Alemania, fulminada en un Mundial propio de Hitchcock
Una jornada apasionante acaba con la campeona eliminada a pies de Corea, con M¨¦xico en octavos tras estar muchos minutos en vilo y Suecia como primera de grupo
El no va m¨¢s. En Rusia se vivi¨® una de las jornadas m¨¢s arrebatadoras y excitantes en la historia de los Mundiales. Una intriga a la altura del mejor Hitchcock acab¨® con el campe¨®n, el gigante alem¨¢n, en la lona, zurrado por una ¨¦pica Corea. La electrizante trama tuvo de todo. Con la goleada de Suecia a M¨¦xico (0-3), los aztecas estuvieron a un me?ique de la eliminaci¨®n si con 0-0 hubiera marcado Alemania, un demonio para cualquier rival cuando se ve agonizante. Luego, m¨¢s y m¨¢s suspense.
Fue tan conmovedora la tarde que lleg¨® un momento en el que a la superpotencia alemana no le hubiera bastado ni con el 1-0. Todo M¨¦xico en vilo, con sus muchachos desconcertados a¨²n sobre el campo mientras se eternizaba el choque de los campeones. Toda Alemania consternada ante el batacazo monumental que se pod¨ªa avecinar. Toda Corea del Sur en combusti¨®n ante una inminente victoria de incalculable prestigio. Y un descorche mundial en toda Suecia, donde a¨²n maldec¨ªan su suerte ante la punter¨ªa terminal de Kroos en su desconsolador segundo partido.
A todo esto, por si el desasosiego no fuera suficiente, intervino el VAR en el duelo entre europeos y asi¨¢ticos. Respiraci¨®n asistida para todos los implicados, y tantos y tantos adeptos repentinamente nacionalizados por unos u otros. Sin goles entre Alemania y Corea, el ¨¢rbitro anul¨® por fuera de juego un gol de Kim Young-Gwon. Pero los linces del VAR se percataron de que el chico no estaba fuera de lugar al haberle llegado el bal¨®n de un contrario, de un involuntario punterazo de Toni Kroos, h¨¦roe un d¨ªa, villano otro (ya fall¨® en el tanto de los suecos).
Con el aquelarre alem¨¢n mucho tuvo que ver el f¨²tbol. Alemania no lo tuvo desde su estreno con M¨¦xico. Ni siquiera su bingo en el ¨²ltimo parpadeo ante Suecia le devolvi¨® a la senda esperada. Hace tiempo que la selecci¨®n germana tom¨® nota del modelo espa?ol y se alist¨® al juego m¨¢s sutil que f¨ªsico. De las antiguas trombas de los machotes alemanes y sus arietes como p¨¦rtigas, al f¨²tbol m¨¢s hilado. De nada ha tenido en Rusia, salvo alg¨²n chapoteo de Kroos. Contra Corea, de nuevo ?zil, pilar b¨¢sico en el arm¨®nico formato impuesto en la era L?w ¡ªrenovado, por cierto justo antes del torneo¡ª, evidenci¨® el desplome alem¨¢n. El extrav¨ªo del exmadridista no tuvo remedio ni ante la entusiasta Corea. Sin finura, Alemania tampoco tuvo el vigor que le caracterizaba. Encapsulada Corea, se limit¨® a propagar un mal centro tras otro. Muchos, una gran mayor¨ªa, sin vuelo ni picante, de lo m¨¢s ordinarios. Kroos no tuvo el auxilio de Khedira, sujetado en el dique. Al jugador de la Juve le falta muestrario para articular el juego, y sin llegada resulta rutinario.
Sin gracia y sin chicha, Alemania se vio sometida por las emboscadas coreanas, un equipo al que le va el cuerpo a cuerpo. Desde luego, Corea, en su cuyo organigrama t¨¦cnico figuran los espa?oles Toni Grande y Javier Mi?ano, ex auxiliares de Vicente del Bosque, no se arrug¨®. De hecho, ya en el segundo acto tuvo horizontes m¨¢s que despejados para fulminar a su adversario. La ingenuidad les pudo m¨¢s de la cuenta.
Gripado el equipo, L?w lanz¨® un ¨®rdago con todas las bater¨ªas de asalto: Mario G¨®mez, M¨¹ller, Brandt, Werner, Reus... Nada de nada, salvo un cabezazo de Goretzka desviado con una estirada fant¨¢stica por el portero Woo. Justo despu¨¦s lleg¨® el primer gol de Suecia. Ni as¨ª hab¨ªa dudas de que llegar¨ªa el milagro alem¨¢n, un fen¨®meno cl¨¢sico en este deporte. Y m¨¢xime cuando el ¨¢rbitro decret¨® seis minutos de tiempo extra.
El mundo al rev¨¦s: el prodigio fue coreano. Marc¨® Young-Won. Banderazo del asistente. El ¨¢rbitro que se toca el pinganillo. Chivatazo, consulta a la pantalla y bingo: 1-0. M¨¹ller se desga?itaba con sus camaradas con gestos de que hab¨ªa tiempo. A tenor de su historia futbol¨ªstica, para Alemania el tiempo siempre menguaba m¨¢s lentamente que para los terrenales. De ah¨ª que, a la desesperada, incluso Neuer, su portero, se fuera al asalto. Se supon¨ªa que a rematar, pero al tipo le dio por querer marcarse un regate. Un sainete. De traca. Perdi¨® la pelota y Corea lanz¨® a Son rumbo a la gloria con las puertas celestiales de Neuer abiertas de par en par. La puntilla final a una de las mayores sorpresas de la historia, quiz¨¢s la mayor por la diferencia de tama?o futbol¨ªstico con Corea.
El coreanazo oblig¨® al campe¨®n a salir de Rusia por la gatera. Como ya hicieran al Mundial siguiente de entronizarse Italia (1950 y 2010), Brasil (1966), Francia (2002) y Espa?a (2014). Cuando juega Hitchcock ni los campeones est¨¢n a salvo. En Rusia, y m¨¢s con los ajustes del VAR, que todos tomen nota.
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