La Premier y el patrimonio popular del f¨²tbol
Ver los estadios ingleses llenos de padres acompa?ando a sus hijos para iniciarlos en el rito tribal de amar a un escudo y para ver a los ¨ªdolos que formar¨¢n parte de su santoral, es muy sano
La siempre moderna tradici¨®n. En navidades, mientras en el resto del mundo el m¨²sculo descansa, el f¨²tbol exalta la Premier que, como un caballo intr¨¦pido atravesando un p¨¢ramo, atrae todas las miradas. Los entrenadores claman por el cansancio y los jugadores por la inoportunidad de un calendario que se apodera de d¨ªas familiares. Todos tienen raz¨®n. Pero el f¨²tbol necesita de tradiciones que nos recuerden su condici¨®n de patrimonio popular y cultural. Y de religi¨®n pagana. Ver los estadios llenos de padres acompa?ando a sus hijos para iniciarlos en el rito tribal de amar a un escudo y para ver a los ¨ªdolos que con el paso del tiempo formar¨¢n parte de su santoral futbol¨ªstico, es muy sano. El f¨²tbol, que est¨¢ siendo zarandeado por el dinero y la tecnolog¨ªa, necesita m¨¢s que nunca de esa correa de transmisi¨®n sentimental que est¨¢ en la base de todo. Incluso del negocio.
Una ilusi¨®n para animar cad¨¢veres. La aparici¨®n navide?a de Mikel Arteta fue otra buena noticia para el f¨²tbol. Por su talante, formaci¨®n e identificaci¨®n con el Arsenal, su llegada produjo un impacto de efecto inmediato. En el partido frente al Manchester United, el contraste fue notorio. Son clubes que llevan tiempo con m¨¢s problemas de los que pueden solucionar y ese proceso se llama decadencia. Pero a los jugadores del Arsenal les volv¨ªa a correr sangre por las venas y esa vida recobrada la transmit¨ªan a las gradas, que festejaban cada acci¨®n como si el f¨²tbol se hubiera reinventado. El equipo sali¨® del vestuario con ideas frescas y una actitud decidida que dotaba de fe a todo lo que hac¨ªa. Suficiente para transmitir una ilusi¨®n que Arteta personaliza como nadie. Enfrente, el Manchester pareci¨® un cad¨¢ver. Al esqueleto de su vieja grandeza le quedaban algunos signos de dignidad, como a un noble le quedan los modales, que no alcanzan a ocultar la decadencia. Solskjaer ya no alcanza. Urge un nuevo Arteta.
Manda el talento. La Premier evoluciona por la influencia de Klopp y Pep, profetas de este tiempo que lograron ponerle riendas al desbocado f¨²tbol ingl¨¦s: apasionado, competitivo, a¨²n con resabios primitivos en muchos equipos y que tiene en las gradas un escenario inmejorable para un espect¨¢culo televisivo siempre lustroso. La Premier impacta. Sin embargo, France Football, tuvo la buena idea de escapar de la inmediatez que nos acecha present¨¢ndonos el equipo de la d¨¦cada, con un solo jugador de la ruidosa Premier. La lista, discutible como todas, dignifica a LaLiga con Messi y Ronaldo al mando, cuatro espa?oles ya universales: Casillas, Ramos, Xavi e Iniesta, a los que hay que agregar a Marcelo, Modric y Neymar. Solo Lahm y Van Dijk escapan al radar de LaLiga. De ah¨ª venimos. Para que el aire no se escape del globo, LaLiga debe seguir apostando por los grandes talentos.
Comienza el futuro. Y los hay. Solo que, a¨²n con mucho talento, no es f¨¢cil ser joven en un f¨²tbol tan competitivo. Ansu Fati apareci¨® y desapareci¨® dej¨¢ndonos una pregunta: ?es un equipo como el Bar?a de Messi, Su¨¢rez y Griezmann, el mejor sitio para que evolucione un joven delantero? Ale?¨¢, que compet¨ªa con otros seis centrocampistas, se march¨® al Betis porque ya contest¨® a esa pregunta: ¡°no¡±. Para triunfar en un club grande es necesario tener la prepotencia futbol¨ªstica que representa como nadie Pajarito Valverde. Pero no olvidemos que lleva tres a?os en la sala de espera. Lo mejor es vagar por equipos que te permitan evolucionar compitiendo, como Odegaard, que tuvo siempre un talento superior, pero que solo hoy parece maduro para cualquier desaf¨ªo. Sobran nombres de j¨®venes talentosos, el desaf¨ªo es formarlos para que el prestigio de LaLiga, al final de esta d¨¦cada, los convierta en candidatos de France Football.
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