Sabine McCalla, una Odetta del Caribe que es puro Nueva Orleans

Dicen en Nueva Orleans que la ciudad que vio nacer a Louis Armstrong y el jazz es, en realidad, la ciudad m¨¢s al norte del Caribe, como si perteneciese m¨¢s a un inmenso espacio geogr¨¢fico caribe?o antes que a Estados Unidos. En parte, tendr¨ªa sentido: no solo porque el latido del Caribe se guarda en la metr¨®poli gracias a su ritmo trepidante, su caos divino y sus casas coloridas, pintadas con orgullo y originalidad por sus due?os, sino tambi¨¦n por la dejadez sistem¨¢tica de las administraciones estadounidenses hacia la ciudad. NOLA, tal y como llaman los lugare?os, es una ciudad de Luisiana que, con su esp¨ªritu tr¨¢gico sure?o, vive bastante de espaldas a Estados Unidos.

La ciudad m¨¢s al norte del Caribe tiene una escena musical extraordinaria y siempre efervescente. El alma caribe?a, por tanto, se desprende tambi¨¦n en una m¨²sica variada y vibrante en la que el factor festivo conecta lo f¨ªsico y lo espiritual. La ciudad es como una inmensa orquesta comunitaria donde todo el mundo puede participar en el ritmo callejero. De esta forma, una de las ra¨ªces del gran ¨¢rbol musical de Nueva Orleans viene de la cultura refinada francesa haitiana y su conexi¨®n actual existe, pero apenas se conoce y difunde. Como existe pero apenas se conoce a Sabine McCalla, una cantante y compositora de Hait¨ª que dej¨® Nueva York para irse a vivir a Nueva Orleans porque quer¨ªa asentarse en un lugar entregado a la gran causa de la m¨²sica entendida como un arte comunitario.

Sabine McCalla, de 35 a?os, es la hermana peque?a de Leyla McCalla, una chelista de prestigio internacional que tambi¨¦n est¨¢ asentada en la ciudad y combina m¨²sica cl¨¢sica con jazz de reminiscencias haitianas. Por su parte, Sabine mezcla el folk y el blues con la herencia de Hait¨ª, esos cantos espirituales tan hondos o, en otra cara de una misma moneda, esa efusividad festiva tan simb¨®lica en una comunidad, la negra haitana, tan maltratada por los colonos.

En una entrevista para este peri¨®dico dentro de un reportaje sobre la m¨²sica de Nueva Orleans, Sabine aseguraba la m¨²sica de Hait¨ª y Nueva Orleans son ¡°como dos primas que crecen paralelamente, pero deber¨ªan jugar juntas m¨¢s¡±. ¡°Hay mucho que compartir entre ambas m¨²sicas. Al igual que ha pasado con Nueva Orleans y el folk de Luisiana, deber¨ªa haber m¨¢s intercambios y mezclas¡±, a?ad¨ªa.

El intercambio cultural es la esencia de Nueva Orleans, a¨²n hoy m¨¢s de un siglo despu¨¦s de la eclosi¨®n del jazz a trav¨¦s de las brass bands, las bandas callejeras donde se un¨ªan ritmos, melod¨ªas y experiencias. De esta premisa, Sabine McCalla ofrece un repertorio anclado en los conocidos en la comunidad afroamericana como spirituals, cantos muy viscerales y crudos llenos de emoci¨®n. En su caso, estos cantos conectan con su legado de Hait¨ª mientras su voz, dura como una roca a la vez que dulce como un p¨¢jaro libre, impacta como la de una Odetta. Una voz impresionante, donde no caben las parafernalias y que nace de una ra¨ªz fuerte y unida a un coraz¨®n honesto, como se puede escuchar en su disco Folk. Abruma m¨¢s a¨²n escuchar a Sabine McCalla en directo. No hace prisioneros.

Sabine McCalla tocar¨¢ dentro de la programaci¨®n del HolaNola Lab-Fest, un laboratorio musical que impulsa los sonidos actuales de Nueva Orleans en un di¨¢logo con los sonidos tradicionales de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Su primer concierto ser¨¢ en este viernes 20 de septiembre en Santiago de Compostela, en la sala Capitol, acompa?ada de Max Bien Khan y Duff Thompson, artistazo del que ya di cuentas en esta columna y su disco fue el mejor de 2023 para La Ruta Norteamericana. Los tres estar¨¢n otra vez en Madrid los d¨ªas 27 y 28 de septiembre en el Caf¨¦ Berl¨ªn distribuidos en distintas actuaciones entre el viernes y el s¨¢bado. HolaNola Lab-Fest, como laboratorio musical, fomenta el intercambio art¨ªstico y, por eso, tanto en Santiago como en Madrid todo el plantel de artistas (Sabine McCalla, Max Bien Khan, Duff Thompson, Gina Leslie, Sam Doores, Step Green, Kiki Cavazos, Noel McKain¡­) compartir¨¢n bandas, proyectos e instrumentos en un fabuloso esp¨ªritu comunitario en el que todos tocan para todos.