El Athletic se mete en un l¨ªo muy gordo
El Getafe se lleva un punto de San Mam¨¦s, que no ve una victoria de los rojiblancos desde la primera jornada
El Athletic est¨¢ bajo cero y en zona de descenso, con los nervios a flor de piel y temblor en las manos y en los remates. Nada le funciona a Eduardo Berizzo, ni cuando se pone por delante en el marcador. Es la impotencia en estado puro. El Getafe se llev¨® un punto de San Mam¨¦s y puede agradecer el equipo rojiblanco que no tuviera m¨¢s ambici¨®n. Los bilba¨ªnos no ganan desde la primera jornada y certifican su posici¨®n de peor equipo de Primera Divisi¨®n en 2018. La ca¨ªda sigue.
Las televisiones ense?an de vez en cuando el mapa de calor de un jugador, que es algo muy vistoso pero que en realidad sirve para muy poco, porque constatar que el delantero centro se mueve por la zona en la que se mueve un delantero centro tiene escaso poder revelador. M¨¢s o menos lo mismo que dedicar un cuarto de hora de la informaci¨®n del tiempo a decir que ha llovido o ha hecho sol, algo que todo el mundo sabe, salvo que haya estado encerrado en un s¨®tano.
El mapa de calor interesante en San Mam¨¦s no lo ofreci¨® la televisi¨®n. Era el del banquillo. Aquello s¨ª que estaba caliente, un horno. Lo protestaban todo los ayudantes de Berizzo. Uno de ellos, el preparador f¨ªsico, Pablo Fern¨¢ndez, acab¨® en la tribuna, expulsado por montar una trifulca en el banquillo visitante. No es de extra?ar que la inquietud se asome en la grada, en el banquillo y en el c¨¦sped, donde el mapa de calor no tendr¨ªa colorines, porque todo es muy plano, g¨¦lido como un iceberg. El Athletic no juega a nada, apenas propone. Las llegadas al ¨¢rea acaban en centros insustanciales que rebotan en piernas ajenas o nadie es capaz de rematar, un desastre.
Tuvo suerte el Athletic de encontrarse enfrente a un Getafe muy conservador, a verlas venir, sin iniciativa propia, que en la primera parte se acomod¨® en su campo y regal¨® el bal¨®n, con el que Be?at y San Jos¨¦ no sab¨ªan qu¨¦ hacer. Un par de llegadas, dos remates blandos que Soria acun¨® sin dificultades, y los pelos de punta cuando el equipo madrile?o se desplegaba.
El Athletic se hac¨ªa da?o a s¨ª mismo, como en el minuto 47, cuando un bal¨®n absurdo perdido en medio campo, le lleg¨® a Amath Ndiaye, que se plant¨® ante Herrer¨ªn, que hizo la parada de la ma?ana. En la otra ¨¢rea, solo un remate de Ra¨²l Garc¨ªa inquiet¨® a David Soria, que, sin embargo, no pudo hacer nada cuando Nolaskoain, que hab¨ªa salido por el lesionado Balenziaga, meti¨® la cabeza en un saque de falta que ejecut¨® Be?at. El Athletic se pon¨ªa delante en el marcador, pero de repente le entr¨® un ataque de p¨¢nico, cuando el Getafe comenz¨® a apretar como no hab¨ªa hecho durante los 67 minutos anteriores. San Mam¨¦s se prepar¨® para sufrir.
Minutos finales dram¨¢ticos
Los rojiblancos se replegaron, pero no les sirvi¨® de nada. Empat¨® el equipo de Bordal¨¢s, pillando en un contragolpe al Athletic. Mata empuj¨® la pelota tras el pase de Ndiaye, que hab¨ªa tenido una ocasi¨®n apenas un minuto antes. El bombardeo sobre las posiciones rojiblancas fue constante desde el gol bilba¨ªno, y no ces¨® despu¨¦s del empate, porque el Getafe vio que pod¨ªa hacer a¨²n m¨¢s da?o. Abandon¨® su discurso pusil¨¢nime del primer tiempo y quiso hacer sangre en el contragolpe, cuando un Athletic desesperado, que tuvo su ¨²ltimo intento en un remate de Aduriz al palo, se desorganiz¨® de tal forma que propici¨® que cualquier cosa pudiera pasar.
Los minutos finales resultaron dram¨¢ticos para la afici¨®n del Athletic, que se angustiaba cada vez que el Getafe ten¨ªa la pelota. Los madrile?os llegaron a pedir un penalti sobre Mata en el ¨²ltimo c¨®rner del partido. Iglesias Villanueva, el ¨¢rbitro, prefiri¨® no meterse en l¨ªos y se?al¨® el final del partido antes de que el VAR emitiera su veredicto.
El Athletic se mete en un l¨ªo gordo, y ni siquiera tiene un presidente que pueda tomar medidas dr¨¢sticas. Con las elecciones a un mes vista y sin candidatos decididos a tomar el relevo, la situaci¨®n empieza a pintar muy mal.
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