Dos breves libros consistentes

?ltimamente, algunas de mis caminatas o paseos acaban convirti¨¦ndose en investigaciones policiales. Pero sustit¨²yase caminatas por lecturas y se ver¨¢ que con ¨¦stas me sucede lo mismo, pues termino los libros habi¨¦ndolos transformado en largas excursiones detectivescas nacidas de lo le¨ªdo. Ayer, sin ir m¨¢s lejos, di con dos hipn¨®ticos, breves y bien consistentes libros ligeros que, una vez le¨ªdos, me llevaron a otros lugares, a otros mundos, inspecciones de todo tipo.

Uno era La casa, relato de Julien Gracq que, a los 17 a?os de su muerte, han publicado en Perif¨¦rica. De la impecable aparici¨®n de este in¨¦dito deber¨ªan aprender aquellos que publican el texto p¨®stumo de un gran escritor sin molestarse en ver si est¨¢ a la altura de la obra que realizara en vida. Porque, en el caso de Gracq, salta a la vista que no es precisamente un cuento insustancial, sino lo contrario. Escrito poco antes de 1950, cuando terminaba Las orillas de Sirtes, est¨¢ entre lo mejor de lo que escribiera este gran autor. Porque La casa ¡ªcomo nos dice la traductora Vanesa Garc¨ªa Cazorla en su magn¨ªfica posdata¡ª sintetiza ¡°el imaginario gracquiano en su m¨¢s pura esencia¡±.

?Su m¨¢s pura esencia! Faltaba medio siglo para que en 2007 la obra de Gracq llegara a su final, pero La casa, esa pieza fabulosa de finales de los a?os cuarenta, conten¨ªa en s¨ª misma toda la literatura ¨²nica de Gracq. ?nica, s¨ª. Porque, lo dijo Proust, los grandes escritores no han hecho nunca m¨¢s que una sola obra, o m¨¢s bien han refractado a trav¨¦s de diversos medios una misma belleza que aportan al mundo.

El otro libro, breve y denso y con certificado port¨¢til, es Por qu¨¦ Georges Perec. Lo publica La U?a Rota. Se recomienda a los perecquianos llevarlo siempre a mano por si, como ya les habr¨¢ ocurrido alguna vez, cualquier desconfiado les pregunta por qu¨¦ habr¨ªa que leer a Perec. El muy port¨¢til libro contiene 237 respuestas, pero podr¨ªa llevar un mill¨®n doscientas treinta y siete m¨¢s. Entre ellas: ¡°Porque su paso epif¨¢nico por el paracaidismo le hizo entender que es necesario saltar al vac¨ªo si se quiere lograr algo de verdad¡±; ¡°Porque Perec ten¨ªa devoci¨®n por lo peque?o, por lo irrisorio¡±; ¡°Porque Sophie Calle dec¨ªa que le hubiera gustado tener todas las ideas de Perec¡±

El libro lo firma Kim Nguyen Baraldi, joven que corre por Barcelona y naci¨® en Bruselas, de madre italiana, en 1985. Que yo sepa, es alguien que espera siempre, en la plaza Clichy, a que la lluvia deje de caer. Y, seg¨²n dicen, todos los 23 de junio visita una librer¨ªa de la ciudad donde est¨¦ y compra un ejemplar de La vida instrucciones de uso de Perec, que deja en manos del librero o librera con instrucciones muy precisas: regalarlo a una persona que aparezca por el local poco antes de las ocho de la tarde.

Julien Gracq y Kim Nguyen Baraldi. Acercarse a ellos es iniciar largas excursiones detectivescas nacidas de lo le¨ªdo y de lo que leer¨¢s.