De noche, ¡°las pelotas est¨¢n muertas¡±
Numerosos tenistas se quejan de las nuevas bolas empleadas en Melbourne, que tienden a perder velocidad e hincharse a ¨²ltima hora. ¡°No se mueven, no es f¨¢cil darles efecto¡±, asegura Federer
Antes de que comenzase el Open de Australia, el deslenguado Bernard Tomic fue directo al grano: ¡°Las bolas son una mierda. Por lo que he o¨ªdo son muy baratas¡ No s¨¦ qu¨¦ pretend¨ªan con este cambio¡±. A ¨¦l se sum¨® John Millman, otro que ya no figura en el cuadro masculino: ¡°Est¨¢n muertas¡±. Y poco a poco, mientras las iban probando, numerosos tenistas fueron a?adiendo m¨¢s o menos pegas a las nuevas pelotas del torneo australiano, que para esta edici¨®n decidi¨® sustituir las Wilson de los dos ¨²ltimos a?os por unas Dunlop que por uno u otro motivo no terminan de convencer a los jugadores.
¡°Tienen un toque diferente a las anteriores. Por la noche no es f¨¢cil darles spin. Creo que hay que hacer alg¨²n ajuste con ellas¡±, se pronunci¨® hace tres d¨ªas Roger Federer, que ayer derrib¨® al joven Taylor Fritz (6-2, 7-5 y 6-2) concediendo ¨²nicamente tres puntos con su primer saque. ¡°Por la noche no se mueven¡±, agreg¨® el campe¨®n de 20 grandes, uno de los tenistas que vienen reclamando desde hace tiempo que se unifiquen las caracter¨ªsticas de la bola. ¡°Obviamente son diferentes, se hace raro. Est¨¢bamos acostumbradas a las Wilson¡±, agreg¨® Kimberly Birrell, apeada ayer por Angelique Kerber.
Seg¨²n muchos profesionales, las pelotas seleccionadas en Melbourne tienden a hincharse y ralentizarse, especialmente en las sesiones nocturnas. Aseguran muchos de ellos que eso les despista y que la sensaci¨®n del golpe var¨ªa demasiado. ¡°Se ahuecan¡±, aleg¨® Thanasi Kokkinakis, ya eliminado. Mientras tanto, la organizaci¨®n del major australiano defendi¨® la elecci¨®n y la ATP firm¨® recientemente un contrato de cinco a?os para que las Dunlop se empleen en la Copa de Maestros y otros torneos a lo largo del a?o, en todo tipo de superficies.
¡°Se hicieron las pertinentes pruebas de consistencia, calidad y velocidad. Son fant¨¢sticas, no veo nada malo en ellas¡±, remarc¨® el director Craig Tiley, a la direcci¨®n de un torneo que se renueva constantemente y envidiado en muchos aspectos por los otros tres grandes. ¡°Se pone y m¨¢s blanda y se hace m¨¢s grande, sobre todo por la noche¡±, dec¨ªa ayer Rafael Nadal, rumbo a los octavos al deshacerse con brillo de Alex de Mi?aur (6-1, 6-2 y 6-4) con su victoria 250 en los Grand Slams, cit¨¢ndose con el veterano Tomas Berdych (5-7, 6-3, 7-5 y 6-4 a Diego Schwartzman).
McEnroe, a los tenistas: ¡°Son quisquillosos...¡±
¡°Este era mi segundo partido de noche y ya ven¨ªa preparado para esta sensaci¨®n. Se nota mucho la diferencia en la bola entre jugar de d¨ªa o de noche, pero es la que es, y est¨¢ bien¡±, continu¨® el de Manacor, da?ino otra vez con el drive (36 ganadores) y rotundo al saque (82% de puntos con primeros). ¡°No puedo quejarme. Personalmente preferir¨ªa una m¨¢s r¨¢pida, pero no puedo decir que sea mala porque no lo es. Son buenas¡±, se refer¨ªa hace unos d¨ªas Nadal, que en la siguiente fase estar¨¢ acompa?ado de Roberto Bautista.
El castellonense pudo con Karen Khachanov (6-4, 7-5 y 6-4, en 2h 08m) y se medir¨¢ a Marin Cilic, verdugo de Fernando Verdasco pese a que el madrile?o dispusiera de dos sets de ventaja (4-6, 3-6, 6-1, 7-6 y 6-3).
En cualquier caso, estos d¨ªas las pelotas son objeto de debate en Melbourne, donde hoy (no antes de las 9.00, Eurosport) afronta la tercera ronda Garbi?e Muguruza, al choque con la suiza Timea Bacsinszky. Hay discusi¨®n y existe relativo malestar entre algunos jugadores, sobre todo entre aquellos que presumiblemente pueden abordar las rondas finales, programadas a la noche. Sin embargo, John McEnroe habla claro: ¡°Los jugadores son muy quisquillosos¡±, se expres¨® en el canal Eurosport; ¡°en mi ¨¦poca, jug¨¢bamos con las pelotas que ten¨ªamos: suaves, ligeras, pesadas¡ Las golpe¨¢bamos fuerte; bueno, tan fuerte como se pod¨ªa entonces. Al final da igual el peso o el tama?o, porque lo que importa es lo que hagas con ellas¡±.
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