Nadal reprime a Cilic y alcanza la final de Shangh¨¢i

Vence y vuela Rafael Nadal, a golpe de final esta temporada, en Shangh¨¢i una m¨¢s para el curr¨ªculo. El n¨²mero uno, intratable desde que pusiese el pie en Nueva York en agosto y ahora en tierras asi¨¢ticas, super¨® al croata Marin Cilic (7-5 y 7-6, en 2h 11m) y se encuentra a un solo paso de elevar el s¨¦ptimo t¨ªtulo del curso, el que ser¨ªa el 76? de su carrera profesional. Para ello tendr¨¢ que batir en el cl¨¢sico del tenis moderno al suizo Roger Federer, que se impuso por 3-6, 6-3 y 6-3 al argentino Juan Mart¨ªn del Potro.

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Se agota el elogio, porque el mallorqu¨ªn vence y vence, y no se cansa de ganar. Encadena ya 16 triunfos consecutivos en superficie r¨¢pida y mira con decisi¨®n al trofeo de Shangh¨¢i, uno de los tres Masters 1000 ¨Cjunto a Miami y Par¨ªs-Bercy¨C que no ha podido conquistar hasta ahora. Otro aliciente m¨¢s, pues, para el mejor tenista de este a?o, en el que acumula ya 10 finales (al margen de los dos grandes y los otros cuatro torneos que ha celebrado) y est¨¢ superando todas las expectativas, porque su dominio se ha extendido m¨¢s all¨¢ de la tierra batida y desmiga rivales con una suficiencia abrumadora.

Cilic (29) plante¨® batalla de principio a fin, muy pegajoso durante todo el pulso el croata, pero menguante en los momentos de la verdad, cuando la situaci¨®n exig¨ªa acierto y sangre fr¨ªa. Y es que ah¨ª, sobre esa delgada l¨ªnea del tenis que separa el para¨ªso del abismo, no hay nadie como Nadal (31), este Nadal que no se inclina nunca, por muy mal dadas que vengan, capaz de revertir los escenarios m¨¢s delicados. Mientras su adversario se arrug¨® cuando ten¨ªa muy cerca la recompensa, ¨¦l se creci¨® cuando el agua sub¨ªa. Esa es la gran diferencia.

El poder mental de Rafa Nadal es tan evidente que cada vez que uno de sus rivales tiene una opci¨®n, termina achic¨¢ndose, como si conociera de antemano el desenlace. Le ocurri¨® tambi¨¦n a Cilic, n¨²mero cinco. El croata (1,98),?represaliado y reprimido este s¨¢bado, sufri¨® de lo lindo en sus dos primeros turnos de servicio ¨Centonces, seis oportunidades de rotura para Nadal¨C, pero se enganch¨® el partido con u?as y dientes. Resisti¨® y conforme avanzaron los juegos fue enderez¨¢ndose y su derecha, muy err¨¢tica al principio, fue dibujando unos paralelos cada vez m¨¢s nocivos.

La t¨¦cnica del escapismo, una vez m¨¢s

De inicio, Rafa Nadal le hizo much¨ªsimo da?o con la bola en movimiento y sostener el servicio era su gran esperanza, pero luego se dispar¨® y fabric¨® su gran oportunidad. Al resto, con 5-4 a favor, dispuso de tres puntos para decantar el primer set, pero el espa?ol escap¨® como el gran Houdini, como tantas y tantas veces; como, por ejemplo, la semana pasada en Pek¨ªn, ante Lucas Pouille. Solucion¨® el entuerto y a ese primer golpe psicol¨®gico le a?adi¨® un segundo, obteniendo ¨¦l la rotura y haci¨¦ndose a continuaci¨®n con la manga. Es su ley: si por circunstancias abre la puerta de vez en cuando y el otro no lo aprovecha, no pasa, la r¨¦plica es un buen zarandeo, la aplicaci¨®n del c¨®digo, su c¨®digo, el registro nadaliano: indulto-castigo m¨¢ximo.

A partir de ah¨ª, a Cilic comenzaron a flaquearle las piernas, aunque no volvi¨® la cara y guerre¨® hasta el final. Se enzarzaron ambos, hubo intercambio de roturas y la resoluci¨®n final lleg¨® en el tie-break, en el que Nadal, el coco, fue otra vez m¨¢s fuerte. Venci¨® y este domingo (a partir de las 10.30, Movistar+ Deportes 2) disputar¨¢ la final de Shangh¨¢i nueve a?os despu¨¦s de aquella derrota contra el ruso Nikolay Davydenko. Si el resultado es positivo, el balear se convertir¨¢ en el tenista con m¨¢s t¨ªtulo de Masters 1000, por delante de Novak Djokovic (30). De vencer, adem¨¢s, enlazar¨ªa tres premios en pista dura, algo que no consigue desde 2013.