David Lama: ¡°La gente no analiza sus miedos¡±
El monta?ero, protagonista de una ascensi¨®n impresionante al Lunag Ri, habla del compromiso en el alpinismo
Una de las grandes gestas alpin¨ªsticas de 2018 tuvo por protagonista a un joven austriaco (28 a?os) de padre nepal¨¦s: firm¨® una ascensi¨®n impresionante en solitario al Lunag Ri, un pico virgen de 6.907 metros en la frontera entre T¨ªbet y Nepal. Para la prensa especializada, fue una gran aventura. En su opini¨®n, tan solo una ¡°meta importante. Cada cual tiene una definici¨®n de aventura. Para los que viven en la ciudad, tienen hijos y trabajos normales, la aventura puede ser salir de la ciudad, simplemente. Para m¨ª, puede ser lo contrario: las ciudades como Donosti o Bilbao son una aventura, me dan cosas que desconozco. Me hacen abrir los ojos. La aventura es explorar¡±, explicaba el pasado diciembre durante el Mendi Film Festival de la capital vizca¨ªna.
En cualquier caso, escalar el Lunag Ri supuso un viaje emocional intenso y duradero. Tambi¨¦n un reto f¨ªsico y t¨¦cnico de altura. Lama prefiere no definir su periplo como una obsesi¨®n, aunque el proceso durase tres largos a?os: ¡°Una obsesi¨®n puede ser algo malo. En 2015 fue mi primer viaje, con Conrad Anker, y descubrimos una monta?a sin ascensiones previas, complicada, pero lo que hace que uno desee volver es la conexi¨®n que se establece con la monta?a. La conexi¨®n con el Lunag Ri era muy fuerte. Regresamos en 2016, pero Anker sufri¨® un ataque al coraz¨®n en plena ascensi¨®n y, despu¨¦s de que el helic¨®ptero lo evacuase, hice un intento en solitario: eso me uni¨® definitivamente a la monta?a. Ped¨ª a Conrad una tercera oportunidad, pero empez¨® a crecer en m¨ª la necesidad de ir de todas las formas. Cuando Anker me dijo que no ser¨ªa de la partida decid¨ª ir solo: no para que fuese m¨¢s dif¨ªcil, sino simplemente porque era la segunda manera m¨¢s bonita de cerrar el proyecto, a sabiendas de que la m¨¢s bonita era haberlo hecho juntos. Dos alpinistas se ofrecieron a acompa?arme, pero les dije que necesitaba ir solo¡±, confiesa el alpinista de Innsbruck, la primera persona que escal¨® en libre el Cerro Torre.
El alpinismo es un asunto de cordadas: atados a una misma cuerda, dos personas se turnan para escalar y asegurarse, se protegen, se cuidan, suman. Pero el mismo alpinismo siempre ha sentido debilidad por las acciones en solitario: una voluntad enfrentada a un reto. La diferencia es considerable: ¡°La clave es la confianza. Cuando vas solo tienes que confiar al m¨¢ximo en ti mismo, estar convencido de que haces bien lo que haces. En 2016, tras el ataque de Anker, ¨¦l me dijo que fuera solo, me dio el permiso, de lo contrario no hubiera ido. Pero tard¨¦ un d¨ªa en decidir intentarlo solo. En 2018, una semana antes de ir a Nepal me torc¨ª el tobillo y me dec¨ªa, ¡®no, ahora no¡¯. Tem¨ªa perder la confianza. Cuando escalas con un compa?ero, compartes con ¨¦l los miedos, las dudas, las decisiones. Lo hablamos. O no. Pero sabes que ¨¦l tambi¨¦n escala y eso mantiene viva la confianza. Estando solo, necesitas mucha m¨¢s confianza¡±, observa Lama.
David Lama era un escalador deportivo, un joven que compet¨ªa y que parec¨ªa muy alejado del alpinismo. Pero uno de sus mentores y amigo de la familia cambi¨® su percepci¨®n de la escalada. Se trataba de Peter Habeler, el hombre que, junto a Reinhold Messner escal¨® en 1978 el Everest sin ayuda de ox¨ªgeno artificial, en contra de la opini¨®n cient¨ªfica que aseguraba que el ser humano no era capaz de respirar por s¨ª mismo a 8.800 metros sobre el nivel del mar.
¡°La raz¨®n por la que eleg¨ª el alpinismo es diferente de la raz¨®n por la que me gusta. Me gusta porque es una combinaci¨®n de todos los tipos de escalada, es m¨¢s que un ejercicio f¨ªsico: hay mucha planificaci¨®n, t¨¢ctica, estrategia y eso me gusta tanto como escalar porque necesitas imaginaci¨®n y resolver problemas. Eleg¨ª el alpinismo porque entren¨¦ much¨ªsimo para las competiciones, pero en 2007 los resultados no me acompa?aron. Empec¨¦ a echar de menos escalar en roca, al aire libre, algo que llevaba toda la vida haciendo. Para m¨ª la escalada verdadera es en la roca, no en paneles artificiales. Crec¨ª con Peter Habeler, y eso siempre me ayud¨® a tener perspectiva¡±.
Al cambiar la competici¨®n por el alpinismo, Lama no siente haber abandonado la seguridad por el peligro: ¡°Todo est¨¢ muy calculado en el alpinismo. A una cierta edad necesitas tener suerte porque inevitablemente vas a cometer errores que puedes ser fatales. Pero es de estos errores cuando aprendes realmente. La gente cruzando la carretera no piensa en las consecuencias de sus gestos. En alpinismo, en cambio, te comprometes con tus decisiones pero tambi¨¦n con las consecuencias que acarrean esas decisiones. Es como mandar un email: una vez enviado, hay que apechugar con las consecuencias. Y luego siempre existen momentos en los que tienes que decidir si voy o no, momentos complicados que la gente de la calle no suele vivir. La gente tiene miedo a la palabra miedo, o consecuencias. No analiza sus miedos, no se miran en el espejo. Los alpinistas se miran mucho en el espejo, examinan sus miedos, los miedos nos dicen lo que es peligroso. Cuando escalo me protejo y cuando aseguro pienso en c¨®mo ayudar¨¦ a mi amigo si se rompe una pierna, qu¨¦ estrategia usar¨¦¡¡±, una forma de compromiso que salv¨® la vida de Anker.
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