Batman de clase trabajadora, Wonder Woman perseguida por migrante y Spider-Man sin poderes: los superh¨¦roes luchan por renovarse
Los iconos del c¨®mic afrontan etapas creativas que intentan repensar algunas de sus claves para seducir a lectores nuevos o asustados por el enredo de tramas anteriores, sin tocar su esencia original
Muchas noches, Peter Parker no puede dormir. No porque salga a combatir el crimen con su disfraz. Ni siquiera lo tiene, ni mucho menos lanza telara?as. Lucha, m¨¢s bien, contra el agobio existencial de sus 35 a?os. Un tanque de caf¨¦ le permite solventar los d¨ªas. Pero la inquietud siempre regresa. Una esposa y dos hijos que ama, un trabajo como fotorreportero. Tendr¨ªa razones v¨¢lidas para estar satisfecho. Algo falta, sin embargo, aunque ¨¦l no sepa lo que es. Para el lector de Ultimate Spider-Man (Panini), en cambio, resulta evidente. Nunca le pic¨® de adolescente una ara?a radiactiva. Ni, por tanto, pudo convertirse en el c¨¦lebre trepamuros. En su flamante reinvenci¨®n en los c¨®mics, firmada por Jonathan Hickman y Marco Checchetto, no es un superh¨¦roe. Todav¨ªa.
Tampoco lo es Wonder Woman. O al menos, el Gobierno de EE UU no la ve as¨ª. Al rev¨¦s, en los tebeos recientes ¡ªpublicados por ECC, escritos por Tom King y dibujados, entre otros, por la espa?ola Bel¨¦n Ortega¡ª pretende expulsarla del pa¨ªs, como migrante clandestina, igual que a las dem¨¢s amazonas. El mundo cambia. Y los mitos de las vi?etas con ¨¦l. Para salvar al planeta, al fin y al cabo, ante todo deben entenderlo. Marvel lo llama Ultimate. DC habla de Amanecer, a lo que seguir¨¢n los proyectos Absolute y All In ¡ªpuede traducirse como ¨®rdago¡ª. El caso es que ambas compa?¨ªas tratan estos meses de modernizar y retocar sus s¨ªmbolos. Para insuflar juventud y originalidad a personajes en edad de jubilaci¨®n o m¨¢s all¨¢. Para simplificar una cronolog¨ªa que ya asustaba incluso al aficionado m¨¢s empedernido. En definitiva, para enganchar a nuevos y viejos p¨²blicos. Y, por supuesto, para que la caja siga sonando.
¡°Todos los aspectos son ciertos, pero dir¨ªa que casi seguramente el ¨²ltimo es el impulso principal. Los artistas se esmerar¨¢n para seguir el mandato de forma creativa¡±, reflexiona Sean Howe, autor del aplaudido ensayo Marvel Comics: la historia jam¨¢s contada, reeditado ahora por EsPop. Aunque lo cierto es que algunas premisas resultan sorprendentes. En Absolute Batman 1, de Scott Snyder y Nick Dragotta, Bruce Wayne perdi¨® a su padre, pero no a su madre. Tampoco tiene, eso s¨ª, su fortuna millonaria. Lo que da pie a un in¨¦dito Caballero Oscuro de la clase trabajadora. La versi¨®n Absolute de Wonder Woman se crio en los bajos fondos griegos, y la de Superman, aun por estrenar, tambi¨¦n promete descolocar a los veteranos del tebeo ¡ªen Espa?a las publicar¨¢ ECC a partir de abril¡ª. Y La Patrulla X repensada por Peach Momoko surgi¨® en Jap¨®n, luce est¨¦tica manga y prescinde de algunos de sus pilares, as¨ª como del liderazgo del profesor Charles Xavier. ¡°Plantearse c¨®mo ser¨ªa la g¨¦nesis de los superh¨¦roes en un mundo completamente nuevo es un ejercicio fascinante¡±, apunta Hickman, principal responsable de Ultimate, en la web de Marvel.
¡°Estas editoriales afrontan un embrollo extra?o: se especializan en narrativas seriales que deben mucho de su poder a su devengada complejidad. Y, a la vez, esta se hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil de absorber por parte del p¨²blico. Atraer nuevos lectores se convierte as¨ª en un desaf¨ªo a¨²n mayor, por todo ese bagaje¡±, agrega Howe. Como indicio, el propio sello Ultimate: ya se us¨® a principios de los 2000, para una anterior modernizaci¨®n de los personajes. De ah¨ª que ahora la web de Marvel explique en una p¨¢gina ¡°todo lo que hay que saber¡± sobre el regreso de esta etiqueta: son 22 p¨¢rrafos, con menciones a varios universos paralelos. Y eso que acaba de empezar.
As¨ª que el reseteo, cada cierto tiempo, se hace necesario y bienvenido. Junto con la introducci¨®n de h¨¦roes m¨¢s conectados con los tiempos modernos, como Miles Morales, Ghost Spider, Ms. Marvel o la Wonder Woman brasile?a Yara Flor. Para modificar a los m¨¢s antiguos, sin embargo, suelen preferirse reformas, m¨¢s que una revoluci¨®n. O incluso cambiarlo todo para, de cierta manera, mantenerlo todo id¨¦ntico. ¡°Se trata en buena parte de atrezzo. La esencia debe permanecer. Contar lo mismo, pero de forma distinta, para otras generaciones¡±, reconoce Alejandro Mart¨ªnez, editor de Panini Comics, que publica las obras de Marvel en Espa?a. ¡°Es un universo creativo m¨¢s grande, compartido con otros artistas, pero me sigo sintiendo independiente de alg¨²n modo. Y a la vez hay peque?as reglas que debo respetar para que siga representando Marvel¡±, declar¨® Momoko al portal especializado Scrant.
Sus nuevos X-Men siguen siendo marginados en busca de encaje en un mundo que los rechaza. Ahora afrontan luces y sombras de las redes sociales, la artista japonesa ha metido algo de body horror en la saga, pero no pod¨ªa introducir algunos personajes, vetados por la editorial. Y el Spider-Man de Ultimate aprende lo mismo que en su primer¨ªsima historia, ideada por Stan Lee y Steve Ditko en 1962: ¡°Grandes poderes conllevan grandes responsabilidades¡±. Solo que, esta vez, la ense?anza no procede del fallecido t¨ªo Ben, que est¨¢ vivo y se ha hecho periodista de investigaci¨®n.
¡°Quer¨ªa partir de lo que amamos de estos personajes y construir a partir de eso¡±, lo resumi¨® Joshua Williamson, uno de los guionistas principales de El amanecer de DC, a la web CBR. Y Tom King explic¨® a Scrant que su Wonder Woman sale precisamente de una reflexi¨®n sobre lo que la hace distinta. Concluy¨® que Batman protege la justicia y Superman el statu quo. La amazona, en cambio, ¡°est¨¢ en contra del sistema establecido. Es una rebelde. Se planta¡±. Justo lo que, por otro lado, el escritor ve reflejado en sus hijos, de 10 y 14 a?os, uno de los objetivos de Marvel y DC.
Mart¨ªnez considera que en realidad sucede desde el mismo origen de estas leyendas. Muchos mitos de Marvel se estrenaron cuando EE UU se empantanaba en Vietnam y arrancaba la revoluci¨®n estudiantil; algunos de DC incluso presenciaron la Segunda Guerra Mundial. Los chavales que leyeron sus primeras historias hoy son abuelos. Los superh¨¦roes nunca abandonar¨ªan a nadie. Y menos a¨²n a sus primeros seguidores. Pero tambi¨¦n necesitan hablar a sus nietos. La oportunidad, de impacto y negocio, se antoja in¨¦dita: por primera vez coinciden tres generaciones dispuestas a escucharlos. Basta fijarse en la cantidad de mochilas infantiles de Spider-Man o Ghost Spider para constatar la vigencia incluso reforzada de algunos personajes.
¡°Son h¨¦roes vivos, y el baile de equipos creativos siempre ha estado ah¨ª. Cada guionista que se hace cargo durante un tiempo largo de una colecci¨®n decide c¨®mo llevarlo. Dentro de los m¨¢rgenes de licencias tan grandes, los considero tebeos de autor. Si los creadores no pusieran su alma en lo que hacen, estos c¨®mics estar¨ªan vac¨ªos desde hace d¨¦cadas¡±, afirma Mart¨ªnez. Aun as¨ª, Howe subraya que desde los ochenta este tipo de iniciativas ha ¡°aumentado sensiblemente¡±. Grandes encuentros, tebeos entrelazados con decenas de personajes, choques antol¨®gicos con villanos (casi) imbatibles. Guerras secretas, La era de Apocalipsis o Civil War han marcado los veranos de apasionados de Marvel que hoy tienen canas e hijos. A la vez, DC ha desatado Crisis muy variadas (de identidad, oscura, en tierras infinitas¡). Y el m¨¢rketing de ambas compa?¨ªas tira de ¨¦pica con frecuencia casi mensual. Se vende un evento mastod¨®ntico, hasta que el siguiente lo sea m¨¢s. Y, una vez terminado, a menudo con alguna muerte relevante, sirve de pretexto perfecto para levantarlo todo de las cenizas otra vez.
Un nuevo comienzo para los h¨¦roes, y para los lectores que se sintieran intimidados por tanta cronolog¨ªa. Adem¨¢s, seg¨²n Howe, la estrategia apel¨® tambi¨¦n a Hollywood, para servirle en bandeja la esencia simplificada de cada personaje. Ah¨ª est¨¢n la taquilla y el impacto en la cultura popular para decir que funcion¨®. Al menos durante un tiempo largo. Porque la compleja red de tramas que enreves¨® a los c¨®mics termin¨® enmara?ando tambi¨¦n a la pantalla. Y tanto Marvel como DC andan buscando, precisamente, una nueva era tambi¨¦n en el cine.
¡°Estamos en un mundo capitalista. Es injusto decir que Marvel intenta hacer caja. No creo que est¨¦ mercantilizando m¨¢s que cualquier otra editorial. Todos los comics deben venderse, si no, no hay industria. Al final, de todos modos, deciden los lectores¡±, apunta Mart¨ªnez. Ahora puede haberlos de todas las edades. Aunque pocas misiones se antojan tan dif¨ªciles como poner de acuerdo a tres generaciones distintas. En muchos hogares cuesta lo suyo. Debe de ser que hace falta un superpoder.
Babelia
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