Ana Peleteiro aprende el significado de la palabra resiliencia y pasa a la final
"El 14,73 de Glasgow es un objetivo a batir, pero tampoco me quiero obsesionar con nada", dice la triplista gallega de una final en la que se espera el r¨¦cord de Yulimar Rojas
El aire acondicionado del estadio es una m¨¢quina terrible, un armaz¨®n met¨¢lico c¨²bico que rodea toda la pista a la altura de la barandilla y es tan ancho, metro y medio por lo menos, que desde las primeras filas solo se puede intuir el foso de los saltos, donde Iv¨¢n Pedroso espera que aterricen, bien lejos, sus pupilas, Ana Peleteiro y Yulimar Rojas. Ni estando de pie puede el t¨¦cnico cubano ver las batidas (hop, step, jump, bote, paso, salto) de sus campeonas, pero casi solo por el sonido de sus pies conoce el resultado, y ni se inmuta cuando en un nulo m¨ªnimo, en su primer salto, la venezolana, campeona del mundo, aterriza de pie rozando la l¨ªnea de los 15 metros.
Qu¨¦ burrada, exclaman en la poblada grada inferior los espa?oles. Las docenas de nacionales de Colombia, fans de la vecina rival, la campeona ol¨ªmpica Caterine Ibarg¨¹en, y de Venezuela ni reaccionan. Ni se han enterado del meteorito que ha pasado por delante de ellos. Reaccionan con m¨¢s calor, y menos banderas, los aficionados finlandeses de Kristina Makela.
Ni el calor ni la falta de respuesta a su petici¨®n de palmas r¨ªtmicas afectan a Ana Peleteiro, que es una mujer nueva desde hace unos d¨ªas desde que descubri¨® qu¨¦ significaba resiliencia. ¡°Este a?o verano me cuesta m¨¢s centrarme. Mi abuela muri¨®, es la vida, cosas que pasan...¡±, dice la atleta que en marzo gan¨® en Glasgow el Europeo en pista cubierta con una marca, 14,73m, que es r¨¦cord de Espa?a y pasaporte para la mejor elite. ¡°Son cosas que cuesta asimilarlas, pero el otro d¨ªa le¨ª en un libro el significado de una palabra, resiliencia. Conoc¨ªa la palabra, pero no sab¨ªa el significado, y, en verdad, fue una palabra que me habl¨®, que me dijo, ¡®esto es lo que te pasa a ti y hay que aceptarlo¡¯. Y es la capacidad que tiene el ser humano de superar situaciones dif¨ªciles. Me lo met¨ª en la cabeza y, mira, por una tonter¨ªa de leer un libro, y casi nunca leo, le¨ª precisamente el libro que necesitaba, y a partir de ese d¨ªa soy otra, me vino superbi¨¦n. Soy un muelle, puedo caer y saltar, no me quedo abajo¡±.
Peleteiro llevaba un mes sin competir, restaurando el ¨¢nimo y estirando, hasta dejarlo de goma, un isquio rebelde. No rompe ni la tabla ni la arena y necesita dos saltos para llegar a 14,23m. Servicio m¨ªnimo para la final del s¨¢bado (19.35). ¡°Hemos hecho lo que quer¨ªa, m¨¢s de un salto, que me hac¨ªa falta, como en Glasgow. Tanto tiempo sin saltar se nota¡±, dice Peleteiro. ¡°Soy competitiva desde que nac¨ª, no voy a dejar de serlo con 23 a?os. El s¨¢bado me voy a dejar la piel. No s¨¦ lo que va a salir, la verdad, pero me voy a dejar la piel. Despu¨¦s del a?o que hemos tenido... solo Iv¨¢n y yo sabemos por lo que hemos pasado este a?o. Estoy muy orgullosa. El 14,73 de Glasgow es un objetivo a batir, pero tampoco me quiero obsesionar con nada. Las cosas a veces salen f¨¢ciles pero cuando las buscas te cuestan un poco m¨¢s¡±.
En su segundo salto, Rojas, que no par¨® de bailar, candela pura, salt¨® 14,31. Paso directo a una final en la que la afici¨®n espera no solo que gane el oro, sino que bata el r¨¦cord del mundo (15,50m). ¡°S¨ª, lo s¨¦, pero para m¨ª, por ahora es fundamental el oro, y sentirme bien en la competencia, y si logro el oro hacerlo de una manera impactante y bonita, y a ver qu¨¦ sale. Lo que Dios nos ponga, con fe¡±, dice la venezolana, de 23 a?os, como Peleteiro, y triple campeona del mundo ya. ¡°El r¨¦cord lo tenemos en mente, pero por ahora, el oro. Y seguir centrada, saltando como venimos y concentrada en conseguir el oro s¨¦ que puede salir una marca muy buena, y quiz¨¢s el r¨¦cord o lo que Dios nos d¨¦¡±.
Y caminando, se fue cantando por la avenida con los pinchos (los clavos) en la mano hacia el autob¨²s del hotel en Doha la turbia.
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