Assen no es circuito para cobardes
M¨¢rquez gana en Holanda una carrera con 81 adelantamientos en el grupo de cabeza. Rins y Vi?ales le acompa?an en el podio
No fue una carrera. Fue una sucesi¨®n de adelantamientos.
Y ah¨ª, en los cambios de direcci¨®n, se impuso Marc M¨¢rquez, que sigue sumando y marcando distancias. Y lo hizo en un circuito de esos que ¨¦l se marca en el calendario en rojo, de esos en los que sabe que, seg¨²n tenga el d¨ªa, puede permitirse alguna concesi¨®n, ya que suelen complicarle la vida. Pero ni por esas. No ganaba en Holanda desde el a?o 2014, pero este domingo lo volvi¨® a hacer. Como hizo en Jerez o Le Mans, escenarios dif¨ªciles para el 93 en las ¨²ltimas temporadas. Pero esta parece distinta. Como distinta luce su moto. Esa Honda que se mueve como si le entraran escalofr¨ªos al golpe de gas de su due?o, es tambi¨¦n una moto veloz, potente, ¨¢gil. Y M¨¢rquez la lleva por donde quiere.
Incluso en una carrera que no fue tal. No fue una carrera porque se corri¨® a un ritmo lento ¨Ccomo r¨¢pido se rod¨® dos segundos por debajo de la pole del s¨¢bado, uno m¨¢s lento que el r¨¦cord de la pista¨C, como si los mejores pilotos del mundo tuvieran ganas de meter la rueda en cada curva. Y olvidarse de los tiempos, de la l¨ªnea perfecta.
En una carrera en la que se corri¨® poco, pero los corazones latieron como nunca, el espa?ol marc¨® los tempos con un cambio de ritmo a falta de apenas tres vueltas. Las 23 vueltas anteriores fueron de locos. Las ¨²ltimas tres, igualmente brillantes. ¡°Si no atacabas, no ganabas posiciones¡±, resum¨ªa M¨¢rquez al bajarse de la moto. Assen, claro, no es circuito para cobardes.
Adem¨¢s de m¨ªtico, adem¨¢s de acoger grandes premios de forma ininterrumpida desde 1949, Assen es un circuito tan r¨¢pido, con tal cantidad de curvas, enlazadas, con peralte y una vertiginosa chicane que da entrada a la l¨ªnea de meta, que se convierte en el mejor escenario para el espect¨¢culo motero m¨¢s puro. Es el mejor escaparate para inflarse a adelantamientos. Y este domingo hubo tantos. Imposible contarlos. Imposible recordarlos todos. Tan solo en una vuelta, la 22, no hubo adelantamientos entre el grupo en cabeza, que fue de ocho pilotos. Algunos se produjeron en esas curvas enlazadas y de derechas que preceden al quinto viraje, el primero a la izquierda, all¨ª donde Lorenzo cogi¨® la batuta. Otros en las rapid¨ªsimas seis, siete y ocho, curvas que apenas parecen curva, esas en las que vuelan las Yamaha. Y los m¨¢s: en la curva 15, esa a la que le ten¨ªa cogida la medida Rins, una de las m¨¢s largas, y en ese tr¨ªo majestuoso que forman la 16, la 17 y la 18, a la derecha, a la izquierda y la derecha otra vez, en apenas unos segundos. La chicane en la que brill¨®, como siempre, Rossi.
Hac¨ªa calor, bastante calor para tratarse de los Pa¨ªses Bajos, y un viento molesto. As¨ª que la prioridad, m¨¢s que la velocidad, era cuidar las gomas, que 26 vueltas son muchas. Y mantenerse encima de la moto. El trazado, por corto que lo hayan dejado ¨Cmide 4,5 kil¨®metros, hace poco m¨¢s de diez a?os llegaba casi a los seis¨C exige un control total de los neum¨¢ticos, dado que hay el doble de curvas a la derecha (12) que a la izquierda (seis). Y la mayor¨ªa de pilotos se decant¨® por la goma m¨¢s blanda detr¨¢s. Apenas Dovizioso calz¨® el neum¨¢tico m¨¢s duro. Y Lorenzo, pero lo combin¨® con el blando delante, elecci¨®n que acus¨® en los ¨²ltimos giros despu¨¦s de liderar y ralentizar la carrera durante 13 vueltas.
Fue el mallorqu¨ªn el que brind¨® la primera sorpresa de la jornada. Explosivo, majestuoso en los primeros giros, se coloc¨® a rueda de M¨¢rquez, que sal¨ªa desde la pole, en un tris. Al primer paso por meta ya era primero. Hab¨ªa remontado nueve posiciones. Y mand¨® hasta que se cubri¨® la mitad de la prueba. Entonces a Lorenzo (que acabar¨ªa s¨¦ptimo) lo super¨® su compa?ero de equipo, Dovizioso (cuarto), que liderar¨ªa otros cinco giros.
Pero la carrera no era de nadie y era de todos al mismo tiempo. De modo que tambi¨¦n asumieron el control, primero, Vi?ales, luego M¨¢rquez, y tambi¨¦n Rossi, finalmente quinto. A cuatro vueltas del final, el 93 volvi¨® a ponerse primero. Y apret¨®. Ser¨ªa la ¨²nica manera de que todos los adelantamientos, los toques y los sustos vividos minutos antes no se repitieran en la ¨²ltima curva. A falta de tres vueltas impuso un cambio de ritmo, un segundo m¨¢s r¨¢pido que en el giro anterior, y se asegur¨® el triunfo.
Dos segundos despu¨¦s que M¨¢rquez pasaron por meta Rins, uno de los m¨¢s atrevidos, y Vi?ales, maravillosa su remontada tras una mala salida. Es el primer triplete espa?ol en MotoGP desde el que firmaron M¨¢rquez, Pedrosa y Lorenzo en Alca?iz el a?o pasado. Y la carrera m¨¢s apretada en la historia de la categor¨ªa reina: el 15?, Pedrosa, por cierto, que no sale del pozo, cruz¨® la meta a 16'043 segundos de M¨¢rquez.
81 adelantamientos entre ocho pilotos
¡°No s¨¦ c¨®mo describirlo. Fue una carrera loca¡±. As¨ª empezaba Marc M¨¢rquez su conferencia de prensa despu¨¦s de una carrera, s¨ª, de locos. Que, seg¨²n ¨¦l mismo describi¨®, no fue dura en los f¨ªsico; ¡°lo realmente duro era atacar y, al mismo tiempo, defender tu posici¨®n¡±, a?ad¨ªa. Ni siquiera entiende ahora c¨®mo fue capaz de aguantar encima de la moto despu¨¦s de un toque que tuvo con Rins. Parec¨ªa imposible mantenerse en el sitio. Y, de hecho, lo fue. Solo hubo una vuelta, la 22?, en que no se produjo ning¨²n adelantamiento en el grupo de cabeza, un grupo que fue de ocho pr¨¢cticamente durante toda la prueba y que solo se redujo a cuatro en los instantes finales.
Entre esos ocho pilotos, a saber, M¨¢rquez, Rins, Vi?ales, Dovizioso, Rossi, Crutchlow, Lorenzo y Zarco (por ese orden cruzaron la meta por ¨²ltima vez) realizaron un total de 81 adelantamientos. Los que m¨¢s adelantamientos firmaron fueron Vi?ales y Rossi, con 13 cada uno; les siguieron Dovizioso y Lorenzo, con 12; 11 firmaron M¨¢rquez y Rins; seis, Zarco, y tres, Crutchlow.
Las condiciones de la pista, con el asfalto especialmente c¨¢lido para ser Assen, y much¨ªsimo viento, dieron como resultado una carrera lenta y en grupo. Ninguno pod¨ªa tirar lo suficiente como para abrir distancias con su perseguidor. Todos eran capaces de atacar. Y ninguno se libraba de que le metieran la rueda. ¡°En este tipo de carreras, con viento, con mucha pelea, es donde los pilotos marcan la diferencia. Hay que saber cu¨¢ndo atacar, cuando imponer tu pilotaje. Por suerte, MotoGP todav¨ªa es un deporte en que el piloto es m¨¢s importante que la moto¡±.
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