°Fue una idea de Tino. Hizo un dise?o con corcho y luego lo forr¨® con l¨¢minas de esta?o, que fue envejeciendo. Todo muy laborioso. Cuando nos lo ense?¨® nos quedamos impresionados. Es el logotipo que nos ha acompa?ado durante 40 a?os¡±, cuenta Laguna.
Estos dos objetos y 168 m¨¢s forman parte de la exposici¨®n ?Tiempos de Rock! (del 4 de mayo al 4 de junio), que organiza la SGAE en su sede madrile?a y tiene por objetivo rendir tributo al rock espa?ol de las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas. La muestra ha tenido un embri¨®n interesante. Bandas contempor¨¢neas espa?olas han elegido su referente del pasado. Por ejemplo, Vh?ldemar ha seleccionado a Bar¨®n Rojo; Megara a Sangre Azul; Crisix a Platero y T¨²; Angelus Apatrida a Soziedad Alcoholika; o The Electric Alley a Extremoduro. Los comisarios, Fernando Galicia (doctor de Ciencias de la M¨²sica) y Maribel Sausor (responsable de Actividades Complementarias de SGAE), asumen el riesgo: ¡°Se da la circunstancia de que grupos fundamentales del rock espa?ol, como Burning, Los Suaves, ?u o Ramonc¨ªn, no est¨¢n presentes porque no han sido seleccionados por las bandas contempor¨¢neas. Pero lo que quer¨ªamos era dar protagonismo a la generaci¨®n de ahora. Creemos que el sistema establece una conexi¨®n entre pasado y presente, y tiene sentido¡±.
La exposici¨®n sirve para deleite de los fans ac¨¦rrimos, que se encontrar¨¢n con objetos tan ¨ªntimos como unos pantalones de leopardo que Juan Valdivia utiliz¨® en una gira de H¨¦roes del Silencio, pero tambi¨¦n resulta interesante para aficionados que quieran descubrir contextos culturales. Porque hubo un tiempo en el que el rock espa?ol arrasaba. La guitarra dorada que aporta a la muestra Armando de Castro, hacha de Bar¨®n Rojo, es una de las que utiliz¨® en los c¨¦lebres conciertos del cuarteto en 1984 en dos llenazos en el pabell¨®n del Real Madrid. De aquellos recitales surgi¨® el disco doble en directo Bar¨®n al rojo vivo. ¡°Es una Gibson Les Paul Standard Gold Top, modelo que puso de moda Jimmy Page en los dos primeros discos de Led Zeppelin. La m¨ªa la compr¨¦ cuando se celebr¨® el 30 aniversario del modelo original. Solo se hicieron 250 unidades. Se la compr¨¦ al importador de Gibson en Espa?a, que estaba en la calle de M¨¢laga de Madrid. Fue mi guitarra principal durante la segunda mitad de los ochenta. Curiosamente, durante un tiempo pas¨® a manos de mi hijo, que toca muy bien, pero no se dedica a la m¨²sica y que tambi¨¦n se llama Armando de Castro. Y hace un tiempo la recuper¨¦. Esa guitarra la sud¨¦ y hay un mont¨®n de programas de televisi¨®n en los que aparezco con ella¡±. El modelo se encuentra reluciente. ¡°Apenas les hago destrozos a las guitarras. Est¨¢ exactamente igual. No le he cambiado ni un tornillo¡±, confiesa De Castro.
De Le?o se muestra un mono de paracaidista (en color verde) que utiliz¨® Rosendo Mercado para tocar durante una ¨¦poca del grupo. Se compr¨® varios y en colores diferentes en el Rastro madrile?o. Tambi¨¦n se exhibe parte de la bater¨ªa de Ramiro Penas, que tal y como le atizaba cuesta creer que siga en pie. ¡°Utilic¨¦ varias bater¨ªas en Le?o, pero esta caja Ludwig siempre fue conmigo. La adquir¨ª en Garijo, una tienda de instrumentos de Madrid, en 1979 y, seg¨²n me dijeron, era para bandas de tambores¡±, cuenta Ramiro.
M¨¢s all¨¢ del fetichismo rockero sobrevuela en la muestra la sensaci¨®n de que se le debe algo al rock espa?ol. El music¨®logo Fernando Galicia lo argumenta: ¡°Despu¨¦s de la dictadura y hacia finales de los setenta y principios de los ochenta el rock fue fundamental como medio de expresi¨®n de la juventud, que reclamaba libertad. En la actualidad tambi¨¦n es necesario reivindicarlo, porque se ha convertido en underground, ya que las modas van por otro lado¡±. Galicia amplia: ¡°Cuando el PSOE tom¨® el poder en 1982 y empez¨® a incumplir promesas electorales, los grupos de rock no se sintieron identificados con el Gobierno y se mostraron cr¨ªticos. Fue cuando los Ayuntamientos socialistas empezaron a contratar a grupos de la Movida, que no eran cr¨ªticos con el poder. La Movida tiene m¨¢s importancia social o est¨¦tica que musical. La verdad es que entre los medios y el poder nos quitaron un buen trozo musical de nuestra cultura. Si le preguntas a un universitario hoy por la m¨²sica espa?ola de los ochenta le sonar¨¢ la Movida, pero no el rock o el flamenco¡±.
Las fronteras estil¨ªsticas son tan confusas y mutantes que Par¨¢lisis Permanente, una banda punk siniestra con m¨¢s vinculaci¨®n con la Movida que con el rock, hoy comparte exposici¨®n con Bar¨®n Rojo. De Par¨¢lisis Permanente se pueden ver en ?Tiempos de Rock! los pantalones negros de cuero que viste Eduardo Benavente en la portada de El Acto, el c¨¦lebre ¨²nico disco del grupo. Tambi¨¦n se muestra la peluca platino de la misma imagen que luce Ana Curra. ¡°Los pantalones los compramos en Londres y la peluca en la primera tienda de pelucas que hubo en Madrid, en la calle del Arenal. Nos los pusimos tambi¨¦n para programas m¨ªticos de la ¨¦poca, como Caja de Ritmos y La Edad de Oro¡±, comenta Ana Curra.
I?aki Uoho Ant¨®n ha donado a la exposici¨®n ¡°recuerdos personales¡±, dice, m¨¢s que guitarras. Aunque son dos guitarras relucientes, una Gibson SG y una Gibson Lucille. ¡°Son las que yo llamo de Platero. Con ellas grab¨¦ todo lo de Platero y T¨² y solo las relaciono con ese periodo. No s¨¦ la conexi¨®n neuronal existente, pero cuando empec¨¦ con Extremoduro dej¨¦ de tocarlas. Las relaciono solo con Platero¡±. Hay una historia muy rock and roll que relaciona estos dos instrumentos. La SG desapareci¨® un d¨ªa mientras desmontaban el equipo despu¨¦s de un concierto. ¡°Y empec¨¦ a utilizar la Lucille. Cinco a?os despu¨¦s, me dicen: ¡®I?aki, hay alguien intentando vender tu guitarra¡¯. Contactamos con esa persona, fuimos a la cita y le dijimos: ¡®O dejas ah¨ª esa guitarra y te largas sin un duro, o vas a tener un problema¡¯. Se march¨® a toda leche¡±, cuenta entre risas Uoho. Lo m¨¢s voluminoso de la muestra es la bater¨ªa que M?go de Oz utiliz¨® de la gira Gaia II (¡±es enorme y s¨²per pintona. Mi favorita¡±, asume su propietario, Txus di Fellatio) y la silla el¨¦ctrica que aporta Siniestro Total. Juli¨¢n Hern¨¢ndez, voz y guitarra de los gallegos, se explica: ¡°Esta es la silla el¨¦ctrica del espect¨¢culo musical y del disco La historia del blues (2000). Est¨¢ dise?ada por Jos¨¦ Luis Arrizabalaga, Arri, escen¨®grafo habitual junto con Biafra (Arturo Garc¨ªa) en los filmes de ?lex de la Iglesia. La silla fue el destino final del m¨²sico afroamericano Jack Griffin, protagonista del ¨¢lbum. En el espect¨¢culo el actor Manuel Manqui?a ejerc¨ªa de maestro de ceremonias y ejecutor de Jack, al que interpretaba yo¡±.
Y entre lo m¨¢s curioso, unas botas de Manuel Mart¨ªnez, voz de Medina Azahara. ¡°Tengo varias y siempre salgo al escenario con ellas. Son flexibles y c¨®modas para las m¨¢s de dos horas en el escenario. Me siento descalzo si no voy con mis botas. Son de una empresa familiar de Yecla, Murcia, y hacen modelos para pel¨ªculas como Matrix¡±. Y otro objeto llamativo: una carta manuscrita por Robe Iniesta con parte de la letra de la canci¨®n Pedr¨¢, de Extremoduro. Se la env¨ªa a su manager de esa ¨¦poca, que cumpl¨ªa condena en la c¨¢rcel. As¨ª estaban las cosas en Extremoduro...
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