El segundo ¡®casting¡¯ de Martin Odegaard
Dos partidos han sido suficientes para devolver a Espa?a el brillo olvidado de Odegaard
El regreso de Martin Odegaard a Espa?a no ha tenido la fanfarria de su primera llegada, en enero de 2015. En aquellos d¨ªas era un adolescente de 16 a?os con la etiqueta de fen¨®meno precoz, procedente de Noruega, un pa¨ªs imprevisto en la producci¨®n de j¨®venes figuras mundiales. Casi todo en Odegaard era insospechado: su origen, su adiestramiento y su exposici¨®n como futbolista. Probablemente ha sido el primer jugador que ha invertido los t¨¦rminos habituales en el mercado fichajes. Ning¨²n equipo le eligi¨®, ¨¦l eligi¨® el club donde quer¨ªa jugar.
Odegaard marc¨® el gol que dio la victoria a la Real Sociedad contra el Mallorca, algo m¨¢s que un gol, por la manera de dise?arlo y sus consecuencias en un jugador que ha luchado contra su repentina fama, los prejuicios que se establecieron a su alrededor, el desencanto por los sucesivos reveses que sufri¨® despu¨¦s de su fichaje por el Real Madrid y la obligaci¨®n de reconducir su trayectoria en la Liga holandesa, no en el Ajax o el PSV Eindhoven, sino en Hereenven y en el Vitesse.
El gol fue un prodigio en tres actos: 1) El pase a un toque, profundo, perfecto, dejando correr la pelota para conectar su carrera con el desmarque de Portu. 2) El delicado control tras la devoluci¨®n del delantero. 3) La definici¨®n frente al portero, relajada, segura, sin el menor atisbo de dudas. El gol, en definitiva, que se esperaba hace cuatro a?os del juvenil m¨¢s perseguido por los grandes equipos europeos, concretado ahora con 20 a?os, en su tercer partido en la Liga espa?ola.
Antes de su regreso al f¨²tbol espa?ol, Odegaard no hab¨ªa desaparecido del radar futbol¨ªstico, pero su pista se hab¨ªa debilitado. En el Herenveen jug¨® bien. En el Vitesse salt¨® un nuevo pelda?o. Fue elegido en el equipo ideal de la Liga holandesa, la ¨²nica excepci¨®n en una lista integrada por siete jugadores del Ajax y tres del PSV Eindhoven.
Con 16 a?os, Odegaard pertenec¨ªa al Real Madrid, hab¨ªa debutado en la Primera espa?ola y jugaba en la selecci¨®n noruega. Todo le ocurr¨ªa a una velocidad vertiginosa. Su padre, antiguo centrocampista del Stromsgodset, le dise?¨® como jugador. Lejos de adiestrarlo en los h¨¢bitos del f¨²tbol noruego, le obsesion¨® con las cuestiones t¨¦cnicas. Un a?o en el Stromsgodset fue suficiente para calibrar unas cualidades que muchos consideraron exageradas, pero que le sirvieron para visitar las principales casas del f¨²tbol europeo.
Acudi¨® a Manchester para reunirse con los t¨¦cnicos del United y a M¨²nich para examinarse en el Bayern. ¡°Elige un equipo como el Ajax. Ser¨¢ lo mejor para ti¡±, le aconsej¨®. Finalmente, resolvi¨® su ins¨®lito casting. Eligi¨® el Real Madrid, que no dud¨® en otorgarle un trato especial y una sabrosa ficha. No llegaba un an¨®nimo juvenil. Aterrizaba un proyecto de figura.
Con 16 a?os, debut¨® en el ¨²ltimo partido de Liga de la temporada 2014-15. Ancelotti era el entrenador. El inter¨¦s era del presidente. Despu¨¦s de los focos, la realidad de la Segunda B y las dificultades para asentarse en el equipo, en medio de una feroz competencia. Finalmente, la discreta salida a Holanda, sus primeros destellos como profesional y el car¨¢cter para sobreponerse a los problemas asociados a las estrellas precoces. En Europa se volvi¨® a hablar de Martin Odegaard, en voz baja esta vez.
Varios equipos se dirigieron al Real Madrid para solicitar la cesi¨®n, pero el jugador noruego repiti¨® la jugada. Eligi¨® de nuevo. Un equipo hab¨ªa despertado su inter¨¦s: la Real Sociedad. Le gust¨® lo que escuch¨® y lo que vio en la plantilla. Todo indica que ha acertado. Dos partidos han sido suficientes para devolver a Espa?a el brillo olvidado de Odegaard.
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