La huelga de la orquesta sinf¨®nica de Sevilla provoca una crisis in¨¦dita con el Teatro de la Maestranza
El coliseo contrata a otra formaci¨®n para evitar ¡°p¨¦rdidas millonarias¡± por la cancelaci¨®n de la ¨®pera ¡®Tosca¡¯, mientras que los m¨²sicos anuncian querellas por la vulneraci¨®n a su derecho al paro
El Teatro de la Maestranza de Sevilla, templo de la m¨²sica sinf¨®nica y la programaci¨®n de ¨®pera en el sur de Espa?a, no quiere volver a repetir la desastrosa imagen que dio la vuelta al mundo en 2002: el estreno de la producci¨®n Otello, celeb¨¦rrimo t¨ªtulo de Giuseppe Verdi, que se representaba por primera vez en el coliseo sevillano como plato fuerte de la temporada. Con todos los asistentes sentados en sus butacas y las luces de sala apagadas, el tel¨®n se levant¨® sobre un foso vac¨ªo. Los m¨²sicos de la Real Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla (ROSS) hab¨ªan llevado al cl¨ªmax una huelga ins¨®lita en el sector cultural andaluz al no presentarse a la funci¨®n. Con la extrema generosidad del p¨²blico ¡ªapenas una decena de asistentes se levant¨® de sus asientos¡ª y del elenco vocal, ese Otello sali¨® adelante con el acompa?amiento exclusivo de un pianista.
M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, la crisis en el seno de una de las orquestas m¨¢s importantes de Espa?a, con una plantilla de 103 m¨²sicos ¡ªaunque actualmente hay 92 plazas ocupadas y 11 vacantes¡ª que la convierte en la formaci¨®n m¨¢s abultada de todo el pa¨ªs (la Orquesta Nacional de Espa?a, por ejemplo, tiene 102 y el resto no alcanza en ning¨²n caso el centenar de profesores), se ha cronificado en sucesivos conflictos, con otra importante amenaza de huelga en 2014, y vuelve ahora a provocar por efecto mariposa un se¨ªsmo en la programaci¨®n de ¨®pera del Teatro de la Maestranza, gran atractivo del turismo cultural de la ciudad.
El nuevo enfrentamiento laboral de los m¨²sicos con la gerencia de la orquesta ¡ªa la que reclaman una subida en sus n¨®minas que ponga remedio al desfase salarial que denuncian respecto a otros trabajadores del sector p¨²blico¡ª viene arrastr¨¢ndose desde hace m¨¢s de un mes, cuando se iniciaron las negociaciones para la firma de su IX Convenio Colectivo, y ha obligado ya a suspender nueve conciertos de abono a causa de los paros parciales que hacen coincidir, precisamente, con las funciones. Pero ha alcanzado su punto ¨¢lgido esta semana, con la amenaza de huelga para el estreno el pr¨®ximo 8 de junio de la Tosca de Puccini, una producci¨®n propia del Teatro de la Maestranza en coproducci¨®n de La Monnaie de Bruselas, la ?pera de Montpellier y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.
Ante la incertidumbre de que se vuelva a repetir una imagen como la de 2002 y la consiguiente amenaza de cancelaci¨®n, su director, Javier Men¨¦ndez, ha tomado una decisi¨®n, tambi¨¦n extraordinaria, que ha removido a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos reivindicativos de la Sinf¨®nica: anular la participaci¨®n de la orquesta sevillana en las seis funciones programadas de Tosca y contratar en su lugar a la Orquesta B¨¦tica de C¨¢mara, formaci¨®n local privada creada por Manuel de Falla en 1923, que celebra este a?o su centenario y que se estrenar¨¢, de este modo, en el foso del teatro sevillano. Dichas funciones estar¨¢n dirigidas por el maestro Gianluca Marcian¨®.
¡°No nos podemos permitir cancelar. No estamos defendiendo ya los intereses y la reputaci¨®n del propio teatro, que tambi¨¦n, sino su propia supervivencia. Suspender una Tosca con seis funciones, dos repartos diferentes y tantos artistas implicados supondr¨ªa, entre devoluciones de entradas y pago de toda la producci¨®n, una deuda superior al mill¨®n de euros, lo que ser¨ªa causa de disoluci¨®n de la empresa¡±, asegura Javier Men¨¦ndez, en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S.
De hecho, el Teatro de la Maestranza ha comenzado a resentirse ya econ¨®micamente como consecuencia de la huelga de la Orquesta Sinf¨®nica. ¡°Todas las previsiones apuntaban a un sold out, lo que se traduce en 10.800 personas, muchas de ellas llegadas a Sevilla desde otros puntos de Espa?a y el extranjero, con hoteles ya concertados y actividad en la ciudad¡±. De momento, la taquilla est¨¢ vendida al 60%, aunque ¡°se ha recuperado el ritmo de venta desde que anunciamos la sustituci¨®n de la orquesta y la confirmaci¨®n de que la ¨®pera se va a hacer. Necesit¨¢bamos mandar un mensaje contundente de viabilidad¡±, a?ade Men¨¦ndez.
Cabe recordar que la Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla y el Teatro de la Maestranza son dos instituciones independientes, con sus propias f¨®rmulas administrativas y sus respectivos consejos de administraci¨®n. La formaci¨®n musical es una sociedad an¨®nima de capital p¨²blico, participada al 50% por la Junta de Andaluc¨ªa y el Ayuntamiento de Sevilla; mientras que el coliseo est¨¢ controlado por un consorcio formado por las cuatro Administraciones ¡ªGobierno central, auton¨®mico, Diputaci¨®n Provincial y Ayuntamiento¡ª. Eso s¨ª, ante la inexistencia de una sede propia para la ROSS, la vida de la Orquesta y el Teatro est¨¢n indisolublemente unidas porque comparten espacio en las instalaciones del Maestranza, a cambio de su contribuci¨®n como orquesta habitual en las producciones oper¨ªsticas del coliseo.
As¨ª justifica Men¨¦ndez la decisi¨®n adoptada de sustituir una formaci¨®n por otra para garantizar el estreno de Tosca, entendiendo el enfrentamiento laboral como una huelga a terceros con consecuencias letales: ¡°Las repercusiones econ¨®micas son desproporcionadas entre lo que supone para la orquesta una huelga y lo que supone para el teatro. Ahora mismo sus p¨¦rdidas no alcanzan ni al 10% de las que tendr¨ªamos que afrontar nosotros¡±, remarca. ¡°El teatro es una v¨ªctima, nada tiene que ver con este conflicto laboral ni nada puede solucionar¡±.
Sin embargo, las consecuencias de la decisi¨®n del Teatro de prescindir de los servicios de la Sinf¨®nica han encendido a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos de la plantilla y desde la Orquesta B¨¦tica de C¨¢mara han llegado a lanzar un comunicado este pasado mi¨¦rcoles en el que denuncian estar ¡°recibiendo amenazas por parte de sectores del entorno de la ROSS, en un intento de intimidar, amedrentar y boicotear esta producci¨®n y, yendo m¨¢s all¨¢, en una clara intenci¨®n de poner en marcha una campa?a de desprestigio con el probable objetivo de acabar con nuestra instituci¨®n y la credibilidad de las personas que la forman¡±.
Un extremo que no s¨®lo desmiente ¡°tajantemente¡± el comit¨¦ de empresa de la Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla, sino que le ¡°resulta muy sorprendente¡±: ¡°No entendemos c¨®mo unos m¨²sicos profesionales y compa?eros de profesi¨®n pueden caer en esta provocaci¨®n de las administraciones¡±. As¨ª lo se?ala el presidente del comit¨¦ de empresa de la ROSS, Miguel Dom¨ªnguez, que este jueves ha liderado la manifestaci¨®n que ha transcurrido por las calles principales del centro hist¨®rico de la capital sevillana para ¡°denunciar p¨²blicamente¡± esta situaci¨®n.
¡°La primera sorpresa, realmente, ha sido la decisi¨®n del Maestranza, que por primera vez en nuestra historia rompe el convenio de colaboraci¨®n por el cual la Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla es la encargada de realizar las producciones oper¨ªsticas del teatro¡±, explica Dom¨ªnguez. Un tema ambiguo, sin embargo, puesto que el presidente del comit¨¦ de empresa se refiere a un acuerdo del a?o 1994, ¡°que se cre¨® sobre un n¨²mero concreto de programas, que entonces eran 20 de abono y cinco producciones del teatro, que se han ido moviendo a lo largo del tiempo¡±, como tambi¨¦n explica Javier Men¨¦ndez, que asegura que no es la primera vez que se acude a otra formaci¨®n musical ante la imposibilidad de la ROSS de estar en el foso.
Un extremo, sin embargo, al que los m¨²sicos le dan otra lectura: ¡°Ese convenio se ha ido modificando, pero no precisamente a nuestro favor. Ahora mismo estamos en 12 programas de abono y siete producciones para el teatro. Nuestra sensaci¨®n es que estamos desapareciendo del teatro de la Maestranza¡±, apunta Miguel Dom¨ªnguez.
Para el comit¨¦ de empresa de la ROSS, la cancelaci¨®n de su participaci¨®n en las seis funciones de Tosca supone una ¡°clara vulneraci¨®n¡± del derecho a la huelga. ¡°Somos empresas independientes pero con una vinculaci¨®n muy estrecha: compartimos patronos, espacio y programaci¨®n, y hay jurisprudencia para poder valorar este hecho tan grave como una vulneraci¨®n de nuestros derechos fundamentales¡±, prosigue Dom¨ªnguez, que asegura que est¨¢n estudiando una denuncia ante la inspecci¨®n de trabajo y, ¡°si cabe, una demanda a la empresa y a los m¨²sicos que vayan a participar en esta producci¨®n¡±, en lo que el comit¨¦ de empresa de la ROSS considera ¡°un caso flagrante de esquirolaje¡±.
¡°Nos consta que el Teatro est¨¢ contratando tambi¨¦n a m¨²sicos de manera independiente. La Orquesta B¨¦tica de C¨¢mara tiene una plantilla muy peque?a, de 35 m¨²sicos, y para una ¨®pera como Tosca se necesitan 70¡å, a?ade.
En cuanto a sus reivindicaciones, que este jueves segu¨ªan encima de la mesa del SERCLA, Dom¨ªnguez la resume en ¡°conseguir una financiaci¨®n que garantice el futuro de la Orquesta¡±. Esto pasa por la recuperaci¨®n salarial, la ocupaci¨®n de las 13 plazas vacantes (11 m¨²sicos y 2 administrativos), ¡°y la recuperaci¨®n de nuestra temporada de abono, que ha pasado de 22 a 12 conciertos anuales¡±, enumera Miguel Dom¨ªnguez.
Los m¨²sicos de la ROSS reclaman tambi¨¦n la construcci¨®n en Sevilla de un auditorio sinf¨®nico que le libere de las estrecheces de compartir casa con el Teatro de la Maestranza: ¡°Somos la cuarta ciudad de Espa?a y la ¨²nica que no tiene un auditorio. Valencia, con la que nos podemos comparar, tiene dos orquestas, un teatro y auditorio. La falta de sensibilidad y de conciencia para conservar este proyecto como se cre¨® en 1991 es m¨¢s que evidente. Lo que nos llega de la Junta de Andaluc¨ªa es que nos vamos a convertir en una orquesta low cost sin ninguna perspectiva de futuro¡±, denuncia.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.