Carre?o pierde y estalla contra el ¨¢rbitro

Transcurr¨ªan ya cinco horas de juego, de una noria emocional que primero le condujo arriba, luego abajo y despu¨¦s otra vez a lo alto. Esquematizado: 6-7, 4-6, 7-6, 6-4 y 7-6, en 5h 05m. Un pulso de locos, el m¨¢s largo del torneo. Pablo Carre?o se hab¨ªa adjudicado los dos primeros sets, pero Kei Nishikori le remont¨® y posteriormente, en el ag¨®nico desempate ¨Cel super tie-break introducido este a?o en el Open de Australia¨C, el japon¨¦s pareci¨® venirse abajo. Fue una falsa ilusi¨®n. Con 8-5 a favor, el asturiano envi¨® una derecha paralela que golpe¨® la cinta y despu¨¦s cay¨® sobre la l¨ªnea. Era buena, pero el juez de l¨ªnea cant¨® out. El nip¨®n continu¨® y termin¨® el punto, coincidiendo pr¨¢cticamente el raquetazo con la orden. Carre?o solicit¨® una revisi¨®n que el ¨¢rbitro no le concedi¨®.

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¨C ?Es dentro, es dentro! ?No, no, no, no, no, no!

La duda estaba en saber si Nishikori hab¨ªa golpeado la bola antes o despu¨¦s de que el asistente hubiera se?alado el out. El australiano Thomas Sweeny fue rotundo.

¨C Lo hace antes.

¨C ?No, el l¨ªnea dice antes el out!

A partir de ah¨ª, el espa?ol fue deshaci¨¦ndose, descentrado y nervioso. Hab¨ªa revertido un duelo que comenz¨® estupendamente y se le torci¨®, tanto que lo tuvo perdido. Sin embargo, se reenganch¨® y enfocaba el pase a los cuartos de final, para unirse a Rafael Nadal y Roberto Bautista, cuando se produjo ese punto de giro sin retorno. Carre?o perdi¨® los cuatro puntos siguientes y Nishikori (10-8) accedi¨® a la siguiente ronda. El enfado del gijon¨¦s fue creciendo. Felicit¨® a su rival, pero evit¨® el saludo al juez; despu¨¦s se gir¨® hacia su banquillo, estamp¨® el raquetero contra el suelo y tras recogerlo se retir¨® al vestuario profiriendo graves insultos.

¡°Estoy triste, la manera de irme no ha sido la adecuada. He perdido la cabeza, ese no era yo¡±, reconoci¨® ante los periodistas. ¡°Quiero pedir disculpas, porque he cometido un error muy grave. Espero que me puedan perdonar. Hice uno de los mejores partidos de mi carrera y es muy triste haber acabado as¨ª¡±, continu¨®, antes de incidir en la decisi¨®n arbitral: ¡°La cantan fuera antes de que la golpee Nishikori. Y el juez, no s¨¦ por qu¨¦, decide darle el punto a ¨¦l. ?Para qu¨¦ pide entonces el Ojo de Halc¨®n si lo ten¨ªa tan claro?¡±.

Se expone a una dura sanci¨®n

¡°Creo que tengo raz¨®n. Los ¨¢rbitros que estaban al lado no se atrevieron a tomar ninguna decisi¨®n. Es un error muy grave. El supervisor deber¨ªa haber intervenido. ?Que esperaba, a qu¨¦ nos pele¨¢ramos?¡±, zanj¨®. Mientras, el japon¨¦s no quiso ahondar demasiado en el asunto:?¡°Solo fue un punto. Yo hab¨ªa remontado dos sets... Solo fue un punto. Tal vez le afect¨®, pero ¨¦l tambi¨¦n se tom¨® su tiempo y a m¨ª tambi¨¦n pod¨ªa haberme afectado¡±.

Con la adrenalina por las nubes, Carre?o perdi¨® los papeles y carg¨® duramente contra Sweeney, por lo que se expone a una severa sanci¨®n. Se fue de Melbourne recibiendo pitos por parte de los aficionados presentes en la pista Margaret Court, la segunda en importancia del complejo. Se ensuci¨® de este modo un partido sensacional y hasta cierto punto absurdo, sin l¨®gica alguna. Subidas y bajadas, tomas y dacas, y sobre todo un descontrol traducido en roturas constantes del servicio (12), por una y otra parte. Entre ambos firmaron 138 winners (57 el asturiano y 81 el japon¨¦s) y dejaron 111 errores no forzados (44/67).

Al final, Nishikori venci¨® y se enfrentar¨¢ al n¨²mero uno, el serbio Novak Djokovic, firme ante el ruso Daniil Medvedev (6-4, 6-7, 6-2 y 6-3). Mientras, Carre?o, un chico siempre comedido y respetuoso, se fue entre chiflidos de Melbourne Park.