Sandi Hilal, arquitecta palestina: ¡°Lo que est¨¢ pasando en Gaza est¨¢ conectando diversas luchas en el mundo¡±
La creadora, ganadora de un Le¨®n de Oro en la Bienal de Venecia, explica en el IVAM la hospitalidad ¨¢rabe y su proyecto de descolonizaci¨®n de los territorios ocupados
La arquitecta palestina Sandi Hilal creci¨® con la primera intifada, la revuelta popular contra la ocupaci¨®n israel¨ª de finales de los ochenta y principios de los noventa. Vio c¨®mo ¡°cerraban¡± su escuela y c¨®mo al poco ya hab¨ªan encontrado de nuevo profesores y un espacio alternativo para continuar las clases, para seguir viviendo. Su compromiso con pr¨¢cticas arquitect¨®nicas de descolonizaci¨®n en Palestina y Europa le vali¨® el pasado a?o a DAAR, el colectivo que forma con el italiano Alessandro Petti, el prestigioso Le¨®n de Oro de la Bienal de Arquitectura de Venecia a la mejor participaci¨®n. La investigadora y activista, de 50 a?os, reconoce que su formaci¨®n es m¨¢s deudora de su experiencia personal, de la vida de su abuela, de su madre, que de una escuela de arquitectura en particular.
Palestina es, as¨ª pues, parte indisociable de su vida y su trabajo, adem¨¢s de centrar la actualidad internacional. Minutos antes de empezar esta entrevista, Espa?a, Irlanda y Noruega anunciaron ayer que reconocer¨¢n el Estado Palestino el 28 de mayo. Halil asiente, pero quiere ir un poco m¨¢s all¨¢. Sentada en una luminosa sala del Institut Valenci¨¤ d¡¯Art Modern (IVAM), donde ha sido invitada a impartir un curso y una conferencia (hoy jueves) destaca las ¡°interesantes¡± reacciones internacionales que se est¨¢n produciendo, sobre todo protagonizadas por j¨®venes, ante el ¡°genocidio¡± que est¨¢ perpetrando Israel en Gaza, con mas de 35.000 v¨ªctimas mortales seg¨²n los c¨¢lculos del Ministerio de Sanidad del territorio gobernado por Ham¨¢s.
¡°Agradezco cualquier acto de solidaridad. Pero me interesa tambi¨¦n hablar de las consecuencias. Lo que est¨¢ ocurriendo con Palestina, que estamos viendo en directo, est¨¢ creando v¨ªnculos ente gente que no quiere vivir en el mundo en el que vivimos. Est¨¢ conectando diversas luchas en el mundo. Por un lado, es la continuaci¨®n con el movimiento Black Lives Matter. Las vidas palestinas tambi¨¦n importan. Tambi¨¦n hay una identificaci¨®n de la gente que piensa que en la pandemia el control sobre nuestros cuerpos fue excesivo. Pero sobre todo las nuevas generaciones vinculan la lucha por Palestina con la causa clim¨¢tica. Lo vemos en las universidades de Estocolmo, por ejemplo. Vemos a activistas como Greta Thunberg manifest¨¢ndose. Creo que la nueva generaci¨®n se est¨¢ rebelando¡±.
Hilal vive ahora en Suecia con su pareja, Alessandro Petti, tambi¨¦n investigador y profesor universitario. Pero siguen manteniendo abierto en Bel¨¦n (Cisjordania) el estudio que fundaron y en el que han puesto en marcha proyectos sobre ¡°c¨®mo cambiar la arquitectura colonial¡±. ¡°Quer¨ªamos profanarla, desde los ilegales asentamientos israel¨ªes hasta los campamentos militares, pasando por las instalaciones de la ayuda que reciben los palestinos¡±, apunta. ¡°Los palestinos son sujetos activos, act¨²an tambi¨¦n como agentes pol¨ªticos, pero el mundo solo los ve como v¨ªctimas y solo nos permiten hablar como v¨ªctimas y eso tiene consecuencias en su capacidad de actuar¡±, sostiene.
?Qu¨¦ puede hacer una arquitecta, una creadora como ella, en una situaci¨®n tan dram¨¢tica como la actual? ¡°Estamos desarrollando un proyecto en El Cairo, con artistas y profesionales de Gaza. Muchos han tenido que marcharse sin saber si podr¨¢n volver. El Cairo es el ¨²nico lugar seguro, si no est¨¢s en el proceso de solicitar asilo pol¨ªtico. Estamos creando una especie de red, que no es de solidaridad, sino que se basa en el concepto ¨¢rabe de ezwa, que a¨²na el orgullo propio, la pertenencia y el cuidado. La arquitectura permite crear espacios y una manera de estar y actuar juntos, no de manera individual, como respuesta a lo que est¨¢ ocurriendo. En un momento en que nos hemos alejado de nuestras ra¨ªces, nos ayuda a ser fuertes y a respirar¡±.
Habitaci¨®n de acogida
Este espacio en Egipto estaba vinculado inicialmente al concepto de Al-Madhafah, que en ¨¢rabe podr¨ªa traducirse como una habitaci¨®n de acogida. Un espacio que encarna el potencial para afirmar los derechos de quienes residen temporalmente en un nuevo lugar, no solo para albergarlos, sino tambi¨¦n para evitar ser vistos perpetuamente como hu¨¦spedes de paso. Es un concepto clave que Halil explica en sus intervenciones p¨²blicas, al igual que la hospitalidad, componente integral de la cultura ¨¢rabe. ¡°En el mundo ¨¢rabe entendemos que la hospitalidad dura tres d¨ªas, despu¨¦s ya se considera caridad¡±, dice, antes de apuntar la importancia de superar esa visi¨®n delimitadora, a lo que contribuye la noci¨®n de Al-Madhafah.
Hilal sostiene que ¡°la verdadera democracia permite a las personas no solo ser hu¨¦spedes, invitados, sino tambi¨¦n anfitriones, porque tienen sus derechos, adquiriendo una condici¨®n fluida entre hu¨¦sped y anfitri¨®n¡±, que potencia la capacidad pol¨ªtica de actuar y desactiva la pasividad en la que cae en ocasiones el refugiado. Halil ha desarrollado estas ideas en pisos de refugiados en Suecia, en Oriente Pr¨®ximo, en Sicilia, en museos, en ¨¢mbitos diversos.
La arquitecta tambi¨¦n trabaj¨® unos a?os en un programa de mejora para los campamentos palestinos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Pr¨®ximo (UNRWA), acusada por el Gobierno israel¨ª de colaborar con Ham¨¢s. ¡°No es nada nuevo. Hay un intento israel¨ª constante de cerrarla¡±, comenta. Preguntada sobre el ataque del 7 de octubre de Ham¨¢s a Israel, en el que hubo 1.200 muertos y 253 secuestrados, seg¨²n el Gobierno hebrero, Halil contesta: ¡°Esto es un poco como cuando entras en una p¨¢gina de internet y te preguntan si eres humano. As¨ª es como me siento. Soy humana, claro. Me gustar¨ªa preguntar a quien formula esa pregunta si cree que los palestinos tienen el derecho a resistir por su libertad¡±.
Babelia
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