¡°Diego se escap¨® del cielo y nuestra misi¨®n es acompa?ar su regreso con alegr¨ªa¡±

Acorde a la condici¨®n de los dioses, Diego Maradona tambi¨¦n hace milagros despu¨¦s de su muerte: tras un d¨ªa marcado por el dolor, una vigilia festiva irrumpi¨® en Buenos Aires este mi¨¦rcoles por la noche.

En el cierre de una de las jornadas m¨¢s tristes de Argentina, un carrusel de gritos, cantos y bocinazos marcaron la antesala del velatorio que comenzar¨¢ este jueves por la ma?ana en la Casa Rosada, que se espera multitudinario y durar¨¢ hasta el fin de semana.

¡°Diego se escap¨® del cielo y nuestra misi¨®n es acompa?ar su regreso con alegr¨ªa y cantos¡±, dijo Walter Rotundo, integrante de la Iglesia Maradoniana, tan fan¨¢tico que bautiz¨® a sus hijas como Mara y Dona, ambas de 9 a?os. ¡°Tenemos que ser ego¨ªstas y dejarle la tristeza a los familiares. Diego, a nosotros, solo nos dio alegr¨ªas y debemos despedirlo as¨ª. La primera sensaci¨®n fue de dolor: ahora es de gratitud¡±, agreg¨® el hincha, uno de los organizadores del encuentro en el que miles de fan¨¢ticos se congregaron en el Obelisco.

Con fuegos artificiales de fondo, banderas colgadas de los alambrados como si se jugara un partido de f¨²tbol y la permanente entonaci¨®n del himno nacional, miles de argentinos se reunieron enfrente de uno los habituales lugares de concentraci¨®n de la capital argentina. En el apogeo del homenaje, los hinchas ensayaron adem¨¢s una vuelta ol¨ªmpica alrededor del monumento, mientras las pantallas gigantes del centro porte?o mostraban los goles de Maradona a Inglaterra en el Mundial 86.

¡°Voy a repetir lo que dijo [el escritor] Roberto Fontanarrosa: ¡®No me importa lo que hizo Diego con su vida, me importa lo que hizo con la m¨ªa. Por eso estoy ac¨¢ y me voy a quedar toda la noche hasta que comience el funeral¡±, sintetiz¨® Nicol¨¢s, otro integrante de la Iglesia, con un tapabocas ilustrado por una fotograf¨ªa de Maradona convirti¨¦ndoles su segundo gol a los ingleses.

Aunque tambi¨¦n hab¨ªa hinchas llorando a l¨¢grima viva, la mayor¨ªa de los manifestantes despidi¨® el d¨ªa en el que Maradona entr¨® en la inmortalidad con canciones de emoci¨®n y pertenencia. ¡°Diego no se muri¨®, Diego vive en el pueblo¡±, fue el tema m¨¢s repetido, una combinaci¨®n reiterada en otras canciones, como ¡°Diego, querido, el pueblo est¨¢ contigo¡±.

¡°Maradona es el deportista m¨¢s carism¨¢tico de la historia junto a Muhammad Ali¡±, sintetiz¨® Emiliano Goggia, uno de los autoconvocados, al lado de una bandera que un¨ªa al exfutbolista con el Che Guevara y la palabra ¡°revoluci¨®n¡±. ¡°Ahora voy a dormir un par de horas a casa as¨ª estoy listo para el funeral: ped¨ª licencia en el trabajo para llegar bien temprano a la Casa Rosada¡±, agreg¨® Goggia.

Mientras miles de fan¨¢ticos tambi¨¦n se juntaban en otro rinc¨®n de la ciudad, el estadio de Argentinos Juniors, la cuna futbol¨ªstica de Maradona, Buenos Aires y el resto del pa¨ªs se entregaron a otro tipo de saludo: a las 10 de la noche, en honor a su n¨²mero, los automovilistas tocaron las bocinas de sus veh¨ªculos y la gente sali¨® a la calle para aplaudir la memoria de su gran fabricante de felicidad.

¡°El Diego es Argentina¡±

La prohibici¨®n de pisar las canchas de f¨²tbol en Argentina por la pandemia de covid-19 no resisti¨® a la muerte de Maradona. ¡°Es un milagro del Diego¡±, exclam¨® una mujer con un beb¨¦ en brazos cuando las persianas del estadio de Argentinos Juniors, en el barrio porte?o de La Paternal, comenzaron a subir despu¨¦s de permanecer ocho meses bajas. Cerca de las diez de la noche, el club con el que la leyenda del f¨²tbol argentino lleg¨® a Primera dej¨® entrar a los miles de hinchas que se concentraron toda la tarde en el exterior del estadio para depositar flores, encender una vela, dejar una camiseta, una pelota o cualquier otro objeto que les recordase a Maradona. La tristeza con la que llegaron los primeros aficionados dio paso con el correr de las horas a una fiesta popular in¨¦dita desde que el coronavirus paraliz¨® el f¨²tbol argentino.

¡°El Diego es el pa¨ªs, el Diego es Argentina, para Argentina lo es todo. Solo tengo palabras de agradecimiento¡±, dec¨ªa Mat¨ªas, de 29 a?os, despu¨¦s de dejar una camiseta de Argentinos Juniors a los pies de un altar improvisado ¡°El Diego es inmortal, no se muri¨® hoy. Sigue vivo y va a seguir vivo mil a?os m¨¢s¡±, agregaba, mientras a su alrededor los presentes cantaban ¡°Marad¨®, Marad¨®¡±.

Mar¨ªa In¨¦s, de 83 a?os y vecina de La Paternal, no imaginaba que sobrevivir¨ªa a ese joven al que vio hacer gambetas prodigiosas antes de convertirse en un ¨ªdolo nacional. ¡°Voy a la cancha desde los siete a?os y nunca disfrut¨¦ tanto como con el Diego. Lo vi anotarle cuatro goles a Boca¡±, recordaba, en referencia al hist¨®rico partido de 1980 en el que Argentinos Juniors venci¨® al equipo xeneize por 5-3. ¡°Llor¨¦ dos horas, la tristeza me imped¨ªa hablar, pero despu¨¦s llam¨¦ a mi nieto y le ped¨ª que me acompa?ara a encenderle una vela¡±.

¡°El que no salta es un ingl¨¦s¡±, cantaban los aficionados, para quienes es imborrable el recuerdo del partido que Argentina gan¨® a Inglaterra 2-1 en los cuartos de final del Mundial de M¨¦xico gracias a dos goles hist¨®ricos de Maradona. ¡°Brasilero, brasilero, que amargado se te ve, Maradona es, es m¨¢s grande que Pel¨¦¡±, era otro de los c¨¢nticos m¨¢s escuchados de la noche, en referencia a la cl¨¢sica rivalidad con el vecino Brasil.

El alcohol y los bombos acrecentaban el ambiente festivo y la sensaci¨®n de que el fallecimiento del Pelusa es irreal, una pesadilla m¨¢s de este 2020 dist¨®pico. ¡°Es un pedazo de la patria. Como si se pudiese morir el queso y dulce o el mate¡±, dec¨ªa Sebasti¨¢n, de 38 a?os. M¨¢s y m¨¢s gente entraba en el estadio. Nadie se quer¨ªa ir.

Cerca de la medianoche, otras decenas de fan¨¢ticos recibieron con saltos y m¨¢s canciones la llegada del cuerpo de Maradona a la casa velatoria en la que el exfutbolista ser¨ªa despedido por sus familiares durante la madrugada.