El Bar?a no regala nada: sexta Copa del Rey seguida

Habr¨¢ que ir pensando, o inventando, una palabra nueva para describir el dominio del Barcelona en el balonmano espa?ol. Hablar de hegemon¨ªa ya se ha quedado muy corto. Tal vez dictadura, sin cursivas, se ajuste mejor a la realidad. El pabell¨®n Pitiu Rochel de Alicante pareci¨® m¨¢s El Sargal de Cuenca, pero lo mismo dio. Los bombos todav¨ªa no meten goles. Los azulgrana derrotaron al Liberbank Cuenca (34-18) y se apuntaron su sexta Copa del Rey consecutiva, la 23? de su historia. Es su t¨ªtulo nacional n¨²mero 24 seguido. Seis temporadas levantando los cuatro trofeos de cada curso. El d¨ªa de la marmota.

Esta vez el subcampe¨®n fue nuevo. Nunca los conquenses hab¨ªan disputado una final, ni siquiera una fase final, y le pas¨® como a muchos, que solo aguantaron 30 minutos. Al descanso se marcharon 16-12 por detr¨¢s y, cuando abrieron los ojos en la segunda parte, ya perd¨ªan 29-16 en el minuto 44. Cansados por el sobreesfuerzo realizado hasta entonces, los azulgrana los agujerearon a contragolpes a la vuelta de los vestuarios. La resistencia del primer acto se desplom¨® de forma abrupta y, tras el intermedio, se pasaron m¨¢s tiempo corriendo hacia atr¨¢s y recogiendo el bal¨®n de su porter¨ªa que atacando la de P¨¦rez de Vargas. La diferencia de 16 goles es la segunda mayor en una final de la Copa del Rey.

Hasta que el Barcelona peg¨® el arre¨®n definitivo, hubo final. Probablemente nadie crey¨® en serio que este domingo en Alicante fuera a caer el Muro de Berl¨ªn del balonmano espa?ol, pero los primeros 30 minutos se parecieron bastante a un partido con un t¨ªtulo en juego. Los de Lidio Jim¨¦nez le miraron a la cara al gigante, supieron convertir el entusiasmo del novato en aplicaci¨®n extra y actuaron de forma coral. Nadie lo represent¨® mejor que su portero, Maciel, un argentino que levant¨® la alambrada en cuartos, contra el Bidasoa, y no la desmont¨® hasta que los ¨¢rbitros pitaron el inicio de la segunda parte. Tres penaltis le lanzaron en el primer acto y los tres los detuvo. Los dos primeros a Aleix G¨®mez y uno a Dolenec, con el que Xavi Pascual prob¨® suerte tras los fallos del joven internacional espa?ol que, aun as¨ª, sum¨® cuatro dianas hasta el descanso (cinco en total). En ataque, Ponciano lideraba las operaciones desde el exterior, con cuatro tantos mientras Leonardo Dutra, la bestia del Cuenca (m¨¢ximo anotador esta temporada de la Liga Asobal), solo cant¨® bingo dos veces (luego maquill¨® sus n¨²meros hasta los cinco).

Aguantaron los conquenses el primer aceler¨®n azulgrana (12-8 en el minuto 22). Pidi¨® tiempo muerto Lidio Jim¨¦nez y le endosaron un parcial de 3-0. ¡°El Bar?a tiene miedo¡±, cantaba la afici¨®n del Cuenca. No fue para tanto. Dos goles de Ilic y otro de V¨ªctor Tom¨¢s sobre la bocina colocaron el 16-12 al descanso. Hasta ah¨ª lleg¨® el Cuenca. El resto fue la historia de siempre. P¨¦rez de Vargas, nombrado mejor jugador del partido, cerr¨® su meta a cal y canto, y al Cuenca le empez¨® a caer encima una tormenta de contragolpes para los que no tuvo ninguna soluci¨®n. Apenas seis goles anot¨® en la segunda parte. El Bar?a gan¨® su sexta Copa del Rey consecutiva y lo celebr¨® como si acabara de vencer el torneo de Sants. Otra jornada m¨¢s en la oficina para los azulgrana. Ahora toca Europa, la verdadera medida de las cosas en el Palau.