Uruguay gana a lo Uruguay

El gatillo en Uruguay no le ten¨ªa ni Luis Su¨¢rez ni Cavani. La llave del triunfo la tuvo la estrategia del Maestro Tab¨¢rez y la cabeza del potente Josema Gim¨¦nez. El defensor del Atl¨¦tico salv¨® al cuadro charr¨²a, sobre todo a los imprecisos Su¨¢rez y Cavani, de naufragar en el estreno en Rusia frente al ¨¢spero Egipto. C¨²per tiene un equipo trabajado en defensa, sin fuerza en ataque desde que Sergio Ramos se fue al suelo con Salah en la final de la Champions. Amargo regreso para el cuadro africano a los Mundiales, dulce victoria para la Celeste, que vuelve a celebrar en el primer partido de una Copa del Mundo despu¨¦s de seis intentos fallidos.?

Con o sin Salah, Egipto es un hueso duro de roer. Es, indudablemente, un equipo made in C¨²per. La ausencia de su chico franquicia, sin embargo, merm¨® mucha (o toda) de la pimienta que tiene el conjunto africano en ataque. Nadie se sorprendi¨® en el Ekaterimburgo Arena. Salah se consagr¨® en el Liverpool como un de los cromos estrella de Rusia pero con el punta en el banquillo, el duelo perdi¨® aliciente aunque no cambi¨® los planes del t¨¦cnico argentino. De entrada, Egipto se le anim¨® a Uruguay, siempre atento para retroceder y pegarse a su portero, El-Shenawy. Nunca, en cualquier caso, astuto para inquietar a la zaga celeste, inquebrantable, bajo el control de Muslera y el mando de God¨ªn.

A Uruguay le cost¨® un buen rato comparecer en el partido. Y eso que al Maestro Tab¨¢rez no le falt¨® nadie. El problema, para la Celeste, es que todav¨ªa no termina de encontrar el punto entre el pasado y el futuro. La historia dice que en Uruguay el f¨²tbol se domina en las ¨¢reas, buenos defensas, buenos delanteros; el presente apuesta por mediocampistas con m¨¢s toque, como Bentancur o Vecino. Pero no aparec¨ªan los volantes, mucho menos los puntas. Cavani y Luis Su¨¢rez quedaban demasiado descolgados del resto de sus compa?eros, espectadores de lujo de los centros sin destino de N¨¢ndez y De Arrascaeta.

Cuando parec¨ªa que no hab¨ªa manera de romper el ritmo plomizo del duelo, Tab¨¢rez meti¨® mano en el banquillo: reemplaz¨® de una tacada a sus dos extremos. Le funcion¨® la estrategia al t¨¦cnico charr¨²a. El problema, sin embargo, era que primero hab¨ªa que sufrir. Nada nuevo para Uruguay. S¨ª sorprendi¨®, sin embargo, la falta de punter¨ªa de Luis Su¨¢rez. Err¨¢tico en el primer tiempo para apuntar definir el c¨®rner de Bentancur, poco clarividente para resolver dos buenas asistencias de Cavani. Siempre con id¨¦ntico resultado, el meta egipcio le gan¨® el pulso al delantero azulgrana. Ni siquiera cuando cambiaron de roles, Uruguay pudo romper el cero. Su¨¢rez asisti¨® de cabeza a Cavani, que sac¨® un fuerte disparo de zurda que solo agigant¨® la figura de El-Shenawy. Lo que no supieron resolver los puntas, lo hizo un defensa. Cuando el reloj rozaba el minuto 90, Josema Gim¨¦nez salt¨® m¨¢s que nadie para gritar, de cabeza, la victoria charr¨²a. Uruguay se impuso en las ¨¢reas, como manda su historia.

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