Ni?os geniales en jaque
La haza?a del indio Praggnanandhaa, gran maestro a los 12 a?os, reabre el debate sobre precocidad y equilibrio educativo
Rameshbabu Praggnanandhaa, recibido esta ma?ana como un h¨¦roe en el aeropuerto de Chennai (la antigua Madr¨¢s, India), va al colegio s¨®lo para los ex¨¢menes porque su prioridad es ser campe¨®n del mundo de ajedrez. De momento es el 2? gran maestro m¨¢s precoz de la historia, a los 12 a?os, 10 meses y 13 d¨ªas. El ajedrez es, junto a la m¨²sica y las matem¨¢ticas, la actividad que produce m¨¢s ni?os prodigio, cuya educaci¨®n no es nada f¨¢cil, como ocurre con casi todos los superdotados o alumnos de altas capacidades.
¡°Tiene la chispa de la genialidad en sus ojos. Pero tambi¨¦n es un ni?o cari?oso y amable, al menos con las personas que considera miembros de su mundo, como yo. Trabaj¨¦ con ¨¦l unos diez d¨ªas, y sol¨ªa preocuparse de llevar mi ordenador y otros detalles de ese tipo¡±, recuerda el espa?ol Elizbar Ubilava, uno de los mejores entrenadores del mundo. ¡°Desde el punto de vista de las relaciones humanas, parece un ni?o bastante normal a juzgar por lo bien que se lleva con su hermana, por ejemplo, y su familia en general, que es de clase social muy humilde¡±, a?ade.
Ese testimonio de un experto muy acostumbrado a tratar con j¨®venes talentos incita al optimismo. De momento, parece que Pragg, como se le conoce en el mundillo del deporte mental, no va a ser una persona tan infeliz como el estadounidense Bobby Fischer (1943-2008), uno de los campeones m¨¢s carism¨¢ticos de la historia: dotado con un cociente intelectual superior al de Einstein, se obsesion¨® con el ajedrez desde ni?o, no fue educado de una manera equilibrada y sufri¨® graves enfermedades mentales.
Adem¨¢s, no ir al colegio (o ir muy poco) no tiene por qu¨¦ conllevar infelicidad. Las famosas tres hermanas h¨²ngaras Polgar (Susan, Sof¨ªa y Judit) no fueron nunca, excepto para los ex¨¢menes, porque sus padres (pedagogos de profesi¨®n) las educaron en casa. Las tres, hoy madres de familia y retiradas de la competici¨®n tras lograr grand¨ªsimos ¨¦xitos en los torneos, llaman mucho la atenci¨®n, pero s¨®lo por aspectos positivos: son pol¨ªglotas, muy cultas, extravertidas, elegantes, amables, de trato social f¨¢cil. Quiz¨¢ porque sus padres promovieron que viajasen mucho desde ni?as y que tuvieran una rica vida social por las tardes cuando estaban en casa.
Hay otros dos casos de portentos con balance humano positivo, aunque no tanto como el de las prodigiosas h¨²ngaras. El ruso de origen ucranio Sergu¨¦i Kariakin, actual subcampe¨®n del mundo, es el ¨²nico que logr¨® el t¨ªtulo de gran maestro a¨²n m¨¢s joven que Praggnanandhaa: en 2003, a los 12 a?os y 7 meses. Casi nunca fue al colegio, pero en 2013 se gradu¨® en Pedagog¨ªa Social por la Universidad de Mosc¨². Y da la sensaci¨®n de ser una persona equilibrada.
El otro tiene un especial inter¨¦s porque se trata sin duda de un genio, que probablemente hubiera brillado mucho tambi¨¦n en otras disciplinas. Es el actual campe¨®n del mundo, el noruego Magnus Carlsen, cuyos padres estimularon mucho su inteligencia desde que era un beb¨¦, no lo presionaron nunca para que jugase al ajedrez y se tomaron un a?o sab¨¢tico para viajar por Europa con Magnus y sus hermanas cuando comprobaron que su hijo superdotado se aburr¨ªa en clase y sufr¨ªa acoso de sus compa?eros. Hoy, a los 27 a?os, Carlsen no es una persona f¨¢cil de tratar, ni resulta sencillo hablar con ¨¦l de algo distinto del ajedrez o el f¨²tbol, pero da la impresi¨®n de ser razonablemente feliz e identifica aquel a?o sab¨¢tico, en el que combin¨® los torneos con las visitas culturales, como el m¨¢s feliz de su vida hasta ahora.
Pero ni Carlsen ni Kariakin podr¨ªan estar a la altura de Gari Kasp¨¢rov, Anatoli K¨¢rpov o Viswanathan Anand en una tertulia sobre temas muy diversos. Como casi todos los grandes maestros sovi¨¦ticos, K¨¢rpov y Kasp¨¢rov recibieron una educaci¨®n esmerada, que se traduce en una cultura general de alt¨ªsimo nivel. Lo mismo ocurre con Anand, capaz de dar una conferencia sobre econom¨ªa, pol¨ªtica internacional o astronom¨ªa. En los tres casos, nunca existi¨® el riesgo de que el ajedrez fuera un monocultivo obsesivo en sus vidas, a pesar de que son tres de los mejores jugadores de la historia.
Anand, tambi¨¦n nacido y residente ahora en Chennai -vivi¨® durante muchos a?os en Collado Mediano (Madrid)-, es el gran ¨ªdolo de Pragg, a quien la prensa india ya perfila como el sucesor natural del R¨¢pido de Madr¨¢s, cuyos ¨¦xitos (pentacampe¨®n del mundo) han disparado la afici¨®n al ajedrez en ese pa¨ªs de 1.300 millones de habitantes. La opini¨®n de Anand no puede incluirse en este art¨ªculo porque durante su escritura estaba volando desde Par¨ªs a casa, pero su esposa, Aruna, ofreci¨® una pista interesante sobre el inter¨¦s que la vieja estrella (11? del mundo a los 48 a?os) siente por el astro en ciernes: ¡°Pragg vendr¨¢ a nuestra casa el jueves para que Vishy le oriente un poco para el torneo Ciudad de Le¨®n, por el que siente un cari?o especial¡±.
En Le¨®n, donde Anand ha triunfado nueve veces, Praggnanandhaa tendr¨¢, del 6 al 8 de julio, tres rivales que tambi¨¦n fueron ni?os prodigio, como casi todas las estrellas del deporte mental: el estadounidense Wesley So (de origen filipino) y los espa?oles Paco Vallejo y Jaime Santos. Esa enorme frecuencia de la precocidad en el ajedrez s¨®lo es equiparable a lo que ocurre con la m¨²sica (Mozart, por citar solo un ejemplo de muchos) y las matem¨¢ticas (Gauss es uno de los casos m¨¢s asombrosos, pero no el ¨²nico). El factor com¨²n de las tres disciplinas es la inteligencia abstracta, lo que se traduce en que la experiencia es importante pero no imprescindible para producir obras geniales, incluso antes de los 14 a?os. Por el contrario, la literatura ha producido muchos menos ni?os prodigio (Lope de Vega, Capote, Rimbaud, entre otros) y no tan precoces, probablemente porque escribir como un genio requiere haber vivido y le¨ªdo lo suficiente, aunque se posean los genes de un genio.
Esa precocidad suele devenir en un salto muy tempranero a la fama internacional. Pragg, recibido hoy como un gran h¨¦roe en ese colegio al que solo va para examinarse, ya ha ocupado grandes espacios en los medios de comunicaci¨®n indios m¨¢s importantes, y est¨¢ acostumbrado a posar para los fot¨®grafos como una de sus obligaciones rutinarias en cualquier pa¨ªs donde juegue.
A su vez, es fama precoz puede generar aislamiento del mundo real, ensimismamiento o incluso obsesi¨®n. Pero, a juzgar por lo que dice su padre, Rameshbabu, el peligro est¨¢ bajo control: ¡°Una de las cosas que m¨¢s me sorprenden de mi hijo es su reacci¨®n, muy moderada, cuando gana y cuando pierde. Lo que realmente le motiva, le apasiona, es su enorme pasi¨®n por el ajedrez. Por eso no le he dado nunca demasiada importancia a que batiese el r¨¦cord de Kariakin. ?l mira mucho m¨¢s lejos, quiere ser campe¨®n del mundo¡±.
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