La poes¨ªa desborda C¨®rdoba: filas interminables, encuentro de generaciones y visitas nacionales en Cosmopo¨¦tica
El festival que re¨²ne a vates del mundo cumple 20 a?os y ha consolidado un p¨²blico de diferentes edades que excede el aforo de las sedes
Falta media hora para que la vig¨¦sima edici¨®n de Cosmopo¨¦tica d¨¦ el pistoletazo de salida y al menos 100 personas ya hacen filas improvisadas en la puerta del teatro G¨®ngora, ubicado en una calle que conecta la zona monumental de C¨®rdoba con su centro comercial. Son las 19.30 del viernes 29 de septiembre y los 34 grados prueban que el verano se niega a abandonar la regi¨®n andaluza. Durante esa noche y hasta el pr¨®ximo 7 de octubre har¨¢n cola cincuentones que aseguran haber estado desde la primera versi¨®n del evento, veintea?eros ¨¢vidos de poes¨ªa y ni?os acompa?ados por sus padres. Gente que ha llegado de M¨¢laga, Sevilla, Ciudad Real o Granada. El festival internacional de poes¨ªa Cosmopo¨¦tica ha convivido en 20 a?os con gobiernos de Izquierda Unida, del PSOE y ahora del PP, ha resistido dos grandes crisis como la recesi¨®n del 2008 y el coronavirus, y ahora se queda peque?o para acoger a tanto p¨²blico.
Carmen Jim¨¦nez, de 41 a?os, y Lidia Romero, de 38, han estado en otras ediciones y este a?o quieren escuchar, entre otros, a Ida Vitale, Antonio Mu?oz Molina y Rosario Villajos, quien adem¨¢s es amiga del instituto. Su ¨²nica ¡°queja¡± son las sedes, que a su juicio se est¨¢n quedando peque?as. ¡°Si esto es una inauguraci¨®n, por qu¨¦ no lo han hecho en [el teatro] Axerquia, por ejemplo¡±, dice Jim¨¦nez. ¡°Un sitio con entrada libre y un lugar reducido puede limitar la proyecci¨®n de Cosmopo¨¦tica¡±, agrega Romero. Tal vez sus preocupaciones se disiparon minutos despu¨¦s con la generosidad de Ida Vitale, quien ya abri¨® el festival en 2008. A la uruguaya, ganadora del Premio Cervantes en 2019 y pr¨®xima a cumplir 100 a?os en noviembre, no le detuvo su tos cr¨®nica para leer algunos versos de Donde vuela el camale¨®n, in¨¦dito en Espa?a hasta el pasado jueves, cuando se public¨® en Lumen.
Hasta 600 asistentes por actividad registra el festival, cuenta el director, Antonio Agredano (C¨®rdoba, 43 a?os). El G¨®ngora llena la noche del viernes su capacidad de 576 sitios al 99% con contados asientos vac¨ªos de personas que reservaron la entrada gratuita y no acudieron. Mientras, afuera, otros no tienen suerte intentando entrar sin boletos o llamando a amigos de la organizaci¨®n que puedan conseguirlos en ese momento. No es el caso de las hermanas Roc¨ªo e Inmaculada G¨®mez, quienes aprovecharon el fin de semana para salir de Sevilla y asistir al evento: ¡°Viendo que cada vez hay m¨¢s gente, sacamos las entradas con anticipaci¨®n¡±, dice la mayor, Roc¨ªo, de 60 a?os.
El teatro G¨®ngora ¡ªun edificio referente de la arquitectura cordobesa del siglo XX construido entre 1929 y 1932 y que pas¨® a ser parte del Ayuntamiento de C¨®rdoba en 2004, despu¨¦s de un periodo de abandono¡ª sirve apenas de lugar de bienvenida. Es la renacentista Sala Orive la que alberga la gran mayor¨ªa de las actividades. El techo transl¨²cido, una grieta causada por el terremoto de Lisboa de 1775 y de la que ahora emana una iluminaci¨®n y los huecos que atestiguan una construcci¨®n antigua hacen del lugar un sitio id¨ªlico que se hermana con la poes¨ªa. Sin embargo, su reducida capacidad para acoger como m¨¢ximo a unas 200 personas oblig¨® a la organizaci¨®n a colocar sillas y una pantalla afuera del lugar, en los jardines que conforman el conjunto del Palacio de Orive en el centro hist¨®rico de la ciudad. La situaci¨®n m¨¢s extrema se produjo en la edici¨®n del a?o pasado cuando 200 personas se quedaron fuera para escuchar al granadino Luis Garc¨ªa Montero, poeta y director del Instituto Cervantes.
El director Agredano est¨¢ de acuerdo en que se nota cada vez m¨¢s que los espacios se empiezan a quedar peque?os, pero asegura que no ocurre as¨ª con todas las actividades. ¡°Vamos a ver c¨®mo es la inercia estos a?os, si el cuerpo nos pide buscar un sitio un pel¨ªn m¨¢s grande. No quiero ser perverso, pero a veces que haya cola para ver poes¨ªa tiene tambi¨¦n algo de po¨¦tico¡±, dice quien particip¨® como un joven escritor de 23 a?os en la primera edici¨®n del Cosmopo¨¦tica en 2004. El autor de libros como Pr¨®rroga (Belgrado 76, 2021) o En lo mudable (Libros del K.O., 2014) ¡ªobras que mezclan futbol, C¨®rdoba y sentimientos ¡ª comanda desde hace seis a?os una iniciativa que tuvo entre sus fundadores al experiodista de EL PA?S Rodolfo Serrano o el exalcalde Manuel P¨¦rez y por la que han pasado premios Nobel de Literatura como Herta M¨¹ller, Wole Soyinka y Svetlana Alexi¨¦vich, adem¨¢s de escritores de la talla de Leonardo Padura, Petros M¨¢rkaris, Juan Villoro, Adonis o Rafael C¨¢denas, entre muchos otros.
La Sala Orive acogi¨® el s¨¢bado a otro de los Nobel que pasaron por C¨®rdoba: Le Cl¨¦zio, uno de los nombres internacionales destacados de este a?o, junto a Vitale, el irland¨¦s John Banville y el argentino Eduardo Sacheri. El autor de m¨¢s de 40 libros, a quien la revista The French Literary Review nombr¨® como el mejor escritor franc¨¦s vivo en base a una encuesta de 1994, cosecha leales seguidores que viajaron a C¨®rdoba solo para escucharlo. Es el caso de Macarena Ant¨®n, de 24 a?os, licenciada en literatura franc¨®fona y que viene desde M¨¢laga. O un grupo de tres chicas estudiantes de filolog¨ªa francesa que decidieron acudir a Cosmopo¨¦tica por primera vez para escuchar al nizardo.
Con un marcado acento franc¨¦s pero nutrido de un amplio vocabulario espa?ol que, dijo, aprendi¨® leyendo las cr¨®nicas espa?olas de la conquista, Le Cl¨¦zio defendi¨® la pluralidad y supervivencia de las lenguas y coment¨® su ¨²ltimo libro de relatos, El amor en Francia, recientemente publicado por Lumen.
Un sitio con entrada libre y un lugar reducido puede limitar la proyecci¨®n de Cosmopo¨¦tica¡±
La nueva generaci¨®n
Si con la intervenci¨®n del franc¨¦s la organizaci¨®n ya tuvo que despachar a algunos asistentes a los asientos de fuera, con el escritor y m¨²sico Rayden (Alcal¨¢ de Henares, 38 a?os), Orive se desbord¨®. La convivencia entre adultos y j¨®venes se vio sustituida por una ola de j¨®venes que no pasaban de los 25 a?os. Parejas y cuadrillas de amigos hac¨ªan una cola que llegaba hasta la calle. El ocurrente y alegre alcala¨ªno ha decidido que dejar¨¢ la m¨²sica de forma definitiva para dedicarse de lleno a la escritura.
Ganador en dos ocasiones de los campeonatos de Red Bull Pelea de Gallos y autor de seis discos que navegan entre el hip hop y el pop, Rayden es la prueba viva del alcance de Cosmopo¨¦tica entre la generaci¨®n m¨¢s joven. Pero no es la ¨²nica raz¨®n que atrae a este segmento al festival. Entre ese p¨²blico est¨¢ Manuel L¨®pez, de 23 a?os, quien asegura que asisti¨® por primera vez al evento en 2017, cuando ten¨ªa 17 a?os. Ahora ha venido a escuchar susurrar la guitarra del gijon¨¦s Nacho Vegas, quien cerr¨® la inauguraci¨®n.
No quiero ser perverso, pero a veces que haya cola para ver poes¨ªa tiene tambi¨¦n algo de po¨¦tico¡±Antonio Agredano
Silvia Fern¨¢ndez (25 a?os) acude este a?o a Cosmopo¨¦tica por primera vez como espectadora, despu¨¦s de participar en dos ocasiones anteriores en los talleres que ofrece el evento. Cursos que incluso incluyen a ni?os con las secciones de Cosmopeque. No en vano Agreda se afanaba: ¡°Una de las cosas que m¨¢s me emocionan como director es ver entre el p¨²blico gente que ni siquiera hab¨ªa nacido cuando naci¨® Cosmopo¨¦tica. Estamos convenciendo, seduciendo a much¨ªsima poblaci¨®n, eso en un festival po¨¦tico me parece algo a tener en cuenta¡±.
El personaje C¨®rdoba
Esta nueva generaci¨®n se alinea con sus predecesores en el orgullo de sentirse cordob¨¦s y celebrar a la ciudad como fuente de inspiraci¨®n. ?Qu¨¦ hace que en C¨®rdoba exista una tradici¨®n po¨¦tica desde la antig¨¹edad con Ibn Zaydun hasta el sustancial grupo C¨¢ntico del siglo XX, pasando por G¨®ngora? ¡°Hombre, pues solo tienes que darte una vuelta por el entorno¡±, responde un feligr¨¦s de Cosmopo¨¦tica. Una vuelta por el puente romano que atraviesa el Guadalquivir, por la juder¨ªa, por los floridos jard¨ªnes que toman toda la ciudad o por el sincretismo cultural y religioso que tiene su ep¨ªtome en la mezquita-catedral.
¡°C¨®rdoba es tambi¨¦n el personaje de una historia. Es un personaje tr¨¢gico, muy pasional, un poco ¨¢spero en algunos tramos de la narracia¨®n. Tiene un componente l¨ªrico que va m¨¢s all¨¢ de sus creadores, algo que tiene que ver con su anatom¨ªa, con sus calles y arquitecturas, con su costumbre de escucharnos hablar de nuestros sentimientos y ambiciones¡±, evoca Agredano. El regocijo de su gente en los vestigios del verano que se extiende desde la plaza de las Tendillas hasta los Jardines de la Victoria parece estar lejos de la melanc¨®lica, ¡°lejana y sola¡± C¨®rdoba de la que Garc¨ªa Lorca hablaba en el poema que bautiz¨® con su nombre. La ciudad con m¨¢s bienes patrimonio de la Humanidad inscritos en la Unesco, donde cada dos por tres se descubre un yacimiento nuevo, postula ahora, despu¨¦s de 20 a?o seguidos, a Cosmopo¨¦tica como su m¨¢s nuevo s¨ªmbolo y emblema.
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