El festival de Avi?¨®n entra en combate contra la ultraderecha
El director del certamen teatral sostiene que ¡°est¨¢ en peligro la libertad de expresi¨®n¡± en Francia si el partido de Le Pen llega al gobierno
Acababa de consumarse una vez m¨¢s la tragedia de H¨¦cuba cuando el creador del espect¨¢culo y tambi¨¦n director del festival de Avi?¨®n, el portugu¨¦s Tiago Rodrigues, entr¨® a escena con un micro en la mano. Era la medianoche del domingo 30 de junio, se hab¨ªa confirmado la victoria del partido de Marine Le Pen en la primera vuelta de las legislativas francesas y Rodrigues anunci¨®: ¡°La responsabilidad hist¨®rica del festival de Avi?¨®n le obliga a contrarrestar la supuesta inevitabilidad de un Gobierno de extrema derecha en Francia convocando una noche de resistencia y debate durante la madrugada del 4 al 5 de julio¡±. Las palabras rebotaron con fuerza en las milenarias piedras de la cantera de Boulbon, el mismo escenario donde Peter Brook estren¨® completo su m¨ªtico Mahabharata, desde las siete de la tarde del 13 de julio de 1985 hasta las siete de la ma?ana del 14 de julio, aniversario de la toma de la Bastilla que inici¨® la Revoluci¨®n Francesa. El p¨²blico estall¨® en aplausos cuando Rodrigues record¨® los valores fundacionales del certamen: ¡°Este es un festival popular, democr¨¢tico, republicano, progresista, antirracista, feminista y ecologista¡±.
La convocatoria no pill¨® por sorpresa a nadie. Tampoco extra?¨® una toma de posici¨®n pol¨ªtica tan clara por parte de un festival sostenido con fondos p¨²blicos de todos los colores y que los franceses consideran una de las joyas de su cultura. No en vano es la cita de teatro contempor¨¢neo m¨¢s importante de Europa. En el contexto espa?ol posiblemente estar¨ªa rodando ya la cabeza de Rodrigues, pero el festival de Avi?¨®n es intocable justo porque representa los valores sobre los que se asienta la idiosincrasia nacional. Por eso mismo ha sido siempre una caja de resonancia social y pol¨ªtica. Con su fundaci¨®n en 1947, Jean Vilar emprendi¨® la reconstrucci¨®n cultural del pa¨ªs tras la Segunda Guerra Mundial y a lo largo de su historia ha vivido momentos convulsos como la huelga de los trabajadores intermitentes del espect¨¢culo que lo paraliz¨® en 2003. En marzo de 2014, en plena campa?a para las elecciones municipales, el entonces director del festival, Olivier Py, asegur¨® que si ganaba la ultraderecha en la ciudad lo trasladar¨ªa a otra localidad. No ocurri¨® entonces, pero otra protesta de los intermitentes oblig¨® a suspender la inauguraci¨®n ese a?o.
Diez a?os despu¨¦s, ¡°la posibilidad de que la ultraderecha tome el poder en Francia no es ya una teor¨ªa, sino una amenaza real¡±, como record¨® Rodrigues en el escenario el domingo. El festival hab¨ªa empezado un d¨ªa antes con la jornada de reflexi¨®n flotando en el ambiente y una concentraci¨®n de trabajadores del espect¨¢culo frente al Palacio de los Papas, escenario principal de la muestra, para expresar su rechazo a la discriminaci¨®n, el racismo y el retroceso social. Desde entonces se han sucedido peque?as manifestaciones en las calles bajo el lema de la solidaridad y es probable que la movilizaci¨®n se intensifique durante la semana de cara a la segunda vuelta del domingo.
El momento culminante ser¨¢ la ¡°noche de resistencia¡±, convocada de manera oficial por el festival en la madrugada del jueves al viernes. Ser¨¢ en el Palacio de los Papas, una vez terminada la representaci¨®n de D?mon. El funeral de Bergman, de la espa?ola Ang¨¦lica Liddell, que inaugur¨® el s¨¢bado una edici¨®n que tiene como invitado de honor el idioma espa?ol. Han confirmado su participaci¨®n activa no solo artistas y figuras de la cultura y la sociedad civil francesa, desde la actriz Jeanne Balibar hasta el rapero y actor Joey Starr, sino tambi¨¦n muchos de los creadores extranjeros que se dan cita all¨ª estos d¨ªas. Cuando la cultura francesa tiembla en Avi?¨®n, el eco resuena mucho m¨¢s all¨¢. A¨²n m¨¢s si puede suponer recortes en un sistema de gesti¨®n y producci¨®n cultural que ha sido modelo para muchos pa¨ªses, entre ellos Espa?a.
Rodrigues ha sido rotundo en sus declaraciones: ¡°La direcci¨®n actual del festival no aceptar¨¢ jam¨¢s colaborar con un Gobierno y un Ministerio de Cultura controlados por la extrema derecha. Est¨¢ en peligro la libertad de expresi¨®n, que es la bandera de esta muestra desde su fundaci¨®n¡±. El director portugu¨¦s, que lleva solo dos ediciones en el cargo y es el primer extranjero en ocuparlo, encarna como pocos el esp¨ªritu de Avi?¨®n. No solo en sus convicciones, sino tambi¨¦n en sus apuestas art¨ªsticas. El espect¨¢culo que estren¨® el domingo en la cantera de Boulbon, H¨¦cuba, pas H¨¦cuba, entremezcla de manera conmovedora y po¨¦tica la tragedia de la reina de Troya recogida por Eur¨ªpides con la de una mujer de este tiempo. Si aquella le arranc¨® los ojos al asesino de su hijo, el rey Polim¨¦stor, justo la persona a quien le hab¨ªa confiado su protecci¨®n frente a los griegos, la de hoy es una madre que pide justicia para su hijo autista, maltratado en el centro donde supuestamente deb¨ªa recibir asistencia y cuidado. Interpretada magistralmente por actores de la Com¨¦die-Fran?aise, la obra ha emocionado en Avi?¨®n por la carga simb¨®lica que adquiere en un momento en el que la protecci¨®n de las personas m¨¢s vulnerables est¨¢ en peligro. El montaje se representar¨¢ en los Teatros del Canal de Madrid el pr¨®ximo enero.
Tambi¨¦n emocion¨® el lunes el estreno de Lacrima, otro de los espect¨¢culos m¨¢s esperados de esta edici¨®n, escrito y dirigido por la francesa Caroline Guiela Nguyen, reverenciada en Avi?¨®n desde que present¨® Saigon en 2017. Es la historia de la confecci¨®n del vestido de novia de una ficticia princesa de Inglaterra, en la que participan una prestigiosa casa de alta costura parisina, un taller de bordado de Bombay y las ¨²ltimas mujeres que dominan la t¨¦cnica del encaje de aguja de Alen?on, catalogado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. La obra entreteje las circunstancias de todos esos trabajadores ¡ªlaborales, familiares, emocionales¡ª y ofrece un fresco de c¨®mo el sistema de producci¨®n global impacta en las vidas de las personas. El Centro Dram¨¢tico Nacional espa?ol participa en la coproducci¨®n de este montaje y lo exhibir¨¢ en el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid del 28 al 30 de marzo de 2025.
Sin embargo, no todo son convulsiones pol¨ªticas en Avi?¨®n. El festival ha sido tradicionalmente tambi¨¦n escenario de grandes innovaciones art¨ªsticas, esc¨¢ndalos y batallas. La primera de esta edici¨®n la desat¨® el mismo d¨ªa de la inauguraci¨®n la espa?ola Ang¨¦lica Liddell, que arremeti¨® en su espect¨¢culo contra varios cr¨ªticos franceses con nombres y apellidos. Al d¨ªa siguiente uno de ellos la denunci¨® por injurias y pidi¨® a la direcci¨®n del evento que se eliminara esa escena. Rodrigues, una vez m¨¢s, record¨®: ¡°Desde sus or¨ªgenes el certamen defiende la libertad de creaci¨®n, la libertad de expresi¨®n y la libertad de prensa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.