M¨¢rquez, la victoria de la paciencia en Sachsenring
El piloto de Honda encadena nueve triunfos consecutivos en Alemania gracias a una carrera en la que mand¨® la inteligencia. Rossi y Vi?ales le acompa?an en el podio
En circuitos como Austin o Sachsenring las carreras se viven como si no hubiera ganado nunca nadie antes de Marc M¨¢rquez. Como si hubiera arrancado una nueva era. Lo de Austin entra dentro de la l¨®gica. El circuito texano entr¨® en el calendario el a?o 2013, el mismo curso que el chico de Cervera debut¨® en la categor¨ªa reina. Y, desde entonces, los americanos no conocen m¨¢s ganador que el 93. En el trazado de la Baja Sajonia ya hab¨ªa ganado en 125cc y en Moto2. Y sigui¨® haci¨¦ndolo, como si nada, en MotoGP. Con la de este domingo, bajo un sol radiante, el espa?ol suma nueve victorias consecutivas. Antes que ¨¦l, solo Giacomo Agostini, entre 1965 y 1973, gan¨® tantas carreras seguidas. Lo hizo en Finlandia. M¨¢rquez, adem¨¢s, a?ade a los triunfos sus respectivas pole position, claro.
Tiene una gracia especial para abordar las curvas a la izquierda. Tantas horas ha pasado entren¨¢ndose en pistas de dirt track, ¨®valos en los que se tumba siempre hacia el mismo lado, el izquierdo; tan abajo lleva su moto, que en las que van a la derecha le molesta el freno trasero y le cuesta controlar la moto. Tanta es su superioridad en los trazados que giran al contrario de lo que lo hacen las agujas del reloj, como Austin o Sachsenring, que este a?o se propuso mejorar tambi¨¦n en el resto. En pistas como Assen, por ejemplo, donde hay el doble de curvas a la derecha. Pero como es el mejor, gan¨® en Assen. Y ha ganado tambi¨¦n en Alemania, donde solo hay tres virajes de esos que le gustan menos. Donde uno se pasa casi toda la (largu¨ªsima) carrera m¨¢s cerca del suelo que en vertical. Donde ¨¦l tira de frenos y trata de controlar bien la derrapada para que las curvas m¨¢s largas no le pasen factura, que ¨¦l es de los que busca el ¨¢pice, no dibujar una circunferencia.
Esta novena victoria en Sachsenring ha sido la menos holgada de las ¨²ltimas cuatro. Si en 2017 sac¨® tres segundos de ventaja y en 2016 casi diez, este domingo cruz¨® la meta con dos segundos de ventaja respecto a Rossi, segundo, por quinta vez en el podio este a?o. Sab¨ªa, lo sab¨ªa M¨¢rquez y lo sab¨ªan todos, que la de este domingo iba a ser una carrera cimentada en la paciencia, en el buen hacer, y en un pilotaje lo menos agresivo posible, que 30 vueltas son demasiadas y los neum¨¢ticos se desgastan much¨ªsimo. Adem¨¢s, se la hab¨ªa jugado desde la parrilla, con una elecci¨®n de neum¨¢ticos (cuando menos) curiosa: la goma m¨¢s dura delante, la blanda atr¨¢s. La elecci¨®n de la delantera no sorprende: acostumbra a necesitar neum¨¢ticos duros delante para apurar la frenada y aprovechar como nadie la entrada de las curvas, su punto fuerte. Que lo combinara con la opci¨®n m¨¢s blanda detr¨¢s s¨ª sorprendi¨®.
Pero supo ser delicado con el gas. Y apretar lo justo. Y esperar el momento adecuado.
Porque, cuando se apag¨® el sem¨¢foro, sali¨® mal. Y en un par de curvas vio c¨®mo Lorenzo y Petrucci se colocaban delante de ¨¦l. Pasar a las Ducati no ser¨ªa tarea f¨¢cil. Frenan bien y saben tapar bien los huecos, especialmente el mallorqu¨ªn. Al italiano lo adelant¨® tras cinco vueltas, en la primera curva. Y se puso a perseguir a Lorenzo, que apenas hab¨ªa ganado una distancia m¨¢xima de medio segundo. Al cabo de 13 vueltas, despu¨¦s de un buen estudio, cubierto el objetivo de no estresar demasiado las gomas en la primera parte de la carrera, M¨¢rquez adelant¨® a su futuro compa?ero de equipo. Esper¨® a la ¨²ltima curva, donde los ataques son menos habituales. Y le tom¨® el interior limpiamente. En apenas cuatro vueltas ya ten¨ªa una renta de un segundo. Y quien le persegu¨ªa ya no era Lorenzo, sino Rossi, que pas¨® de la cuarta posici¨®n a la segunda con tremenda facilidad. Y quiso alcanzar al l¨ªder. Pero en cuanto el espa?ol vio que se le acercaba la Yamaha (se coloc¨® a 0,6s), a diez vueltas del final, dio un apret¨®n m¨¢s. Ah¨ª venci¨®. Le sac¨® un segundo a Rossi. Justo cuando todos sufr¨ªan con sus neum¨¢ticos, ¨¦l firm¨® la vuelta r¨¢pida de la carrera. Y empez¨® a ampliar la distancia poco a poco. Con calma.
Y fue entonces cuando, al tiempo que Rossi se distanciaba de M¨¢rquez, tambi¨¦n lo hac¨ªa Lorenzo del italiano. El 99 hab¨ªa sido el ¨²nico que hab¨ªa apostado por la goma delantera blanda. Y le fue bien. La que no rindi¨® tan bien fue la trasera. Hab¨ªan configurado la Desmosedici para mejorar la entrada a las curvas y aquello le hizo perder agarre. Lo pag¨®, especialmente en la segunda parte de la carrera. Le adelant¨® Petrucci. Y luego tambi¨¦n lo hicieron Vi?ales y Bautista, que acab¨® quinto, reclamando un contrato para el a?o pr¨®ximo. El de Roses, por su parte, complet¨® la remontada con un ¨²ltimo adelantamiento a falta de tres giros. Aprovech¨® la velocidad de la curva ocho, la m¨¢s larga de todas, para ganarle la posici¨®n a Petrucci y hacerse un hueco en el podio. Sus inicios de carrera, con dep¨®sito lleno y goma nueva, son calamitosos. Pero siempre se las apa?a para recuperarse. Tambi¨¦n ¨¦l tir¨® de paciencia.
A las Ducati, sin embargo, no les vali¨® con eso. S¨ª, la Desmosedici ha mejorado en los giros, pero Sachsenring es todav¨ªa demasiado exigente y tiene muy poca recta ¨Capenas 700 metros mide la recta de meta¨C para que se luzcan y tiren de potencia como en otros escenarios. De modo que acabaron sexto Lorenzo y s¨¦ptimo Dovizioso, por delante de Pedrosa, que todav¨ªa no ha vuelto a ser el que era. Ni siquiera en Sachsenring, ese circuito en el que acumul¨® cuatro triunfos. Antes de esta nueva era, claro. Antes de que M¨¢rquez dictara las reglas. Ya lleva cinco triunfos (solo uno menos que en todo el curso pasado). Y una ventaja de 46 puntos al frente de la clasificaci¨®n.
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