Vox contra la Nueva Bauhaus Europea: el partido ultra rechaza una arquitectura sostenible, conciliadora y plural
Creada en 2021, esta iniciativa del Parlamento Europeo apoya proyectos que combinan ciencia, arquitectura, arte y tecnolog¨ªa
La escuela Bauhaus cambi¨® el mundo. El arquitecto Walter Gropius dirigi¨® su primera sede, en Weimar (Alemania) en 1919. Su objetivo era colaborar para reconstruir Europa tras la Primera Guerra Mundial. Se trataba no solo de sobrevivir. Tambi¨¦n de mejorar. Por eso esa escuela pionera deshac¨ªa la frontera entre el Arte, con may¨²sculas ¡ªla pintura, la escultura, la m¨²sica o la arquitectura¡ª y las artes aplicadas ¡ªla cer¨¢mica o la ebanister¨ªa¡ª que tan esenciales son en la construcci¨®n de un mundo mejor.
Arquitect¨®nicamente, la Bauhaus se tradujo en una imagen internacional. Y, aunque no fue, en absoluto, la primera arquitectura global ¡ªsolo hay que fijarse en las interpretaciones que cualquier estilo: el del orden griego, romano o neocl¨¢sico; o el del desorden, barroco, rococ¨® o art nouveau, han tenido en el planeta¡ª s¨ª cambi¨® la faz de las ciudades. ?Por qu¨¦? Porque propon¨ªa una arquitectura digna para todos. El tiempo ha demostrado que la mejor arquitectura desnuda, es decir moderna, debe cuidarse y mantenerse. Construida solo para rebajar el coste econ¨®mico, se convierte en la arquitectura pobre.
M¨¢s all¨¢ de la uni¨®n de las artes y de la vivienda digna para todos, la puerta que la Bauhaus quiso abrir a principios del siglo XX fue la de la formaci¨®n de las mujeres. Ninguna de estas propuestas interes¨® al partido nazi que acab¨® expulsando la Escuela y a sus directores de Alemania. Hitler reubic¨® as¨ª la modernidad en las universidades de Estados Unidos con Walter Gropius, su primer director, a la cabeza de la Graduate School of Design, GSD en Harvard. Y Mies van der Rohe, el ¨²ltimo director, a cargo del Illinois Institute of Technology. Solo hay que fijarse en la huella que Van der Rohe dej¨® en Chicago (la suya y la de sus ep¨ªgonos) para entender qu¨¦ expuls¨® Hitler de la cultura europea.
En esa estela de colaborar y romper fronteras, en 2021 la Comisi¨®n Europea cre¨® la Nueva Bauhaus Europea para, de nuevo, borrar las fronteras entre disciplinas ¡ªcultura, arte, ciencia o tecnolog¨ªa¡ª y fomentar un dise?o capaz de responder a las urgencias actuales. Hoy se premia la supervivencia, es decir, la sostenibilidad y la inclusi¨®n social. Interdisciplinar, conciliadora, colectiva y plural, la iniciativa se ide¨® para fomentar un esfuerzo com¨²n para enriquecer el continente en lugar de preocuparse solo por hacerlo rentable. Sin embargo, Vox incluye en su programa para las pr¨®ximas elecciones del d¨ªa 23 la siguiente propuesta: ¡°Rechazamos por ello proyectos globalistas como la llamada Nueva Bauhaus europea que impulsan los bur¨®cratas de Bruselas, que, con la coartada del fanatismo clim¨¢tico y la eficiencia energ¨¦tica de los edificios pretende uniformizar la realidad de nuestras ciudades¡±.
Entre los ¨²ltimos premiados espa?oles hay espacios urbanos y rurales regenerados (La Fabrika de toda la vida), patrimonio cultural conservado (Azotea de Xifr¨¦, Jard¨ªn Silvestre) y hasta estudios universitarios: el Grado en Dise?o de la Universidad de Navarra.
Ante la renuncia de VOX a una entidad que busca actualizar los valores europeos, llama la atenci¨®n la defensa de la arquitectura tradicional que hace el partido. ?C¨®mo piensa conservarla? ?Momific¨¢ndola?
Como bien c¨ªvico, adem¨¢s de art¨ªstico, la arquitectura se ha transformado a lo largo de la historia para mantenerse ¨²til, vigente y viva. Tal vez haga falta recordar que el Museo Reina Sof¨ªa fue hospital, que el Parque del Retiro era un coto privado de caza ¡ªpara la realeza¡ª o que en el Museo Naval de Barcelona (Las Atarazanas) se fabricaban barcos.
La Nueva Bauhaus propone unir, rescatar, salvar. As¨ª, vela por el patrimonio inmaterial europeo que son los oficios art¨ªsticos: los artesanos que trabajan con n¨¢car, vidrio o cuero cuyas destrezas pone en peligro la rentabilidad econ¨®mica de la producci¨®n industrial. ?Un partido pol¨ªtico que busca, no ya el progreso, la supervivencia de un continente y una cultura, puede hacer campa?a contra esto?
Pero hay m¨¢s: uno de los pilares de la Nueva Bauhaus Europea es el llamado Pacto Verde. Los edificios pasivos son capaces de acumular la energ¨ªa que precisan para funcionar. Hoy hay en Espa?a escuelas (Colegio Brains de Madrid de DL+A) y hasta bloques de vivienda p¨²blica (Torre Bolueta de Bilbao de VArquitectos) que cumplen con la normativa standard passive house. Europa tiene adem¨¢s algunos inmuebles, como el Ayuntamiento de Friburgo ¡ªde Ingenhoven architects¡ª calificados como edificios activos. Es un paso m¨¢s: son construcciones capaces de acumular m¨¢s energ¨ªa de la que necesitan para funcionar, que vierten el excedente en las redes p¨²blicas de energ¨ªa. Esto, como la contaminaci¨®n, o el tr¨¢fico a¨¦reo, nos afecta a todos. Por eso no deber¨ªa discutirse. Calificarlo de fanatismo clim¨¢tico en un programa electoral demuestra, cuando menos, desconocimiento.
Las consecuencias de aislar mejor, reciclar el agua de lluvia o las aguas grises, no son una novedad. Hace lustros que figuran en la normativa europea de construcci¨®n para poder reconstruir el continente. Es curioso que a una de las caras m¨¢s visibles de Vox, la arquitecta Roc¨ªo Monasterio, este dato se le haya escapado. Tal vez no. La arquitectura que vela por reducir el consumo energ¨¦tico en la construcci¨®n y el funcionamiento de los edificios es, evidentemente, un negocio. Pero busca poder ser negocio mejorando el mundo. Esa mejora colectiva, por encima del enriquecimiento econ¨®mico de unos pocos, es lo que, parece ser, VOX no quiere en su programa.
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