Celia Fern¨¢ndez, un chapuz¨®n desde 20 metros
Juez de gimnasia, consultora en una farmac¨¦utica y extrabajadora de un circo, la madrile?a de 31 a?os es la ¨²nica espa?ola que compite en la Copa del Mundo de saltos extremos
¡°Desde peque?ita era muy movidita y estaba obsesionada. Le dec¨ªa a mi madre que quer¨ªa hacer gimnasia como los monos. Lo m¨¢s parecido que encontr¨® fue la gimnasia art¨ªstica¡±, r¨ªe Celia Fern¨¢ndez (Madrid, 31 a?os) recordando sus inicios en el deporte a los ocho a?os. Durante cuatro sigui¨® un duro entrenamiento que la llev¨® a diferentes competiciones, pero su carrera como gimnasta profesional finaliz¨® al no aceptar ir al equipo nacional. ¡°Hab¨ªa que irse de casa, cambiar de colegio, vivir en un piso concentrada con el resto del equipo, entrenarse ocho o nueve horas al d¨ªa¡ Decid¨ª no aceptarlo y me qued¨¦ en mi gimnasio¡±.
El deporte pas¨® a ocupar un segundo plano en su vida. Se gradu¨® en ingenier¨ªa de telecomunicaciones. La casualidad la llev¨® a los saltos extremos de trampol¨ªn, deporte conocido como High Diving, al enterarse de que un famoso espect¨¢culo de circo buscaba saltimbanquis. ¡°A ra¨ªz de estos castings dije: ¡®Uy, ?por qu¨¦ no pruebo los saltos al agua que tienen mucho que ver con la gimnasia, y cambio un poco?¡¯. Empec¨¦, hace unos seis a?os, con un grupo en Madrid. Me cogieron, fui a China a trabajar y empec¨¦ a saltar¡±. Lleg¨® a lanzarse desde 17 metros.
Cuando termin¨® el espect¨¢culo, se instal¨® en Barcelona. ¡°Busqu¨¦ un trabajo m¨¢s relacionado con lo que hab¨ªa estudiado. Habl¨¦ con mi entrenador, Agust¨ª S¨¢nchez, y le coment¨¦: ¡®Mira, yo he estado haciendo los saltos en Macao cuando estaba en el espect¨¢culo. Ahora, me gustar¨ªa competir¡±. Para ello, era necesario entrar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. ¡°Fue complicado porque es un sitio privado. B¨¢sicamente llegu¨¦ llamando a la puerta de la federaci¨®n y dici¨¦ndoles: ¡®Hola, soy Celia. ?Me gustar¨ªa competir!¡¯ Y claro, nadie me conoc¨ªa. Agus movi¨® Roma con Santiago para que me dejaran entrenar en el CAR¡±.
El High Diving dobla o triplica la altura ol¨ªmpica de los saltos al agua. Para las mujeres es de 20 metros, a veces 23. La t¨¦cnica debe ser impoluta. ¡°Tenemos mucho riesgo por no estar colocados perfectamente perpendiculares con el agua en el momento de entrar¡±, cuenta. ¡°La idea es entrar lo m¨¢s vertical posible. Si te inclinas un poquito hacia delante te puede dar el agua como un pu?etazo en la barbilla. Si vas pasado, el impacto es en la espalda. Si pierdes el control y entras en planchazo literal, el impacto es tal que puede que los ¨®rganos acaben afectados. Al m¨ªnimo desv¨ªo, puedes acabar en el hospital¡±, cuenta Celia, ¨²nica espa?ola en esta disciplina en la que lleva dos a?os compitiendo en la Copa del Mundo.
Entrenarse es una ¡°tarea complicada¡±. A nivel mundial, existen muy pocas piscinas que cuenten con plataformas suficientemente altas. Y en competici¨®n, se salta desde acantilados, plataformas temporales o, como en Bilbao, desde el Puente de la Salve. Los hombres se lanzaron desde 27 metros, con tres segundos de ca¨ªda libre a 85 kil¨®metros por hora. Adem¨¢s de la preparaci¨®n f¨ªsica, la gesti¨®n de la mente juega un papel crucial. ¡°Hay un poco de locura, y al mismo tiempo no la hay. Vamos de forma progresiva, no es que de golpe te subas a los 20 metros y te tires. Por supuesto, no vas a saltar si no est¨¢s al 100% segura de que todo va a ir bien¡±.
Celia divide su tiempo en tres trabajos: saltadora de High Diving, consultora en una empresa farmac¨¦utica y juez de gimnasia art¨ªstica. La econom¨ªa tambi¨¦n le condiciona: ¡°No me puedo dedicar solo a los saltos. Al principio, ten¨ªa que pag¨¢rmelo todo y era una pasta. Pero cada vez consigo m¨¢s ayudas. Espero lograr una beca y que todo fluya mejor¡±, dice. Saber gestionar el miedo y la mente antes de cada salto es una de las claves. ¡°Hay un componente de no pensar en lo que puede pasar: si piensas en todo, no saltas. All¨ª arriba sientes miedo, mucho miedo¡±, confiesa. ¡°Nos centramos en lo que tiene que ir bien, en lugar de focalizar lo malo. Si sucumbes a los pensamientos negativos, lo m¨¢s posible es que vaya todo mal¡±. Pasar ese miedo tiene premio: ¡°Cuando lo has hecho bien y sales del agua es una sensaci¨®n inexplicable, felicidad m¨¢xima¡±.
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