Nos empe?amos en no sembrar
Sampaoli ha mareado a Argentina sin un plan de juego claro y los jugadores han sido las v¨ªctimas, el primero de ellos, Messi
No fue sorpresa la eliminaci¨®n de Alemania, menos todav¨ªa la de Argentina. A¨²n as¨ª, a pesar de la realidad, a los argentinos nos quedaba esa pica de esperanza, esa confianza en los jugadores, porque ya sabemos que el f¨²tbol a veces es una trampa... Pero no era una esperanza racional. Se han cometido demasiados errores y si vamos en orden, de arriba abajo, el equipo es el ¨²ltimo eslab¨®n de una serie de malformaciones que nacen en los dirigentes y acaban en los futbolistas.
Tenemos una concepci¨®n del ¨¦xito equivocada. Vamos por caminos que no son correctos. Hay ocasiones en que un equipo gana con un t¨¦cnico incapaz, o con jugadores peleados, pero en Argentina nos empe?amos en no gestar, en no sembrar, y no es posible as¨ª conseguir resultados.
Sampaoli no ha tenido ni convicci¨®n ni idea. Ha mareado al equipo sin un plan de juego claro, sin un bloque para potenciar las individualidades. En todo este laberinto, los jugadores han sido las v¨ªctimas. El primero de ellos, Messi. Los h¨¦roes pueden aparecer un d¨ªa. Y ya. El 10 se vio atrapado en un equipo que busca siempre al h¨¦roe como filosof¨ªa, no como juego. El f¨²tbol, en estas circunstancias, ha perdido valor, es un agregado. Francia lo demostr¨®. Es un conjunto que tiene lo b¨¢sico en cuanto a funcionamiento colectivo y a eso le a?ade unos excelentes jugadores. En Argentina no hubo ni ideas ni entrenador. Y Messi, cuando no encuentra refugio en lo colectivo, padece en la cancha. Sampaoli ha buscado potenciar m¨¢s a Leo desde el discurso, en la sala de prensa, que en la cancha. No le ha buscado los jugadores con los que se sintiera c¨®modo en el c¨¦sped, y de ah¨ª esa sensaci¨®n de h¨¦roe abatido, derrotado, puede que incluso rendido. En Argentina, el jugador se pierde en la cancha porque el que est¨¢ perdido es el entrenador. Ahora es el momento de otra revoluci¨®n. As¨ª no se puede seguir. Es necesaria una transformaci¨®n en la formaci¨®n de los jugadores, una estabilidad en la convocatoria de futbolistas, un cambio de preparadores... Mascherano y Biglia no seguir¨¢n, y veremos si Messi tiene ganas de continuar. ?l ve que hay un pa¨ªs detr¨¢s, un pa¨ªs como sistema de pensamiento, que busca el ¨¦xito como sea. Lo que piensa ¨¦l sobre seguir o no ya lo veremos.
Por ¨²ltimo se cita el argumento de las tres finales perdidas como si eso fuera una excusa para lo que ha pasado. Y no, ganar no lo avala todo. Si por un penal se hubiera logrado un t¨ªtulo, las cosas no hubieran cambiado demasiado. Es la hora pues de un debate porfundo de ideas. Argentina tiene la materia prima. A pesar de la devastaci¨®n, siguen saliendo jugadores. Est¨¢ en nosotros volver al primer plano.
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