La bienal Manifesta llega a Barcelona llamando a la ¡°acci¨®n ecosocial¡±
La gran cita itinerante del arte contempor¨¢neo se expande por 12 ciudades del ¨¢rea metropolitana. La Casa Gom¨ªs y la inmensa sala de turbinas de la antigua central t¨¦rmica de Sant Adri¨¤ son dos de los espacios del festival
La bienal n¨®mada Manifesta llega este fin de semana a Barcelona para celebrar su 15? edici¨®n hasta finales de noviembre. La gran novedad de esta cita europea bianual del arte contempor¨¢neo es que salta de su sede principal, Barcelona, para desplegarse en espacios de otras 11 ciudades y hacerse preguntas sobre la relaci¨®n entre los centros y sus entornos metropolitanos en un contexto de crisis clim¨¢tica y social. Ha sido un reto organizativo may¨²sculo y lo ser¨¢ tambi¨¦n atraer p¨²blico (ciudadan¨ªa, cr¨ªticos, comisarios, directores de museos y todo el ecosistema del arte) y dejar un legado en sus sedes.
En una ciudad como Barcelona, cualquier iniciativa se debate al mil¨ªmetro, pero por ahora no hay aspavientos a favor ni en contra. De la dimensi¨®n de la cita da cuenta que este jueves en Barcelona se respirara euforia en la presentaci¨®n y visitas a los espacios, para las que estaban acreditados 150 periodistas extranjeros. Manifesta 15 tiene un presupuesto de 8,9 millones de euros y la entrada, v¨¢lida para 12 semanas y un n¨²mero ilimitado de visitas, cuesta 15 euros (con los descuentos habituales para colectivos concretos).
La Manifesta 15, pues, no tendr¨¢ una ¨²nica sede sino que se expande por 12. Habr¨¢ tres cl¨²sters tem¨¢ticos que agrupan varias ciudades y buscan que se hable, a trav¨¦s de las artes visuales, de conflictos, de los cuidados y del futuro. Los espacios est¨¢n ubicados, a un lado y otro de la ciudad, en los entornos de los r¨ªos Llobregat y Bes¨°s, y la sierra de Collserola, los tres l¨ªmites de Barcelona. Esta descentralizaci¨®n servir¨¢ para hablar tambi¨¦n de infraestructuras, de movilidad, de espacio p¨²blico, de arquitectura... Por una vez (y simult¨¢neamente) se cuenta con las ciudades metropolitanas para abrir plantear el debate sobre el papel del ecosistema cultural de la periferia, esa zona que no est¨¢ a tiro de metro, pero que existe y suele ser una de las puertas de entrada de los vecinos a las artes visuales. El programa, ideado cuando los comunes de Ada Colau gobernaban en Barcelona, lleva la huella de dos de los responsables del ¨¢rea de cultura entonces: el exministro Joan Subirats y el actual secretario de Estado de Cultura, Jordi Mart¨ª.
Un ejemplo del ¨¢rea dedicada a reflexionar sobre los conflictos, ser¨¢n las intervenciones art¨ªsticas ubicadas en la Casa Gomis (en El Prat de Llobregat), maravilla de arquitectura racionalista y propiedad de una familia de la burgues¨ªa catalana, en pleno delta del Llobregat y a dos pasos del aeropuerto de El Prat. Quienes visiten esta sede escuchar¨¢n pasar sobre sus cabezas un avi¨®n cada minuto, que aterriza o despega de un aeropuerto cuya ampliaci¨®n es objeto de duro debate pol¨ªtico. En el jard¨ªn habr¨¢ performances y en el interior obras con referencias a los retos medioambientales. En el extremo opuesto, y para hablar de futuro, gracias a la bienal se abre por primera vez al p¨²blico la sala de turbinas del complejo de las Tres Chimeneas, la antigua central t¨¦rmica de Sant Adri¨¤ de Bes¨°s, cerrada desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas y llamada a ser un polo p¨²blico-privado de creaci¨®n audiovisual. El adjetivo inmenso se queda corto para un espacio brutal que ha sido acondicionado en los ¨²ltimos meses para acoger arte y p¨²blico bajo tres colosales torres que son el edificio m¨¢s alto de Catalu?a.
Entre los artistas cuya obra est¨¢ en la bienal figuran Judy Chicago, Wu Tsang, Ana Mendieta, Fina Miralles, Jeremy Deller o Carlos Bunga. Y entre los espacios, varios ejemplos m¨¢s de patrimonio industrial, con mayor o menor uso actualmente. En Cornell¨¤ de Llobregat, La Caldereria; en L¡¯Hospitalet, Can Trinxet; en Sabadell, el Vapor Vell. O en Santa Coloma de Gramenet, La Ciba. Otro de los espacios expositivos es la antigua c¨¢rcel que hay en Matar¨®, el primer edificio de uso penitenciario que tuvo pan¨®ptico. Una oferta que requiere una actitud activa del p¨²blico, m¨¢s all¨¢ de la f¨®rmula cl¨¢sica de ir a un museo o exposici¨®n porque ofrecen esto o lo otro.
La fundadora (en 1994) y directora de la Manifesta, la holandesa Hedwig Fijen, ha recordado que esta convocatoria ¡°busca ver Europa a trav¨¦s de los desaf¨ªos que representa¡± y que son parecidos en todas las ciudades. Y ha celebrado ¡°la m¨¢s amplia de las ediciones, 12 ciudades, 12 veces Pristina [la anterior sede]¡± y la apertura al p¨²blico durante 80 d¨ªas de espacios que no suelen estar abiertos. Fijen ha destacado tambi¨¦n la creaci¨®n comunitaria y reposada de muchas de las intervenciones art¨ªsticas, con ¡°ejemplos muy imaginativos que nos hablan de c¨®mo convivir con el entorno construido¡±.
La directora ha se?alado que un 39% de los artistas son locales y ha subrayado ¡°que el arte tambi¨¦n puede ser una fuerza econ¨®mica¡±. Y que se evaluar¨¢ el retorno econ¨®mico de la cita. Habr¨¢ que ver, ha concluido Fijen, si en noviembre Manifesta podr¨¢ ¡°publicar un manifiesto sobre c¨®mo el mundo del arte puede caminar en este sentido, fomentando el llamado a la acci¨®n sobre el futuro de la regi¨®n¡±. En cualquier caso, ha destacado el ¡°trabajo en solidificar redes alternativas por la transformaci¨®n socioecol¨®gica¡± y ha pedido que se creen ¡°espacios seguros para la diversidad, que se invierta en infraestructuras de movilidad verde, y ver c¨®mo se puedan mantener los espacios comunes que se redescubrir¨¢n¡±. ¡°Manifesta quiere actuar de incubadora de estos cambios¡±, ha subrayado.
La sede principal de Manifesta es el antiguo edificio de la editorial Gustavo Gili, otro ejemplo de arquitectura racionalista, esta vez en pleno Eixample de Barcelona. Durante la bienal exhibe tres exposiciones vinculadas a archivos sobre pr¨¢cticas educativas fuera de las escuelas o a historias poco contadas de la metr¨®poli anticolonial. Aqu¨ª, como en cada uno de los 12 municipios participantes, se celebrar¨¢ una focus week, una semana tem¨¢tica para los artistas locales.
Manifesta 15 ha tenido dos comisarios principales. El primer mediador creativo fue Sergio Pardo, arquitecto y gestor cultural afinado en Nueva York. La segunda, Filipa Oliveira, ha definido la actual ¨¦poca de crisis sucesivas como ¡°una casa en llamas¡± y ha asegurado que la bienal ¡°tiene el poder de galvanizar, de crear narrativas para llamar a la acci¨®n replanteando la situaci¨®n con la imaginaci¨®n colectiva¡±. En nombre de los equipamientos culturales del entorno metropolitano, desde la ciudad de Terrassa, Imma Vilches, del departamento de artes visuales, se ha felicitado por ¡°la dimensi¨®n nunca abordada hasta ahora y la apuesta por la descentralizaci¨®n de la cultura¡±, y ha advertido de que ¡°los derechos culturales son un pilar fundamental en la sostenibilidad de las ciudades¡±.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni ha puesto en valor ¡°el papel de los artistas en los debates contempor¨¢neos¡± y ha celebrado acoger ¡°una bienal art¨ªstica de las m¨¢s importantes del mundo, junto a la de Venecia o Sao Paulo¡±. El regidor ha destacado ¡°la regi¨®n metropolitana como hecho cultural¡± y ha celebrado que la cita contemple un amplio programa escolar.
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