La tiran¨ªa del ¨¦xito
Al igual que Michael Jordan, muchos de los grandes mitos impusieron sin concesiones su acentuado sentido de la competitividad, de Di St¨¦fano a Cruyff y Kobe Bryant
¡°Ganar tiene un precio¡±, reflexiona Michael Jordan. El 23 de los Chicago Bulls rememor¨® su lado m¨¢s alfa, fanfarr¨®n y tirano en el documental The last dance, uno de los fen¨®menos televisivos del a?o a nivel mundial. Y lo justific¨®: seis anillos de la NBA. ¡°Ret¨¦ a mis compa?eros, cuando no quer¨ªan ser retados. Los desafi¨¦, cuando no quer¨ªan ser desafiados. Pero me hab¨ªa ganado ese derecho: ellos no hab¨ªan aguantado las cosas que yo s¨ª aguant¨¦. El liderazgo tiene un precio¡±, subraya el deportista.
?C¨®mo son los otros l¨ªderes del deporte mundial? ¡°Los l¨ªderes con los que he trabajado no tienen nada que ver con las definiciones que escucho en seminarios, cursos y conferencias para ser l¨ªder¡±, define la psic¨®loga Inma Puig, que trabaj¨® durante 15 a?os en el Barcelona y asesora, entre otras empresas, al Celler de Can Roca, en su libro La revoluci¨®n emocional. ¡°Los que yo conozco van a su aire, son descre¨ªdos, no les importan mucho los dem¨¢s e incluso los utilizan para sus fines sin ning¨²n remordimiento¡±, continua Puig.
Cesar Luis Menotti, entrenador campe¨®n del mundo con Argentina en 1978, analiza: ¡°El liderazgo se ejerce a partir del respeto que te tienen tus compa?eros en la cancha. Hay una pelota. Si en los momentos dif¨ªciles te la dan: sos el l¨ªder¡±, dice el argentino, que fue amigo de Cruyff y de Di St¨¦fano, tiene de ¨ªdolo a Pel¨¦ y comparti¨® selecci¨®n con Messi y Maradona. ¡°Hay cuatro reyes en el f¨²tbol y Leo aspira a ser el quinto¡±, a?ade Menotti.
La vieja escuela. En su biograf¨ªa, Feren? Puskas cont¨® que, en su primera temporada en el Real Madrid, lleg¨® a la ¨²ltima jornada empatado a goles con Di St¨¦fano. Cerca del final del partido ante el Granada qued¨® solo ante el guardameta. Lo regate¨®. Sin embargo, cuando ya ten¨ªa la porter¨ªa vac¨ªa, esper¨® a la Saeta Rubia. ¡°Si marco, nunca me volver¨¢ a hablar¡±, pens¨® el h¨²ngaro. Curtido bajo el liderazgo de la m¨¢quina de River, Di St¨¦fano intimid¨® a compa?eros y entrenadores. En la final de la Copa de Europa de 1964, entre el Inter y el Madrid, se enfrent¨® al t¨¦cnico Miguel Mu?oz por no escuchar sus consejos. ¡°Eran otras ¨¦pocas. No se puede comparar. Cada l¨ªder tiene una inspiraci¨®n en un contexto social y pol¨ªtico. Alfredo se crio con Adolfo Pedernera (La M¨¢quina de River) que era un l¨ªder autoritario¡±, explica Menotti.
Luis Su¨¢rez, ¨²nico espa?ol Bal¨®n de Oro y compa?ero del argentino en la selecci¨®n espa?ola, apunta: ¡°Di Stefano exig¨ªa, s¨ª. Pero era el primero en sacrificarse. Si hasta se pon¨ªa a jugar de defensa. Te arrastraba a seguirlo¡±. Di St¨¦fano gan¨® cinco Copas de Europa y una Copa Am¨¦rica.
El primer futbolista mundial. ¡°En una de esas giras que hac¨ªa el Santos, en un partido el ¨¢rbitro expuls¨® a Pel¨¦ por una patada a los diez minutos. Lo tuvieron que ir a buscar al vestuario. El p¨²blico se hab¨ªa puesto como loco: solo les interesaba ver a Pel¨¦¡±, recuerda Menotti. A Pel¨¦, como a Jordan, se le achac¨® en Brasil que nunca se involucr¨® en reivindicaciones sociales ni tampoco se enfrent¨® a los directivos del f¨²tbol. ¡°En el 70, el capit¨¢n era Carlos Alberto. ?l se encargaba de pelear los premios. Y, en el campo, el que mandaba era Gerson. Era un gran jugador, el mejor, pero no era un l¨ªder¡±, recuerda Tostao, compa?ero de O Rei en M¨¦xico 70. Eso s¨ª, que nadie lo provocara. ¡°No lo pod¨ªas hacer enojar porque te mataba. Era muy valiente¡±, remata Menotti. Pel¨¦ es el m¨¢ximo ganador de mundiales: tres.
Primero estrella, siempre entrenador. Johan Cruyff se escond¨ªa en el bosque durante los entrenamientos de Rinus Michels en el Ajax, no ten¨ªa ni un poco de pudor para encenderse un pitillo en el vestuario (Marlboro, sin filtro) y le gustaba tanto mandar que hasta lo hac¨ªa cuando no le tocaba. En 1981, estaba en la grada durante un partido entre el Ajax y el Twente y, como su equipo perd¨ªa, se sent¨® en el banquillo a dar instrucciones ante la at¨®nita mirada de Leo Beenhakker, entrenador del cuadro de ?msterdam. ¡°Hablaba, hablaba y hablaba¡±, recuerda Johnny Rep, compa?ero de El Flaco en el Ajax y en la selecci¨®n holandesa. ¡°Siempre estaba dirigiendo y dici¨¦ndole a los dem¨¢s lo que hab¨ªa que hacer. Dentro del campo era un poco tirano, pero nos serv¨ªa para ganar. Fuera era otra cosa. Ten¨ªa una personalidad muy dif¨ªcil. No era mi amigo¡±, prosigue Rep.
Cruyff toc¨® la cima como jugador y entrenador. ¡°Siendo amable, Cruyff estaba demasiado seguro de s¨ª mismo¡±, lo define Lineker. Cruyff gan¨® tres Champions como jugador y una como entrenador.
El l¨ªder generoso. ¡°Con Diego, el chico de Villa Fiorito, doy la vuelta al mundo. Con Maradona, no doy ni un paso¡±. Fernando Signorini, hist¨®rico preparador f¨ªsico del 10, define as¨ª la contradictoria vida de Diego Maradona que, como Jordan, fue uno de los primeros deportistas globales, despojados de su persona para convertirse en una personalidad. Maradona transgredi¨® todas las reglas fuera del campo, en cambio, en los vestuarios genera unanimidad. ¡°No van a encontrar a una persona que hable mal de Diego. Es el tipo m¨¢s bueno que hay. Gracias a ¨¦l tuve botas para jugar el Mundial 86. Me las regal¨® ¨¦l porque yo no ten¨ªa. Siempre defend¨ªa al compa?ero. Un d¨ªa se le plant¨® a Bilardo y le dijo que no quer¨ªa jugar m¨¢s amistosos. Era lo que pens¨¢bamos todos¡±, cuenta H¨¦ctor Enrique, compa?ero de Maradona en la selecci¨®n argentina. Menotti dirigi¨® a Maradona en el Mundial de Espa?a. ¡°Su presencia ya impone, ?qui¨¦n va a cuestionarle a Maradona por qu¨¦ pate¨® al arco? Adem¨¢s, era un motivador¡±, explica Menotti. Y remata Enrique: ¡°Diego se te acercaba antes de los partidos y te dec¨ªa: 'Negro, sos el mejor. Eso para m¨ª era m¨¢s importante que salir en la tapa de El Gr¨¢fico¡±. Maradona conquist¨® el Mundial de 1986.
El doble espejo de Jordan. Kobe Bryant naci¨® en 1978. Vivi¨® y disfrut¨® el despertar y apogeo de Jordan. Hasta lleg¨® a coincidir con el 23 en la pista. Lo estudi¨® y lo copi¨®, sin reparar en las humillaciones a compa?eros. ¡°T¨² tienes a Barbosa, pero yo tengo a Sumsh Parker¡±, se quej¨® Bryant a Steve Nash durante un partido entre los Lakers y los Suns. ¡°Un d¨ªa me dijo que yo no ten¨ªa suficiente estatus como para hablarle. Lo grave es que me lo dijo en serio¡±, revel¨® Parker tiempo despu¨¦s. LeBron James tambi¨¦n idolatr¨® a Jordan. ¡°Es el Jes¨²s negro¡±, lo defini¨®. El 23 de los Lakers se entrega al trabajo como MJ. ¡°Te exige al 300%. Pero si est¨¢s con ¨¦l te defiende a muerte. Es el primero y el ¨²ltimo en irse de los entrenamientos¡±, dice su excompa?ero Jos¨¦ Manuel Calder¨®n. Bryant sum¨® cinco anillos, por los tres de LeBron.
Romper el silencio. Lionel Messi lleg¨® a Barcelona con 12 a?os. A su timidez le sum¨® el desarraigo. Se refugi¨® en el silencio. ¡°Pens¨¢bamos que Leo era mudo¡±, revel¨® Piqu¨¦, compa?ero del 10 en la cantera. Feroz en el campo, sus entrenadores tuvieron que interpretar sus gestos en el vestuario. ¡°De todos los dictadores, Messi es el menos dictador¡±, lo describi¨® Tito Vilanova. A Juan Sebasti¨¢n Ver¨®n, su compa?ero de habitaci¨®n en el Mundial 2010, le sorprendi¨® la exagerada discreci¨®n del 10: ¡°Le daba verg¨¹enza hablar en grupo¡±. A los 32 a?os, Messi se liber¨®: ¡°Leo es inteligente. Antes hablaba con su f¨²tbol en la cancha y ahora tambi¨¦n lo hace en el vestuario. En las ¨²ltimas concentraciones en la selecci¨®n estuvo m¨¢s participativo en las charlas¡±, completa Menotti.
¡°No existe una persona que sea el mejor y no sepa que es el mejor. Tienen que jugar con esa arrogancia. Si le preguntas a cualquiera de los buenos: a Messi, a Federer¡ ?Piensas que ellos creen que son el n¨²mero 50 del mundo? No, saben que son los mejores. Y lo saben mucho antes de serlo. Est¨¢ en su personalidad. Para llegar a ese nivel hay que hacer cosas que nunca hizo nadie. Hay que hacer algo diferente, porque si hicieran lo mismo que todos, no cambiar¨ªan nada¡±, reflexiona el jugador de baloncesto Luis Scola en un podcast con el periodista Juan Pablo Varsky. ¡°La persona desobediente llega a donde ¨¦l quiere; el obediente, a donde quieren los dem¨¢s¡±, analiza la psic¨®loga Inma Puig. ¡°Son Dioses y hay que dejarlos crear¡±, cierra Menotti. Y ya se sabe c¨®mo es eso de la divinidad: los dioses no aman. Solo se dejan amar.
Phelps: ¡°Me asegur¨¦ de estresar a todos mis compa?eros¡±
La escuder¨ªa de Moto GP Yamaha guarda un hecho hist¨®rico. Es normal que se archiven las camisetas que se tienen preparadas para celebrar un campeonato cuando pierdes la final. Lo extra?o, sin embargo, es que se escondan cuando se gana. En Cheste, en 2015, los dos pilotos de la escuder¨ªa japonesa, el espa?ol Jorge Lorenzo y el italiano Valentino Rossi, llegaron con opciones de consagrarse campe¨®n. Yamaha ten¨ªa todo preparado para homenajear a cualquiera de sus dos pilotos que se alzara con el t¨ªtulo. No lo hizo. ?Por qu¨¦? Porqu¨¦ gan¨® Lorenzo y no hab¨ªa que hacer enojar al todo poderoso Rossi. O, al menos, eso cre¨ªan. ¡°Para cualquier equipo es malo hacer determinada cosa porque un deportista se lo pide. Pero es peor a¨²n cuando se anticipa a lo que cree que le puede gustar¡±, reflexion¨®, en su momento, un empleado de la marca nipona.
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