Colombia se despide con un nueve para la historia y una defensa para el futuro
Con James lesionado, Falcao fue el l¨ªder indiscutible de una selecci¨®n que super¨® las adversidades aferrada los cabezazos de Yerry Mina
Despu¨¦s de tanto nadar, la versi¨®n m¨¢s ¨¦pica de Colombia se ahog¨® en los octavos de final del Mundial. Pese a su derrota en los penales ante Inglaterra, el equipo de Jos¨¦ Pekerman demostr¨® car¨¢cter:?se sobrepuso a las adversidades y se va de Rusia consolidado como un grupo ferozmente competitivo. Cuando supere el guayabo de la eliminaci¨®n, como se le llama en estas tierras a la resaca, el pa¨ªs encontrar¨¢ motivos para celebrar a los suyos.
Falcao?cumpli¨® su postergado sue?o de disputar una Copa del Mundo, pero las molestias musculares le impidieron a James Rodr¨ªguez, el alma de esta selecci¨®n, deslumbrar como hace cuatro a?os en Brasil. El diez solo pudo jugar un partido completo. El equipo termin¨® aferrado a los cabezazos salvadores del colosal Yerry Mina, el central goleador que cur¨® sus penas en la selecci¨®n. En el camino, Pekerman complet¨® con Davinson S¨¢nchez una defensa inexpugnable, y rescat¨® para su causa a Juan Fernando Quintero, otra zurda prodigiosa que complementa al enganche del Bayern de M¨²nich.
¡°Nos vamos con ese sinsabor y la desilusi¨®n de que pod¨ªamos haber clasificado¡±, dijo Falcao tan pronto se acab¨® el encuentro del martes en Mosc¨², optimista sobre la nueva cosecha colombiana. ¡°Los jugadores est¨¢n creciendo y seguro que Colombia volver¨¢ m¨¢s fuerte¡±. El nueve es el l¨ªder indiscutible, goleador hist¨®rico de la tricolor con 30 celebraciones. Aunque a los 32 a?os se mantiene vigente en el M¨®naco, dif¨ªcilmente llegar¨¢ en condiciones a Qatar 2022.
El Mundial se antoj¨® cuesta arriba para Colombia desde el arranque. A los tres minutos de su debut contra Jap¨®n, Carlos La Roca S¨¢nchez cometi¨® un penal que lo dej¨® un gol abajo y con un hombre menos. Casi 400 minutos despu¨¦s, el ¨²nico equipo que se repuso de una derrota en el estreno se marcha con la frente en alto. A partir de aquel rev¨¦s, Colombia se jug¨® tres finales. Gan¨® dos, la brillante goleada 3-0 sobre Polonia y el sufrido triunfo por la m¨ªnima ante Senegal en el cierre de la fase de grupos. La tercera, ante Inglaterra, la empat¨® 1-1 en el ¨²ltimo suspiro, antes de la moneda al aire de los penales. En esos tres juegos decisivos celebr¨® goles de cabeza de Mina, el gigante de Guachen¨¦. El jugador m¨¢s alto de la plantilla del Barcelona, con su 1,95 de estatura, se convirti¨® en la fuerza a¨¦rea de Colombia.
El punto m¨¢s alto fue el juego ante Polonia, el ¨²nico con James a plenitud. En Kazan, Falcao grit¨® el gol que hab¨ªa tenido atragantado cuatro a?os, desde que se perdi¨® por lesi¨®n el Mundial de Brasil, e incluso se dio el gusto de ganar el duelo simb¨®lico de nueves y capitanes ante Robert Lewandowski. Pero sobre todo, en ese partido la nueva generaci¨®n, la misma que se bati¨® por 120 minutos ante los ingleses, dio un paso al frente. James (26 a?os), Quintero (25), Wilmar Barrios (24), Mina (23) y Davinson (22), entre otros, sepultaron la debilidad mental que en el pasado se le ha atribuido a los cafeteros.
Inglaterra, de nuevo el verdugo
Para el juego definitivo, James fue a la grada. Pekerman incluy¨® a Jefferson Lerma junto a La Roca S¨¢nchez y Barrios, un bloque robusto de volantes de recuperaci¨®n. La misi¨®n de surtir a Falcao qued¨® encomendada a Quintero y Juan Guillermo Cuadrado. Tras sus tantos ante Jap¨®n y Polonia, respectivamente, los dos creativos son los ¨²nicos colombianos que han celebrado en dos mundiales distintos.
Frente al equipo de Gareth Southgate, que ha sacado petr¨®leo de los tiros libres y las jugadas de estrategia en este Mundial, los dos imponentes centrales colombianos repelieron el bombardeo de balones al ¨¢rea. La defensa m¨¢s joven del torneo se desenvolvi¨® con solidez frente al temible Harry Kane, compa?ero de Davinson en el Tottenham.
Los penales fueron la maldici¨®n de Colombia. El partido, tenso y r¨ªspido, de muchos roces, solo se destrab¨® en el segundo tiempo cuando La Roca S¨¢nchez forceje¨® con Kane en el ¨¢rea y el ¨¢rbitro sancion¨® pena m¨¢xima. Las repeticiones mostraban que el nueve comenz¨® la refriega, pero en esta ocasi¨®n no hubo VAR milagroso que corrigiera la decisi¨®n, como ocurri¨® ante Senegal tras una correcta barrida de Davinson. Desgracia de unos, fortuna de otros. Kane convirti¨® su tercer penal en Rusia para acumular seis goles, los mismos con los que el ausente James se consagr¨® bota de oro en Brasil.
Pekerman ingres¨® a Carlos Bacca por Lerma, a Mateus Uribe por La Roca S¨¢nchez y, a falta de cinco minutos, retir¨® a un extenuado Quintero por Luis Fernando Muriel. Colombia, un equipo que siempre ha interpretado el juego a partir de su diez, fuera James o Quintero, termin¨® jugando con tres delanteros. En el ¨²ltimo suspiro, jugados a empatar o morir y con el portero David Ospina en el ¨¢rea inglesa, Cuadrado levant¨® el tiro de esquina que Mina, otra vez Mina, martill¨® contra el piso para perforar el arco de Jordan Pickford.
La alegr¨ªa fue ef¨ªmera. En los penales, Ospina le ataj¨® el tercero a Henderson, pero Uribe envi¨® el cuarto de los cafeteros al travesa?o y Pickford le desvi¨® el ¨²ltimo a Bacca. Veinte a?os despu¨¦s, Inglaterra vuelve a ser el verdugo de Colombia. Las l¨¢grimas incontenibles de Ospina en el Estadio del Spartak recordaron el llanto de un impotente Faryd Mondrag¨®n sobre el c¨¦sped de Lens apenas termin¨® el partido frente al equipo de los tres leones que sell¨® la eliminaci¨®n cafetera en Francia 98. Tras aquella derrota, a Colombia le cost¨® 16 largos a?os regresar a una Copa del Mundo, la de Brasil, donde alcanz¨® los cuartos de final. Aunque no pudo repetir esa brillante actuaci¨®n, aquella larga ausencia hoy luce inconcebible. Los colombianos, a pesar de las inoportunas lesiones de sus estrellas, volvieron para quedarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.