Una brillante generaci¨®n de mujeres espa?olas j¨®venes est¨¢ grabando pop de altura
Nombres como Alba Morena, Judeline, Travis Birds o Alice Wonder conforman una escena con vasos comunicantes: buenas voces, textos que hablan de las inquietudes de los veintea?eros y respeto por los cl¨¢sicos
Resulta parad¨®jico comenzar un reportaje sobre cantantes veintea?eras citando a un grupo que se fund¨® cuando ellas no hab¨ªan nacido. Pero aqu¨ª estamos, en la sala El Sol de Madrid, escuchando la cristalina voz de la catalana Alba Morena (24 a?os) acariciando la letra de Qu¨¦date en Madrid, de Mecano. ¡°Qu¨¦ canci¨®n m¨¢s bonita ?no?¡±, dice la artista cuando el tema acaba a un p¨²blico al que le ha faltado suspirar durante la interpretaci¨®n. ¡°Ojal¨¢ la hubiese escrito yo. Pero no: es de Jos¨¦ Mar¨ªa Cano¡±, contin¨²a Alba Morena. Seguramente muchos de los j¨®venes que llenan la sala no hayan escuchado nunca el nombre de ninguno de los integrantes de Mecano.
Cuatro d¨ªas despu¨¦s, Alba Morena, sentada en una terraza del centro de Madrid, donde se mud¨® hace un a?o desde su Salou natal, justifica su mirada por el retrovisor: ¡°Estamos en un momento de mucha despersonalizaci¨®n, quiz¨¢ por influencia de las redes sociales. Lo que m¨¢s cuesta hoy es encontrar cosas que tengan profundidad. Existe much¨ªsima m¨²sica, pero buena parte de ella es superficial. Por eso miro al pasado, para encontrar letras y m¨²sicas de calado: Antonio Vega, Robe Iniesta, Violeta Parra, Silvio Rodr¨ªguez, Mecano¡¡±.
Morena pertenece a una generaci¨®n de cantantes y compositoras espa?olas con caracter¨ªsticas comunes: mujeres, juventud, voces brillantes, textos trabajados que expresan lo que sienten los j¨®venes hoy y apertura musical para exponer una mezcla de g¨¦neros que no admite las l¨ªneas rojas. La lista es larga: Valeria Castro, Judeline, Travis Birds, Ede, Alice Wonder, Alba Morena, Amore, Sara S¨ªstole¡ La periodista Marta Espa?a (29 a?os) lleva tiempo informando sobre estas artistas en publicaciones como Rockdelux y tiene un diagn¨®stico: ¡°La falta de referentes en un nicho hist¨®ricamente marcado por cuartetos de pop-rock masculinos ha hecho que la nueva hornada de mujeres busque modelos lejanos y particularidades estil¨ªsticas fuera del propio circuito¡±, cuenta por tel¨¦fono.
Judeline es una joven gaditana de 21 a?os con un pu?ado de canciones editadas (la ¨²ltima Mangata¡) y cuyo primer disco se publica despu¨¦s del verano. A pesar de su poco bagaje musical, su proyecto ya ha atra¨ªdo a festivales como Cala Mijas y sus conciertos se llenan. ¡°Creo que se ha derribado una barrera: la de copiar lo que se hace de Estados Unidos y otros pa¨ªses. Las mujeres espa?olas de mi generaci¨®n estamos muy inspiradas en el folclore y tambi¨¦n en el pop y rock de los ochenta, en la m¨²sica de la ¨¦poca de nuestros padres que luego nosotros fusionamos con sonidos actuales¡±, dice Judeline por videollamada mientras se seca la melena despu¨¦s de una ducha.
Si la mirada al pasado en busca de una narrativa potente est¨¢ ah¨ª, tambi¨¦n existe una ruptura con el contenido de esa narrativa. En la canci¨®n Yo te quiero pero, Alba Morena habla de salud mental y del autocuidado como prioridad. Todo, confrontado al atosigante mundo consumista que vivimos desde hace d¨¦cadas. ¡°Yo te quiero, pero tengo que producir¡±, canta la catalana, que en este terreno s¨ª ve una brecha con moldes anteriores. ¡°Es un avance que hemos hecho sobre la gente de la edad de mis padres. Ellos no ten¨ªan tiempo para llorar, porque llorar era para los d¨¦biles. El mensaje era: c¨¢llate y trabaja. Dicen que nosotros somos la generaci¨®n que nos hundimos ante cualquier cosa. Bueno, creo que somos la primera generaci¨®n que miramos hacia la espiritualidad, que es un despertar de la conciencia para valorar la vida donde es muy importante el autocuidado mental¡±, explica. Y a?ade: ¡°Ahora crecemos m¨¢s lento. Mi madre me dice alguna vez: ¡®Yo con tu edad ya estaba casada y embarazada¡¯. Est¨¢ claro que yo con 24 soy mucho m¨¢s ni?a de lo que era mi madre para sus padres a esa edad. Nos cuesta m¨¢s hacernos adultos, tambi¨¦n porque nos cuesta m¨¢s comprarnos una casa, con los sueldos que hay y con lo que cuestan. Yo me veo much¨ªsimo m¨¢s ni?a que mi madre. En muy poco tiempo ha cambiado todo much¨ªsimo¡±.
Todas son mujeres y j¨®venes, un colectivo al que desgraciadamente todav¨ªa le cuesta m¨¢s esfuerzo abrirse camino. Marta Espa?a lo explica as¨ª: ¡°Son proyectos unipersonales donde ellas procuran tomar las riendas en la mayor parte del proceso. En mi opini¨®n, es un comportamiento muy asociado a aquello que narra Virginia Woolf en Una habitaci¨®n propia: las mujeres no pueden ocupar el espacio de los hombres, as¨ª que necesitan uno propio en el que moverse como les plazca¡±. La madrile?a Travis Birds (33 a?os), con tres discos ya editados, cree que esta escena es producto de ¡°un movimiento general de la sociedad de empoderamiento femenino¡±. Judeline detalla: ¡°Siento que al ser mujer tienes que dar m¨¢s explicaciones. Debes demostrar el triple las cosas y estar m¨¢s expuesta a las cr¨ªticas. Aunque haya hoy mucha m¨¢s conciencia feminista, por la educaci¨®n machista que nos ha dado la sociedad se critica m¨¢s a una mujer que a un hombre. S¨ª, est¨¢ claro que al ser mujer y joven sientes que te toman menos en serio¡±.
Algunas de estas artistas provienen de entornos acad¨¦micos (Alba Morena) o se han formado en familias de m¨²sicos (Alice Wonder o Judeline). Este conocimiento les alienta a producir su propia m¨²sica. Morena se ha instalado en un peque?o estudio en su piso alquilado de Legazpi (centro-sur de la capital) y ¡°est¨¢ enganchada¡± a la elaboraci¨®n de m¨²sica para ella o para otras cantantes. Miman los textos hasta conseguir un universo personal. Por ah¨ª trascienden. A Birds le impuls¨® a escribir ¡°una ¨¦poca horrible¡±, con 19 a?os. ¡°Estaba amargada y empec¨¦ a actuar en modo autom¨¢tico, sin pensar. Y eso me llev¨® a no valorar si pod¨ªa o no tocar un instrumento, o si pod¨ªa o no escribir. Empec¨¦ a hacerlo para disfrutarlo y sin pretensiones. Y fue un estallido: me encontr¨¦ a m¨ª misma¡±, cuenta por tel¨¦fono. Por medio de sus experiencias vitales, Birds conecta con un p¨²blico que ha pasado por situaciones similares. En ¨²ltimo trabajo, el alabado Perro deseo, el hilo conductor es el deseo: poner en un primer plano la parte animal del ser humano.
Aceptan el reto del folclore, pero siempre matizado, m¨¢s ligero que en propuestas como la de Rozal¨¦n o S¨ªlvia P¨¦rez Cruz. La voz de Alba Morena formula giros copleros, y en Judeline surgen pespuntes de flamenco¡ ¡°El folclore espa?ol es un tesoro absoluto. Me gusta coger de vez en cuando esos rasgos¡±, se?ala Travis Birds. Otra de las peculiaridades es lo poco amigas que son de las clasificaciones por g¨¦neros musicales, como se?ala Birds: ¡°Me intento alejar de las etiquetas. Valoro la m¨²sica en general, estoy abierta a todos los estilos y a lo mejor dentro de unos a?os estoy grabando algo que no tiene nada que ver con lo de ahora¡±.
Valeria Castro (Canarias, 24 a?os) firm¨® uno de los mejores discos del a?o pasado para Babelia. El ¨¢lbum se llama Con cari?o y con cuidado y descubre a una cantante en plenitud vocal a pesar de la juventud. En este trabajo la compositora se amarra a su tierra, La Palma, y convierte en bella poes¨ªa una tragedia como la erupci¨®n del volc¨¢n Tajogaite de 2021, que afect¨® a la casa de su abuela. De este episodio surgen canciones incluidas en el disco, como Ra¨ªz o Un hogar. ¡°Crecer en una isla es ser consciente de los l¨ªmites que hay alrededor y por ello fijarte m¨¢s en las cosas peque?itas¡±, ha contado Castro. De un lugar recoleto es tambi¨¦n Judeline, de Los Ca?os de Meca (C¨¢diz), de apenas 300 habitantes. All¨ª se crio y le dedica unas canciones que huelen a mar y a tierra, siempre pasadas por sonidos actuales: Trafalgar (inspirada en el faro de la zona) o Marisucia, el nombre de la playa pegada a su casa. ¡°Viv¨ª en Los Ca?os hasta los 17 a?os¡±, cuenta. ¡°Mis padres todav¨ªa residen all¨ª. Se compraron hace 50 a?os un terrenito enano e hicieron unas casas y ahora las alquilan¡±. Judeline asume que no fue f¨¢cil crecer en un lugar tan peque?o. Recuerda viajes en autob¨²s interminables para llegar al colegio, localizado en pueblos m¨¢s grandes. ¡°Como mi padre es venezolano yo nunca he ceceado. Era la ¨²nica en la clase que no lo hac¨ªa, y me marginaban. Pero cuando me alej¨¦ de all¨ª [ahora vive en Madrid] empec¨¦ a valorar mi tierra. Por eso tengo canciones donde revivo las sensaciones de crecer all¨ª¡±.
Para subrayar su filiaci¨®n a su tiempo, algunas experimentan con el autotune: buenas voces que abrazan una herramienta muchas veces (y equivocadamente) relacionada con gente que no sabe cantar. Judeline apunta: ¡°Me gusta mucho c¨®mo se adapta el autotune. Es un recurso m¨¢s. Lo utilizo como una herramienta musical y sin abusar¡±. La cantante de Los Ca?os cuenta que entre lo que m¨¢s escucha los ¨²ltimos meses est¨¢n Nino Bravo y Julio Iglesias. ¡°La letra y la interpretaci¨®n de Me olvid¨¦ de vivir me parece una genialidad¡±, apunta.
Alba Morena abraza propuestas de hoy, como James Blake y Caroline Polachek, pero su concierto de la sala El Sol, en ese que version¨® a Mecano, comenz¨® con un audio de una entrevista de 1991 a Antonio Vega, donde el compositor de El sitio de mi recreo explica con su voz honda: ¡°Es un mundo dif¨ªcil el de la m¨²sica, y en Espa?a particularmente dif¨ªcil. Se trata de no venirse abajo nunca por las zancadillas que te puedan poner, hacer las cosas con la mayor honestidad posible, dar rienda suelta a la imaginaci¨®n y ser lo m¨¢s honrado posible con uno mismo. Creer en lo que haces firmemente y seguir con ello hasta el final¡±. As¨ª funcionan ellas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.