Imanol sigue siendo un talism¨¢n para la Real
El Espanyol consigue neutralizar dos goles donostiarras antes del descanso, pero se deja llevar en la segunda parte
Que le digan a cualquier entrenador c¨®mo quiere comenzar un partido, acudir¨¢ al cat¨¢logo que le ofrecen en la oficina donde se venden los guiones futbol¨ªsticos y elegir¨¢, sin duda, el inicio de la Real frente al Espanyol en Anoeta. Con la inercia de la victoria en el Bernab¨¦u, los donostiarras salieron desbocados. Dos goles en siete minutos, con el VAR de por medio en el segundo; tres c¨®rners bien sacados, uno de los cuales acaba en el poste y despu¨¦s en la red, y otro que se convirti¨® en penalti que tambi¨¦n acab¨® en gol.
REAL SOCIEDAD, 3 - ESPANYOL, 2
Real Sociedad: Rulli; Aritz, Llorente, H. Moreno, Mu?oz; Illarramendi, Merino, Januzaj (Zubeldia, m. 83), Sangalli (L¨®pez Alcalde, m. 61); Juanmi (Oyarzabal, m. 63) y William Jos¨¦. No utilizados: Moy¨¢, Zaldua, Theo y Bautista.
Espanyol: Diego L¨®pez; Rosales, David L¨®pez, Naldo, Didac Vila; Darder (Piatti, m. 72), Roca, Melendo (Javi L¨®pez, m. 83), Granero (Puado, m. 77); Leo Baptistao y Borja Iglesias. No utilizados: Roberto, V¨ªctor S¨¢nchez, Alex y Pedrosa.
Goles: 1-0. Merino. M. 2. 2-0. William Jos¨¦ (pen.). M. 7. 2-1. Naldo. M. 31. 2-2. Llorente (p. p.). M. 45+1. 3-2. William Jos¨¦. M. 62.
?rbitro: Del Cerro Grande. Tarjetas amarillas a David L¨®pez, Darder, Aritz, Merino (2), H. Moreno, Illarramendi, William Jos¨¦, Didac Vila, Naldo y Rulli. Tarjeta roja a Merino. ?rbitro del VAR: Mateu Lahoz.
Anoeta, 17.301 espectadores.
Ni siquiera se hab¨ªa incorporado la grada de animaci¨®n, que protesta cada lunes por el d¨ªa y los horarios, y el resto de las tribunas ya hab¨ªan festejado los goles de Merino y William Jos¨¦, mientras los futbolistas del Espanyol se miraban unos a otros sin asimilar la situaci¨®n, como quien siente que le han robado la cartera a pesar de tener las manos en los bolsillos.
En estos casos, ?qu¨¦ se le puede pedir a Rubi, o a cualquier otro entrenador que se sienta en un banquillo? Se supone que ya les ha dado a sus jugadores las habituales consignas, entre las que siempre est¨¢ la de permanecer concentrados en todo momento.
Adem¨¢s, Anoeta disfrutaba con la aparici¨®n del joven Mu?oz, que debut¨® en el Bernab¨¦u y que fue titular ante su afici¨®n. Dej¨® un par de detalles. Pero la Real es un equipo con evidentes problemas de autoestima. Salta al campo enchufado, sin dar tiempo a que le fluyan los malos pensamientos, pero seg¨²n pasan los minutos y bajan las pulsaciones, empieza a pensar, a agobiarse por la situaci¨®n, a no creerse lo que est¨¢ pasando. Como quien est¨¢ feliz en una terraza tom¨¢ndose una cervecita y de repente le viene a la mente la hipoteca del piso y la bronca del jefe. Consecuencia: para cuando el ¨¢rbitro se?al¨® el final de la primera parte, el Espanyol, con goles de Naldo, en un remate de un saque de esquina, y Llorente en propia puerta, ya hab¨ªa empatado el partido. Languidec¨ªa la Real mientras apretaba su rival, y la ventaja tan sustanciosa se esfum¨® r¨¢pido.
Pero el Espanyol parece tener los mismos problemas mentales que el equipo donostiarra. Una vez conseguido lo m¨¢s dif¨ªcil, que era sobreponerse a la desgracia inicial, empez¨® triste el segundo tiempo, como si con el marcador en contra funcionaran mejor, y entonces fueron los periquitos quienes se dejaron ir lo suficiente del partido como para permitir el tercer gol de la Real, que empuj¨® William Jos¨¦ desde cerca. A un depredador nunca hay que darle un metro, pero el Espanyol se lo dio con una salida de bal¨®n catastr¨®fica que acab¨® en la red.
Luego, claro, llegaron las prisas para unos y los apuros para otros, porque la Real no est¨¢ acostumbrada a ganar en Anoeta. La situaci¨®n se enfang¨® m¨¢s todav¨ªa tras la expulsi¨®n de Mikel Merino. La Real con diez se defendi¨® metida en el ¨¢rea, mientras empujaba el Espanyol, que pudo empatar, porque remat¨® unas cuantas veces, pero esta vez, el equipo vasco aguant¨® hasta el final y se reconcili¨® con su campo. Imanol sigue demostrando, desde el banquillo, que es un talism¨¢n.
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