Un vendaval de proezas
Del sideral salto de Bob Beamon al ¡®invento¡¯ de Dick Fosbury en altura y la exhibici¨®n de Caslavska en gimnasia, 10 momentos para la eternidad


Desde 1968 s¨®lo se ha batido un r¨¦cord del mundo en M¨¦xico. En 1979 lo consigui¨® el italiano Pietro Mennea en los 200 metros (19,72s). De alguna manera cuestiona la idea de unos Juegos tan favorecidos por la altitud y la novedad de la pista sint¨¦tica que se daba por descontada la ruptura de los r¨¦cords. Se puede hablar, por el contrario, de la eclosi¨®n en M¨¦xico 68 de una de las mejores generaciones del atletismo estadounidense, con velocistas y saltadores portentosos, adem¨¢s del genial Dick Fosbury, el profeta de un estilo desconocido entonces y hegem¨®nico ahora. M¨¦xico 68 produjo resultados extraordinarios. Kenia gan¨® sus primeras medallas de oro, la gimnasta checoslovaca Vera Caslavska igual¨® las cuatro medallas de oro de Jesse Owens en Berl¨ªn 36 y un joven Mark Spitz se estrell¨® cuatro a?os antes de ganar siete oros en los Juegos de M¨²nich.
Fronteras rotas. Los velocistas estadounidenses derribaron las m¨ªticas fronteras de los 100, 200 y 400 metros lisos. Jim Hines baj¨® por vez primera en la historia de los 10 segundos (9,95s). Tommie Smith corri¨® los 200 metros en menos de 20 segundos (19,83s), algo que s¨®lo hab¨ªa conseguido su compa?ero John Carlos en las pruebas de selecci¨®n del equipo de Estados Unidos. La marca de Carlos (19,75s) nunca fue homologada. Corri¨® con las zapatillas tibur¨®n, as¨ª denominadas por su excesivo n¨²mero de clavos. Lee Evans gan¨® los 400 metros con una marca de 43,86 segundos. Nadia hab¨ªa roto hasta entonces el muro de los 44 segundos.
El vuelo de Beamon. El neoyorquino Bob Beamon era el favorito en la prueba de longitud, pero no era un saltador fiable. En su primer intento, salt¨® tan lejos que el visor ¨®ptico no pudo medir la distancia. Su m¨¢xima medida llegaba a 8,60 metros. Los jueces tuvieron que utilizar la cinta m¨¦trica. El proceso dur¨® media hora. Cuando apareci¨® el registro del salto (8,90 metros, 55 cent¨ªmetros por encima del r¨¦cord anterior), Bob Beamon no comprendi¨® la naturaleza de su proeza. Desconoc¨ªa el sistema m¨¦trico. Su compa?ero Ralph Boston le traslad¨® a pies y pulgadas su impresionante r¨¦cord.
Wyomia Tyus repite. Wyomia Tyus gan¨® los 100 metros, bati¨® el r¨¦cord del mundo (11,08 segundos) y se convirti¨® en la primera persona que venc¨ªa en dos finales ol¨ªmpicas consecutivas. Tyus dedic¨® su victoria a Tommie Smith y John Carlos, represaliados despu¨¦s de su c¨¦lebre protesta en la ceremonia de entrega de medallas en la prueba de 200 metros. Ni Wyomia Tyus ni ninguna otra mujer pudo participar en el Olympic Human Right Projects (OHRP), base del movimiento Black Power. S¨®lo pod¨ªan integrarlo hombres.
Ese extra?o Fosbury. Se sab¨ªa muy poco de Dick Fosbury en el mundo del atletismo. Pocos episodios han provocado m¨¢s sorpresa en los Juegos que su impecable recorrido en la final de salto de altura. S¨®lo fall¨® un intento. Gan¨® con 2,24 metros, r¨¦cord ol¨ªmpico. M¨¢s que la marca, lo importante era el estilo. Fosbury saltaba de espaldas a la varilla, una variante que al principio mereci¨® el descr¨¦dito general. En poco tiempo se convirti¨® en el modelo hegem¨®nico para el salto de altura.
13 r¨¦cords mundiales batidos en atletismo
Masculinos
100m. Jim Hines (EE UU), 9,95s.
200m. Tommie Smith (EE UU), 19,83s.
400m. Lee Evans (EE UU), 43,86s.
4x100m. Charles Green, Mel Pender, Ronnie Ray Smith y Jim Hines (EEUU); 38,24s.
4x400m. Vincent Matthews, Ronald Freeman, Larry James y Lee Evans (EEUU); 2m 56,16s.
Longitud. Bob Beamon (EEUU), 8,90m.
Triple salto. Viktor Saneyeb (URSS), 17,39m.
400m vallas. David Hemery (R.U.), 48,12s.
Femeninos
100m. Wyomia Tyus (EE UU), 11,08s.
200m. Irena Szewinska (Pol), 22,58s.
Longitud. Viorica Viscopoleanu (Rum), 6,82m.
4x100m. Margaret Bales, Barbara Ferrell, Mildrette Netter, Wyomia Tyus (EE UU); 42,88s.
Peso. Margitta Gummel (Ale Or.), 19,61m.
Irresistible Keino. El keniano Kip Keino corri¨® las finales de 10.000, 5.000 y 1.500 metros, adem¨¢s de las correspondientes series eliminatorias, en el plazo de una semana. Tercero en los 5.000 metros, ofreci¨® una demostraci¨®n impresionante en los 1.500 metros, donde el favorito indiscutible era el norteamericano Jim Ryun. Keino lanz¨® a su compa?ero Ben Jipcho como liebre. Nadie se atrevi¨® a seguirlos. Venci¨® con una marca extraordinaria: 3m34,9s, a 2.300 metros de altitud. Sac¨® casi 30 metros de ventaja a Ryun, segundo clasificado.
El primer oro de Kenia. Kenia compet¨ªa en los Juegos desde 1956, cinco a?os antes de proclamar su independencia. En 1964, logr¨® su primera medalla, el bronce de Wilson Kiprugut en los 800 metros. En M¨¦xico, Naftal¨ª Temu consigui¨® en los 10.000 metros la primera victoria ol¨ªmpica de Kenia, que hasta ahora ha obtenido 31 medallas de oro en las carreras de semifondo y fondo. En M¨¦xico 68 cosecharon nueve medallas.
Locura en el triple. S¨®lo dos hombres ¡ªel polaco Joszef Schmidt y el finland¨¦s Pousi¡ª hab¨ªan saltado m¨¢s de 17 metros antes de M¨¦xico 68. El r¨¦cord de Schmidt (17,03 metros) se bati¨® cinco veces en M¨¦xico. El sovi¨¦tico V¨ªktor Saneiev venci¨® con un salto de 17,39m, una progresi¨®n de 36cm que record¨® a la de Beamon. Saneiev, que empezaba a destacar en la especialidad, ganar¨ªa el triple en los Juegos de 1972 y 1976. En 1980 fue segundo.
La reina Vera. Con 26 a?os, la checoslovaca Vera Caslavska era una veterana de la gimnasia. Meses antes de los Juegos, firm¨® el Manifiesto de las 2000 palabras, en apoyo de la apertura democr¨¢tica en su pa¨ªs, liquidada tras la invasi¨®n sovi¨¦tica. Acudi¨® a los Juegos con una exigua preparaci¨®n, pero su ¨¦xito fue tan clamoroso como su desd¨¦n por sus rivales sovi¨¦ticas. No dud¨® en retirar su mirada de las banderas mientras sonaba el himno de la URSS en las pruebas de barra y suelo. Gan¨® cuatro medallas de oro y dos de plata.
El fracaso de Spitz. Al contrario que en el atletismo, la altitud no favoreci¨® los buenos resultados en la nataci¨®n. S¨®lo se registr¨® un r¨¦cord mundial. Lo consigui¨® el australiano Michael Wenden en los 100 metros libre, prueba que contaba con un favorito un¨¢nime: el joven estadounidense Mark Spitz, cuyo objetivo declarado no era otro que lograr seis medallas de oro. Fracas¨®. S¨®lo obtuvo dos oros, en pruebas de relevos. Se le tach¨® de arrogante y vago. Cuatro a?os despu¨¦s, en M¨²nich 72, gan¨® siete medallas de oro.
La banderita de Foreman. El tejano George Foreman lleg¨® a M¨¦xico sin mucho ruido. Sali¨® de los Juegos como el sucesor de Joe Frazier en los pesos pesados. D¨ªas despu¨¦s de la protesta de Tommie Smith y John Carlos, Foreman se pase¨® por el ring con una banderita estadounidense en la mano. La mostr¨® como apoyo a su compa?ero Albert Robinson, peso pluma al que los jueces hab¨ªa robado descaradamente la medalla de oro. Sin embargo, su gesto qued¨® para siempre como un rechazo al Black Power.
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