El golf quiere ser como el tenis

Viene el golf espa?ol de un domingo hist¨®rico. Tres victorias por primera vez en un d¨ªa: Jon Rahm gan¨® el Zurich Classic, del circuito americano, en pareja con Ryan Palmer; Jorge Campillo se estren¨® en el europeo en el Trofeo Hassan II; y Nuria Iturrios se impuso en la Copa Lalla Meryem en el Ladies European Tour. Y a esa ola de triunfos se sube el golf en Espa?a, un deporte cuyos representantes triunfan en el extranjero pero al que le cuesta superar algunas barreras en casa. La federaci¨®n espa?ola, el circuito europeo, la empresa Madrid Trophy Promotion y el Club de Campo Villa de Madrid anunciaron este martes un acuerdo que puede ayudar a cambiar esa concepci¨®n todav¨ªa elitista y alejada de la sociedad con la que carga el golf, un pacto encaminado a meter de lleno este deporte en el mundo del negocio.

Madrid Trohpy, la empresa que desde hace 19 a?os organiza el Open de tenis de Madrid (hoy llamado Madrid Mutua Open), se har¨¢ cargo durante los pr¨®ximos cinco cursos del Open nacional de golf, un campeonato que en los ¨²ltimos tiempos ha luchado apenas por sobrevivir. La sede ser¨¢ el Club de Campo, y la primera edici¨®n se celebrar¨¢ del 3 al 6 de octubre. ¡°El reto es hacer como en el tenis, un gran evento¡±, explic¨® Gerard Tsobanian, director general de la empresa que dirigie Ion Tiriac. ¡°Queremos hacer un evento social e internacional, no solo un campeonato de Espa?a de golf. Lo vamos a hacer crecer como el tenis. Ser¨¢ un evento de ocio, atractivo¡±.

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Tsobanian expuso su proyecto en el tee del uno del Club de Campo junto al presidente de las instalaciones, Luis Cueto; el presidente federativo, Gonzaga Escauriaza; y el director del circuito europeo, Keith Pelley. Una zona con puntos de comida, venta de productos y una pantalla gigante, y una grada en la cancha de pr¨¢cticas y otra para 2.000 personas en el hoyo 18 ser¨¢n algunas de las novedades. ¡°Es importante innovar, llevar el deporte a otro nivel y democratizar el golf¡±, analiz¨® Tsobanian, cuya visi¨®n de empresario de ¨¦xito le permiti¨® descubrir pronto los males de este deporte.

El Open nacional se salv¨® el a?o pasado por los pelos. Ya en 2017 hab¨ªa desaparecido del calendario un campeonato hist¨®rico, creado en 1912 y que se jugaba ininterrumpidamente desde 1965. La b¨²squeda de financiaci¨®n fracas¨® y dej¨® a Espa?a con solo un torneo en cartelera, el Masters de Andaluc¨ªa. El chasco estuvo a punto de repetirse en 2018, y solo un acuerdo de ¨²ltima hora permiti¨® que se celebrara en el Centro Nacional, el campo de la federaci¨®n, acondicionado en seis semanas. En abril, la semana despu¨¦s del Masters, la presencia de Jon Rahm fue una revoluci¨®n. El vasco gan¨® el Open y propici¨® el r¨¦cord de asistencia a un torneo de golf en Espa?a: 47.218 espectadores entre los cuatro d¨ªas. Este martes, mediante un v¨ªdeo, Rahm confirm¨® que en octubre defender¨¢ el t¨ªtulo en Madrid, el mejor gancho para un campeonato que entra en otra dimensi¨®n.

La bolsa de premios se mantiene en 1,5 millones de euros (10,8 reparte el Mutua Madrid Open de tenis que arranca esta semana), pero el presupuesto total, a¨²n sin cerrar, se disparar¨¢ mucho m¨¢s all¨¢ de los tres del curso pasado. Los patrocinadores disfrutar¨¢n adem¨¢s de las ventajas fiscales de invertir en un torneo considerado esta vez de inter¨¦s general. La entrada ser¨¢ ¡°barata¡±, pero no gratuita (los 30.000 abonados del Club de Campo s¨ª tendr¨¢n un pase gratis), s¨ªmbolo de que el Open ha dejado de ser solo una competici¨®n dom¨¦stica que buscaba aire que respirar.

Junto al Masters de Valderrama, Espa?a volver¨¢ a acoger dos torneos. Aunque lejos de los tiempos de vacas gordas (siete campeonatos nacionales en 2011), es un bal¨®n de ox¨ªgeno para un deporte que arrastra la ca¨ªda de licencias, la etiquista del elitismo y las dudas de los patrocinadores. El reto ahora es acompa?ar a Rahm del mejor ramillete de golfistas posible, empezando por Sergio Garc¨ªa, ausente el a?o pasado.