¡®Les bleus¡¯, a la fuerza
Los franceses, con un equipo sobrado de recursos, han ido a la suya hasta acabar tambi¨¦n con B¨¦lgica y Croacia
El Mundial no pod¨ªa tener mejor campe¨®n que Francia. A juego con la trayectoria del torneo, la final se decidi¨® a bal¨®n parado y al contragolpe, tambi¨¦n con la intervenci¨®n del VAR, circunstancias que estaban de parte de la selecci¨®n m¨¢s poderosa, la m¨¢s f¨ªsica y, cuando fue necesario, la m¨¢s embustera, reflejada en la falta inexistente a Griezmann que supuso el 1-0. No hab¨ªa m¨¢s consigna que la de ganar y los bleus salieron vencedores a t¨ªtulo colectivo e individual: Griezmann, Pogba, Mbapp¨¦ y Deschamps dejaron su huella en Mosc¨². Habr¨¢ que renovar la lista de aspirantes al Bal¨®n de Oro mientras Deschamps celebra ser campe¨®n como jugador y entrenador al igual que los m¨ªticos Zagallo y Beckenbauer.
M¨¢s que autoritaria, Francia ha sido arrogante en Rusia. No ha dado margen para la sorpresa en una competici¨®n presidida por la ca¨ªda de las figuras y de las favoritas, como la Brasil de Neymar, y si se quiere la Argentina de Messi. A excepci¨®n de Modric, elegido MVP, ning¨²n jugador ha estado por encima de su selecci¨®n y se discute m¨¢s que nunca el modelo que representaban Espa?a y Alemania. En un Mundial de muchas sorpresas, la ¨²nica certeza ha sido Francia. Ha dado la sensaci¨®n de no tener puntos d¨¦biles y de jugar con el marcador, con los rivales, con la gente y con la prensa, como si pudiera marcar un quinto gol si fuera necesario, tan sobrada de recursos que su seleccionador prescindi¨® de Rabiot, de Benzema y de la mitad del equipo que perdi¨® la Eurocopa de 2016.
Deschamps prefiri¨® a Giroud 20 a?os despu¨¦s que Jacquet apostara por Givarch cuando Francia sali¨® campeona en Par¨ªs. Al seleccionador de entonces le criticaron tanto como al actual antes de ganar el Mundial. Hay un parecido entre ambos equipos, sensibles al mestizaje y la inmigraci¨®n, y tambi¨¦n convencidos de que su programa garantiza resultados para Francia. Los bleus formaron con un buen portero a pesar del error en el 4-2 (Lloris); dos excelentes centrales (Varane-Umtiti); un volante que recupera como ninguno (Kant¨¦) y un segundo que se despliega como pocos (Pogba); un velocista r¨¢pido y art¨ªstico como Bolt (Mbapp¨¦) y un excepcional jugador de equipo (el rojiblanco Griezmann).
Francia no ha necesitado siquiera que Giroud rematara a porter¨ªa en los siete partidos de la Copa. As¨ª funcionan los equipos resultadistas; los bleus han dejado que la emoci¨®n, y tambi¨¦n los elogios, se concentraran en los dem¨¢s equipos, en actuaciones como las de B¨¦lgica contra Jap¨®n y Brasil o las de Croacia frente a Dinamarca, Rusia e Inglaterra. No hubo una selecci¨®n m¨¢s admirada que la de los diablos rojos por su actuaci¨®n coral, por el juego de Hazard y De Bruyne; por los movimientos de Lukaku; por el intervencionismo que no exhibicionismo de Roberto Mart¨ªnez; porque nadie fue m¨¢s vertical ni precisa en la carrera que B¨¦lgica.
La velocidad de los belgas se acab¨® cuando se cruzaron con Francia. El equipo de Mart¨ªnez asumi¨® entonces la condici¨®n de campe¨®n moral, m¨¢s o menos como la Hungr¨ªa-54, o la Holanda- 74, o el Brasil-82, y cedi¨® el testigo a Croacia, genuina representante de la improvisaci¨®n y el talento, el polo opuesto a Francia. Ante los equipos cient¨ªficos, contra el big data, frente a lo que representan Moneyball y Brad Pitt, siempre habr¨¢ un momento para reivindicar a Clint Easwood y Golpe de efecto, sobre todo ahora que aumenta la influencia de los deportes americanos en el f¨²tbol ¡ªalcanza con ver el trenecito con el que atacaba Inglaterra los saques de esquina en Rusia¡ª.
As¨ª funcionan los equipos resultadistas; los bleus han dejado que la emoci¨®n y los elogios, se concentraran en algunas actuaciones como las de B¨¦lgica o Croacia
A los rom¨¢nticos les gustaba la Croacia de Modric porque compet¨ªa hasta la extenuaci¨®n y jugaba como se supone se juega al f¨²tbol, a partir de la pelota, sin especular ni miedo, ni siquiera en un Mundial. La vida fue maravillosa tambi¨¦n para Croacia hasta que se top¨® con la inmisericorde Francia. No caben sentimentalismos ante los bleus, que acabaron con los favoritos del p¨²blico para reivindicarse en un Mundial poco innovador, cr¨ªtico con la posesi¨®n, entregado al v¨¦rtigo, a la estrategia y a la t¨¦cnica, como si todo estuviera cada vez m¨¢s pensado y calculado, peleado con Am¨¦rica y con los genios como Maradona. Mandan Europa y la aborrecible por previsible Francia. Y es que ante quienes revindican las paradas de porteros como Pickford o jugadas hermosas como el 2-3 de B¨¦lgica ante Jap¨®n, la s¨®lida Francia dir¨¢ que no hubo un partido m¨¢s divertido que el suyo contra Argentina.
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