M¨¢rquez, hasta la ¨²ltima curva de Buriram
El espa?ol se impone a Dovizioso en la ¨²ltima vuelta y acaricia su quinto t¨ªtulo de MotoGP
Le hab¨ªa ense?ado las cartas. Sab¨ªa cu¨¢l iba a ser su jugada. Por eso pudo ganarle. Por eso pudo ampliar todav¨ªa m¨¢s su ventaja. Hasta los 77 puntos. Y prepararse para cantar el alir¨®n en unas semanas. Seguramente en Jap¨®n, donde se celebra el pr¨®ximo gran premio.
Marc M¨¢rquez gan¨® este domingo el primer gran premio de Tailandia. Cruz¨® la meta unos cent¨ªmetros por delante de Andrea Doviziozo. Porque se encontraron, otra vez, en la ¨²ltima curva. Como en Austria, hace m¨¢s de un a?o. Como en Jap¨®n, el octubre pasado. La diferencia fue que en esta ocasi¨®n gan¨® el de Honda. Porque aprende, porque imita, porque se corrige. Especialmente en la pista. Y, tambi¨¦n, porque no solo no le preocupa arriesgar para ganar, sino que lo necesita. No sabe correr de otra manera. Por eso, a menudo, se lo juega todo al rojo en la ¨²ltima curva de la ¨²ltima vuelta.
Como en Buriram, un circuito con rectas largas y algunas curvas, con dos zonas muy distintas. En los primeros dos sectores hab¨ªa que tirar de motor, tambi¨¦n en esa ¨²ltima curva en la que la frenada era tan importante como la aceleraci¨®n para encarar bien la llegada a meta, que se sit¨²a apenas al girar la esquina. Los sectores tres y cuatro, m¨¢s dulces las l¨ªneas, pon¨ªan a prueba a las Ducati, con menos paso por curva que las Honda, que en cambio sucumb¨ªan al final de aquella larga recta, un kil¨®metro de longitud, al inicio de cada giro. En ese juego de contraposici¨®n se encontraron M¨¢rquez y Dovizioso.
Se tantearon al inicio de la carrera. Nunca hab¨ªan corrido en esta pista, as¨ª que hab¨ªa que andarse con tiento, ser listo y reconocer el terreno antes de apoderarse del escenario. Lo hicieron en cuanto se cansaron de rodar a rueda de Valentino Rossi, que hab¨ªa adelantado a M¨¢rquez al cabo de cinco vueltas. Otras cinco vueltas m¨¢s tarde, eran Dovizioso primero y M¨¢rquez despu¨¦s los que adelantaban al de Yamaha. No pudo el 93 abrir hueco, como no hab¨ªa podido el 46. Y la carrera qued¨® en manos de Dovi, que aprovech¨® que asum¨ªa el liderazgo para sosegar el ritmo. Que 26 vueltas en semejante enclave tropical son muchas.
Fue ¨¦l quien volvi¨® a poner el bal¨®n en juego a falta de diez giros. Aument¨® el ritmo: medio segundo m¨¢s r¨¢pido. Y se engancharon a ¨¦l: M¨¢rquez, el primero; tambi¨¦n las Yamaha despu¨¦s de meses en la oscuridad. Listas para volver al podio, no tanto para discutirles la victoria a los protagonistas de este Mundial.
Porque no hab¨ªa piloto m¨¢s preparado para ganar que Dovizioso. Pero tampoco otro piloto en pista tan decidido a batirle como M¨¢rquez. Quer¨ªa intentarlo. Ganarle le acercaba a su quinta corona en MotoGP. Por eso empez¨® a buscar espacios, a preparar su ataque. Lo intent¨®, primero, a cinco vueltas del final y en esa curva tres (tremenda la frenada) en la que culmina la gran recta de Buriram. Pero aquel no era el mejor sitio. La potencia y la estabilidad de la Ducati son dif¨ªciles de batir. Y se dio por vencido. Entendi¨® que su ventaja estaba en las curvas del ¨²ltimo tramo de circuito. All¨ª se puso en cabeza. Pero, por poco tiempo. En otra fuerte frenada, la de la ¨²ltima curva, le adelant¨® Dovizioso. Que le ense?¨® con qu¨¦ cartas jugaba. Hasta dos veces.
El duelo, limpio, al l¨ªmite, era una delicia.
Y M¨¢rquez quiso decidirlo en la curva cinco, un viraje a la izquierda que guardaba en secreto, para s¨ª, pues all¨ª quer¨ªa ganar la carrera. Pero se le resisti¨® Dovizioso, que alarg¨® la lucha hasta el final. Y cuando parec¨ªa que el de Forli frenar¨ªa el golpe, M¨¢rquez le demostr¨® lo que hab¨ªa aprendido. En la ¨²ltima curva. En esta de Buriram y en la de Austria, hace un a?o. Entonces, como este domingo, la batalla se resolvi¨® en la ¨²ltima curva de una carrera vibrante. En una frenada extrema y en un ¨¢ngulo de 30 grados complejo y dif¨ªcil el espa?ol imit¨® las maniobras de su rival ¨C¡°Hoy nos hemos intercambiado los estilos, he ganado con el Dovi style¡±, dijo¨C. Porque llegados a aquella curva 12, el italiano apur¨® mucho la frenada: se puso por delante y traz¨® el ¨¢ngulo. Demasiado abierto. Una maniobra de defensa. Que no funcion¨®. Porque M¨¢rquez tambi¨¦n fren¨® tard¨ªsimo, su rueda delantera cruzada, la trasera en el aire, y levant¨® la moto con tanta rapidez, sin apenas dibujar la curva, justo en el ¨¢pice, que se col¨® por el interior. Y sali¨® primero. Y cruz¨® primero la meta. Y se apunt¨® su s¨¦ptima victoria del a?o.
Dentro de dos semanas en Jap¨®n podr¨ªa proclamarse ya campe¨®n del mundo por s¨¦ptima vez ¨Ctiene cuatro t¨ªtulos de MotoGP, dos en las categor¨ªas peque?as. Lo har¨¢, b¨¢sicamente, si logra terminar por delante de Dovizioso otra vez, quien para frenarle deber¨ªa recortarle dos puntos. M¨¢rquez, en cualquier caso, todav¨ªa tiene cuatro carreras por delante para ponerse la corona.
Los neum¨¢ticos ayudan a las Yamaha
Con cinco podios Valentino, cuatro Vi?ales, ninguna victoria en las ¨²ltimas 24 carreras, el tercer puesto de este domingo del espa?ol y el cuarto del italiano son el mejor resultado cosechado por los pilotos de Yamaha en los ¨²ltimos meses. Tocaron fondo en Arag¨®n hace pocas semanas y tratan de buscar la salida. Y, aunque sin demasiados argumentos con los que explicar su mejora durante todo el fin de semana, el rendimiento con la M1 ha sido bueno y las sensaciones tambi¨¦n. Si bien, las mejoras experimentadas, fundamentalmente en aceleraci¨®n, podr¨ªan responder sobre todo a la distribuci¨®n en Buriram de unos neum¨¢ticos traseros especiales para el GP de Tailandia.
Michelin ha tra¨ªdo a Buriram unas gomas traseras distintas, pensadas expresamente para esta carrera tan exigente y complicada por las elevadas temperaturas (32? de temperatura ambiente, 49? en la pista). La construcci¨®n interna del neum¨¢tico, m¨¢s robusta, ayud¨® a las Yamaha y limit¨® el rendimiento de los rivales. ¡°Hoy el l¨ªmite lo pon¨ªa el neum¨¢tico, que es tambi¨¦n la explicaci¨®n a por qu¨¦ hubo tanta igualdad en esta pista¡±, dec¨ªa M¨¢rquez. Sea como fuere, Rossi y Vi?ales hicieron carreras totalmente diferentes: el italiano lider¨® la prueba hasta la d¨¦cima vuelta y acab¨® cuarto; el espa?ol escal¨® desde la sexta posici¨®n para, poco a poco, ganarse la tercera plaza del podio. La duda es saber si la mejora perdurar¨¢ en los siguientes grandes premios o fue, solamente, una cuesti¨®n de suerte. O de neum¨¢ticos.
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