La Espa?a despoblada que quiere ser rescatada por la orden de Cluny
Pueblos de Palencia y Le¨®n con edificios rom¨¢nicos promovidos por los monjes franceses en la Edad Media buscan la declaraci¨®n de Patrimonio Mundial de la Unesco para visibilizar el legado cluniacense y generar turismo y empleo joven
En el a?o 2012, el monasterio de San Salvador de O?a (Burgos) acog¨ªa la edici¨®n de turno de la exposici¨®n Las edades del hombre bajo el t¨ªtulo Monacatus. Una proyecci¨®n sobre el coro permit¨ªa revivir, siquiera durante unos segundos, los cantos de los antiguos monjes benedictinos. Finalizada la muestra, aquellos cantores virtuales volvieron a hacer las maletas para regresar al pasado. Aquel viaje, aquella secuencia visual, parece haber inspirado la may¨²scula aventura en la que un grupo de pueblos de las provincias de Palencia y Le¨®n lleva varios a?os embarcado. Los promotores trabajan en la reconstrucci¨®n de la antigua red de emplazamientos que, en torno a la poderosa abad¨ªa francesa de Cluny, trajeron a la zona su ¨¦poca de mayor apogeo hist¨®rico y, a la Pen¨ªnsula, un nuevo estilo arquitect¨®nico, el rom¨¢nico. El territorio, fuertemente golpeado en la actualidad por la despoblaci¨®n, reclama ahora, casi un milenio despu¨¦s, el metaf¨®rico regreso de los monjes negros para recuperar acaso una peque?a parte de aquel esplendor perdido.
Localidades como Carri¨®n de los Condes o Sahag¨²n, que apenas superan los dos mil vecinos, y otras visiblemente m¨¢s peque?as, como Villasirga (169 habitantes) o Nogal de las Huertas (46), forman parte de un ambicioso proyecto de ¨¢mbito transnacional, que engloba a un centenar de lugares radicados en ocho pa¨ªses. Quien lidera la recuperaci¨®n de los antiguos enclaves de car¨¢cter religioso, econ¨®mico y cultural impulsados por la orden de Cluny en torno a los siglos X y XI es la Federaci¨®n Europea de los Sitios Cluniacenses. El reto que se ha marcado el organismo con sede en la Borgo?a francesa est¨¢ a la altura de una red que puso los cimientos del actual continente europeo: presentar en 2025 la candidatura ante la Unesco para su inscripci¨®n de estos bienes en la lista de Patrimonio Mundial.
Pese a la dimensi¨®n internacional que ha adquirido la empresa, su germen tiene mucho que ver con la investigaci¨®n de los or¨ªgenes medievales en el monasterio palentino de San Zoilo. La reconversi¨®n del edificio en hotel a principios de los noventa ha permitido a los nuevos responsables identificar elementos rom¨¢nicos ¡ªde la ¨¦poca de Cluny¡ª tan significativos como la antigua iglesia o el primitivo claustro, cuyos restos se encuentran bajo el actual, una obra maestra g¨®tico-renacentista. Los hallazgos han ido alentando al gerente del hotel, Jos¨¦ Antonio Perrino, a investigar y sumar apoyos para rescatar aquella potente red cluniacense bajo cuya actividad el territorio vivi¨® sus tiempos de mayor crecimiento. Esa labor ha llevado a Perrino a convertirse en el primer miembro no franc¨¦s en la directiva de la Federaci¨®n Europea de Sitios Cluniacenses ¡ªactualmente, es uno de sus dos vicepresidentes¡ª, a la que persuadi¨® en 2017 de asaltar el reto de la Unesco.
¡°Hoy miramos m¨¢s a Alemania por el euro que hacia las ra¨ªces que nos hicieron ser europeos. Cluny era econom¨ªa, pero hab¨ªa cosas m¨¢s importantes, como las ideas o la filosof¨ªa, y eso fue lo que nos movi¨® a presentar a la Federaci¨®n una propuesta para poner en valor lo que de verdad nos hace europeos¡±, argumenta Jos¨¦ Antonio Perrino. La idea cal¨® en una instituci¨®n que agrupa a m¨¢s de dos centenares de lugares relacionados con la orden medieval. De ellos, un centenar se sumar¨¢n a la candidatura: el 70% situados en Francia y el resto, por todo el continente, desde Portugal hasta Polonia, salvo la bas¨ªlica de Josafat (Israel) o el actual yacimiento arqueol¨®gico subacu¨¢tico cluniacense que llev¨® los tent¨¢culos de los monjes hasta Turqu¨ªa.
En el caso de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, la corriente cluniacense lleg¨® con fuerza y alumbr¨® la construcci¨®n de numerosos monasterios y otros edificios en torno al Camino de Santiago, con San Zoilo y N¨¢jera como principales embajadores de la orden. Los antiguos territorios de Castilla y de Le¨®n fueron ¡°protagonistas de la historia¡±. Perrino cita, para justificarlo, la celebraci¨®n de ¡°cortes, concilios y matrimonios reales¡±. ¡°Si Castilla pudo sufragar el descubrimiento de Am¨¦rica es porque aqu¨ª se hab¨ªan establecido los recursos econ¨®micos m¨¢s importantes: la comida y el vestido, el trigo y la lana¡±, enfatiza el gerente del hotel. Tambi¨¦n en torno al siglo XI, el monasterio leon¨¦s de Sahag¨²n ¡ªel llamado Cluny espa?ol por su opulencia y declive final¡ª impart¨ªa estudios superiores y ten¨ªa la capacidad de acu?ar moneda propia.
Pero ?qu¨¦ rastro material ha dejado aquel tiempo de esplendor? ¡°La iglesia de San Mart¨ªn de Fr¨®mista es hoy icono del rom¨¢nico y seguimos investigando los or¨ªgenes en San Zoilo, mientras que Sahag¨²n, Nogal de las Huertas o San Rom¨¢n de Entrepe?as han llegado a nuestros d¨ªas en estado de ruina¡±. El agridulce resumen corresponde a Zoilo Perrino, arquitecto t¨¦cnico que hace un lustro impuls¨® la creaci¨®n de la asociaci¨®n Cluny Ib¨¦rica, que agrupa las voces de los ayuntamientos a los que pertenecen los bienes. El colectivo lucha igualmente para revertir el desconocimiento que afecta a este patrimonio, circunstancia com¨²n a la vecina Francia. Y eso porque ¡°tras la Revoluci¨®n, los franceses arrasaron los monumentos cluniacenses m¨¢s representativos y los pusieron en venta como material de construcci¨®n¡±, apuntan desde Cluny Ib¨¦rica, aludiendo al evidente paralelo espa?ol de las desamortizaciones eclesi¨¢sticas, que igualmente tuvieron aqu¨ª un efecto devastador.
Turismo de interior y empleo joven
Hoy, ese viejo patrimonio se ha convertido en una oportunidad. El objetivo ¨²ltimo del sello de la Unesco es la visibilizaci¨®n de un territorio despoblado que necesita oportunidades de futuro. ¡°El proyecto puede generar puestos de trabajo, pero antes tenemos que conseguir que el patrimonio sea un socio vivo de la poblaci¨®n¡±, reflexiona Zoilo Perrino, quien pone directamente el dedo en la llaga: ¡°En un pa¨ªs en el que la cultura compite con el sol y playa, nuestros museos provinciales est¨¢n vac¨ªos. ?Es por falta de inter¨¦s? Quiz¨¢ es que no est¨¢n integrados en la vida social de las ciudades y los pueblos¡±, hipotetiza el presidente de Cluny Ib¨¦rica.
Y en ese reto de hacer atractivo el pasado, aprovechando el creciente inter¨¦s de la sociedad por indagar en sus or¨ªgenes, aparecen las nuevas tecnolog¨ªas. Como el ejemplo de Sant Climent de Tah¨¹ll, cuya proyecci¨®n virtual o mapping se ha convertido en el tir¨®n m¨¢s fuerte del patrimonio rom¨¢nico de todo el valle leridano de Boh¨ª. ¡°Debemos contarle a la gente el recorrido de estos monumentos y la historia de la orden de Cluny, pero no con palabras, sino con im¨¢genes. ?Qui¨¦n puede crear el software necesario? La respuesta est¨¢ en el empleo joven¡±, apunta Jos¨¦ Antonio Perrino. Puestos de trabajos derivados de la actividad tur¨ªstica, pero tambi¨¦n de ¡°otros aspectos no tan obvios¡±. ¡°Debemos integrar a las empresas de la zona para que puedan generar productos vinculados con el patrimonio de Cluny¡±, pone como ejemplo, por su parte, Zoilo Perrino.
¡°Uno de los mayores ¨¦xitos del programa Patrimonio Mundial de la Unesco es la proyecci¨®n que da a los bienes inscritos, con una marca que ha conseguido un claro desarrollo cultural y econ¨®mico¡±, asegura Enrique Saiz, arquitecto especialista en patrimonio y responsable t¨¦cnico de la candidatura de los Sitios Cluniacenses. ¡°Tenemos la esperanza fundada de que muchos de estos sitios, que est¨¢n ubicados en territorios rurales, puedan experimentar un impulso notable gracias al mayor conocimiento que la Unesco puede dar a sitios dignos de ser visitados, dentro, adem¨¢s, de un ¨¢mbito tur¨ªstico de calidad¡±, asume el ex director de Patrimonio de Castilla y Le¨®n.
Sin embargo, como en cualquier reto de esta magnitud, el camino ser¨¢ largo y complejo. ¡°El principal valor no est¨¢ solo en la creaci¨®n de una gran red internacional en la Edad Media, sino tambi¨¦n en el desarrollo cultural, social y pol¨ªtico que supondr¨ªa el n¨²cleo de los futuros estados europeos¡±, sostiene Saiz, quien reconoce, no obstante, que ¡°el hecho de que se trate de una propuesta transnacional, de la que forman parte ocho pa¨ªses (aunque se canalice a trav¨¦s de uno solo, Francia), aumenta la complejidad¡±. Promotores y t¨¦cnicos coinciden, en todo caso, en que, aunque el objetivo final no se consiga, el trabajo ¡ªla b¨²squeda de nuevas formas de interrelaci¨®n entre los sitios cluniacenses de distintos pa¨ªses¡ª habr¨¢ merecido la pena. Incluso en el escenario menos optimista, puede que los monjes de la orden de Cluny escuchen desde el pasado la llamada de estos territorios de la Espa?a despoblada y regresen al presente, como los de O?a, pero esta vez para quedarse.
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