El muro del Bar?a se levanta en el Teatro de los Sue?os
El equipo azulgrana se encomienda al juego para afrontar una ronda maldita ante el United en un estadio inaccesible como es Old Trafford
El Bar?a que se pasea por la Liga y domina la Copa no sabe c¨®mo atacar la fase de eliminatorias de la Champions. No ha pasado de los cuartos de final en cuatro de las ¨²ltimas cinco ediciones que incluyen, por otra parte, el t¨ªtulo de 2015 en Berl¨ªn. No pudo por dos veces con el Atl¨¦tico de Madrid, perdi¨® tambi¨¦n con la Juve y la temporada pasada se desplom¨® en Roma. La trayectoria europea de los azulgrana en campo contrario ha sido desde siempre un via crucis, sobre todo desde su victoria en Londres contra el Arsenal, el 23 de febrero de 2016, partido de octavos de final que se resolvi¨®, naturalmente, con dos goles de Messi.
El 10 solo ha marcado un tanto en cancha ajena a partir de aquel d¨ªa el a?o pasado en Stamford Bridge, y el Bar?a suma cuatro derrotas (Atl¨¦tico, PSG, Juventus y Roma) y dos empates (Chelsea y Lyon). Todav¨ªa es m¨¢s escandalosa la sequ¨ªa de Luis Su¨¢rez, que no anota como visitante desde el 16 septiembre de 2015 en Roma. Ya son 16 partidos ¡ªtampoco se ha estrenado durante la temporada¡ª cuando hoy cumple el n¨²mero 50 en la Champions. Vive el Barcelona de los goles de ambos: 43 en total del argentino y 23 del uruguayo, adem¨¢s de totalizar 32 asistencias, protagonistas del 81% de las dianas: 98 sobre 121.
Los ingleses recuerdan bien que Messi ha marcado 22 goles en 29 partidos disputados contra sus equipos y que la clasificaci¨®n azulgrana est¨¢ asegurada cuando en una eliminatoria cae un tanto del 10. A Valverde le interesa por tanto activar a sus dos puntas con un tercer delantero, que dif¨ªcilmente ser¨¢ Demb¨¦l¨¦ si finalmente recibe el alta; un cuarto volante como Arturo Vidal, o un atacante tan particular como Coutinho. No se descarta tampoco que Semedo sustituya a Sergi Roberto y los azulgrana formen con el mismo once con el que domaron al Tottenham en el partido referencial del curso: 2-4. El equilibrio ser¨¢ b¨¢sico ante el United.
El Barcelona ya ha encajado m¨¢s goles (45) que en toda la temporada pasada (42). El equipo tiene menos posesi¨®n de bal¨®n y control del juego, alterna los partidos sensatos (Atl¨¦tico) con los disparatados (Villarreal) y sufre especialmente por los costados cuando enfrenta a rivales r¨¢pidos y fuertes como puede ser el Manchester United. La consigna qued¨® clara en el descanso del partido de vuelta de octavos contra el Lyon en el Camp Nou. ¡°Juntos y ordenaditos¡±, se le oy¨® decir a Piqu¨¦. Y a?adi¨® para evitar distracciones: ¡°Hay que estar muy concentrados¡±. Todav¨ªa pesa y mucho el 3-0 de Roma.
Los red devils son un equipo con una gran calidad f¨ªsica, poderoso en la medular, resolutivo en las acciones de estrategia, rematado por excelentes velocistas como Martial y especialmente Rashford, un purasangre con mucho talento que ha recuperado el instinto y la alegr¨ªa desde la llegada al banquillo del noruego Ole Gunnar Solskjaer, el asesino con cara de ni?o por la manera que marcaba los goles, ninguno como el que le meti¨® al Bayern en el minuto 93 de la final de la Champions disputada en el Camp Nou en 1999. Nada parece imposible para el equipo de Solskjaer despu¨¦s de eliminar al PSG en la ¨²ltima jugada pese a que acumul¨® 10 bajas en Par¨ªs.
Al United nunca le falt¨® orgullo ni pasi¨®n, y mucho menos dinero, tampoco buenos jugadores, y menos figuras medi¨¢ticas, desde Bobby Charlton hasta Pogba, despu¨¦s de pasar por Best, Cantona, Giggs o Beckham. Solskjaer ha metabolizado el esp¨ªritu del club y la confianza ha regresado a Old Trafford despu¨¦s de un ¨²ltimo tiempo amargo con Mourinho. El Bar?a puede pasar un mal rato si los diablos rojos recuperan la memoria y tambi¨¦n su fren¨¦tico ritmo de juego despu¨¦s de ocho d¨ªas de descanso, muy preocupados por alcanzar en la Premier una plaza para la pr¨®xima Champions. La duda es que no se sabe qu¨¦ equipo sacar¨¢ Solskjaer.
El t¨¦cnico dispone de m¨²ltiples opciones y ya anunci¨® que prefiere la vuelta en el Camp Nou. Algo descompensado, ataca en oleadas y se defiende como puede, apetitoso para los equipos finos y t¨¦cnicos que gobiernan el partido y guardan el bal¨®n, atributos que menguan en el Bar?a. Vencedor en dos finales y perdedor en la Recopa, el Barcelona fue doblemente superado por el United en las rondas anteriores y, despu¨¦s de cuatro partidos, sigue sin ganar en Old Trafford. El muro de los cuartos de final se levanta ahora por tanto en un estadio tan inaccesible como rom¨¢ntico: el Teatro de los Sue?os, un reto may¨²sculo para el Bar?a.
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