Diego Schwartzman, un ¡®Peque¡¯ muy grande

Diego Schwartzman (Buenos Aires, 25 a?os) es bajito, el tenista de menor estatura del top-100 y de todo el circuito junto al japon¨¦s Yohihito Nishioka. Ambos alcanzan el 1,70, pero el argentino se ha ganado estos d¨ªas el coraz¨®n de la grada de Nueva York, que se pregunta c¨®mo demonios un jugador tan peque?o (pesa 64 kilos) puede hacer tanto da?o en un territorio de gigantes como el tenis. Para hacerse una idea, basta decir que la altura media en la ¨¦lite masculina es el 1,85 y que el croata Ivo Karlovic mide casi medio metro m¨¢s (41 cent¨ªmetros) que ¨¦l, por primera vez en los cuartos de un gran escenario. Enfrente estar¨¢ Pablo Carre?o.

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¡°Espero que la gente entienda que el tenis es para todo el mundo, no s¨®lo para los altos¡±, explica el 33 del mundo, que al haberse filtrado entre los ocho mejores del US Open dar¨¢ el lunes un salto significativo en el ranking. ¡°A veces ayuda ser alto, porque puedes sacar muy r¨¢pido y desde el fondo puedes pegarle m¨¢s fuerte y porque sus brazos son m¨¢s grandes que los m¨ªos, pero yo siempre fui as¨ª y siempre intent¨¦ mejorar sin pensar en cu¨¢nto med¨ªa¡±, agrega el bonaerense, hincha de Boca Juniors, devoto de Juan Rom¨¢n Riquelme y un asiduo en las gradas de La Bombonera.

El caso es que lejos de ser un condicionante, su escasa envergadura ha ayudado a forjar una mente de granito y, en consecuencia, a un competidor feroz que esta temporada vive su momento m¨¢s dulce. En Nueva York ha ganado a torres como Carlos Berlocq (1,83), Janko Tipsarevic (1,80), Marin Cilic (1,98) y Lucas Pouille (1,85), y ahora afronta al gijon¨¦s Pablo Carre?o (1,88), con el que ha hecho buenas migas. ¡°S¨ª, entre los argentinos y los espa?oles hemos creado un grupo para darle a la PlayStation. Yo juego con el Alav¨¦s y Pablo juega con el Sporting, porque es de all¨ª, pero el que va l¨ªder soy yo¡­¡±, bromea.

El Peque, as¨ª se le apoda, est¨¢ en Nueva York en boca de todos. Y su ascensi¨®n no es casual. Tutelado por Juan Ignacio Chela, suple la carencia de la envergadura con un juego cerebral y un despliegue muy din¨¢mico. Este a?o tute¨® a Rafael Nadal en la arena de Montecarlo y a Djokovic en la de Roland Garros, y aunque en su expediente solo figure un trofeo (Estambul 2016) se est¨¢ haciendo poco a poco un espacio propio en las cotas altas del tenis. ¡°Tal vez lo que he hecho yo pueda servir de ejemplo para otros chicos j¨®venes¡±, expone el jugador jud¨ªo, que comenz¨® a empu?ar la raqueta a los siete a?os.

Hoy (18.00, Eurosport) desafiar¨¢ a Carre?o, otro tenista que sin hacer ruido ha ido escalando. El espa?ol desembarc¨® hace tres meses en los cuartos de Par¨ªs y ahora tiene una oportunidad de oro en Queens, aunque por el camino debe dejar a su amigo Schwartzman, el peque?o muy grande.