Osaka viaja hacia las elegidas
La japonesa conquista su segundo trofeo en Australia y con cuatro grandes, uno por a?o desde 2018, reclama el mando del circuito. No hab¨ªa un pleno en las cuatro primeras finales desde Seles en el 90
Pendiente de que Serena Williams complete su inmensa obra con el 24? grande, o bien desista y termine haci¨¦ndole una reverencia a la australiana Margaret Court, el tenis femenino encuentra motivos para la alegr¨ªa en el despegue definitivo de Naomi Osaka. La japonesa, de 23 a?os, conquist¨® su cuarto grande al imponerse en la final de Melbourne a la estadounidense Jennifer Brady (6-4 y 6-3, en 1h 17m) y confirm¨® que el paso de p¨¢gina est¨¢ cada vez m¨¢s cerca, que si ha de haber una nueva jefa en el circuito es ella y que si alguna tenista tiene n¨²meros y argumentos para convertirse en la pr¨®xima referencia, la elegida es bien reconocible: melena ensortijada, tez mestiza y un tenis abrasador. Si no hay despistes importantes, Osaka se dirige all¨¢ hacia donde solo figuran las elegidas.
Tras dos semanas ofreciendo pistas, el s¨¢bado se complet¨® el primer enigma en Australia. La campeona pos¨® con el trofeo y dio otro paso m¨¢s hacia el espacio on¨ªrico de la historia. Resisti¨® Brady hasta que dio un paso en falso en el primer parcial, y el resto fue un dulce paseo hacia el cuarto major de Osaka, que no pierde un partido desde que cayera contra Sara Sorribes el pasado 7 de febrero, en la Copa Federaci¨®n, y ha enlazado desde entonces 21 triunfos. No hay quien la pare ¡ªsolo constan dos renuncias por lesi¨®n, pero no derrotas¡ª y con el ¨²ltimo ¨¦xito se convirti¨® en la cuarta jugadora en activo que logra un p¨®quer tras Serena (23), Venus Williams (7) y la belga Kim Klijsters (4).
¡°Ya no veo las expectativas como una losa. Siento que estoy en un punto en el que siento que todo lo que tengo me lo he ganado. S¨¦ que ahora habr¨¢ m¨¢s presi¨®n, pero a la vez eso es algo que me motiva¡±, comentaba mientras los expertos y los aficionados ya hacen quinielas sobre cu¨¢ntos grandes ganar¨¢, y si escalar¨¢ m¨¢s o menos en la lista de celebridades. De momento, Osaka est¨¢ a un pelda?o hist¨®rico de dos ilustres como la suiza Martina Hingis y la rusa Maria Sharapova, ambas con cinco laureles. Por delante, sin embargo, le queda un mundo, palabras mayores.
A su edad, esos 23 a?os, Serena contabilizaba seis; Steffi Graf, otra instituci¨®n, se hab¨ªa hecho con 11; la norteamericana Chris Evert presum¨ªa de siete; pero Martina Navratilova, por ejemplo, fue m¨¢s tard¨ªa y tan solo hab¨ªa cosechado dos de los 17 que gan¨® en la modalidad individual. Osaka, pues, est¨¢ lejos de algunas de las hero¨ªnas m¨¢s precoces, pero desde luego va en la buena direcci¨®n. Su tenis de rompe y rasga empieza a adue?arse del circuito y desde que elevase el US Open de 2018, tumbando en aquella dram¨¢tica noche a Williams, ha triunfado en cada final que ha pisado: Australia al a?o siguiente, Nueva York otra vez (el curso pasado) y Melbourne en el presente. Es decir, cuatro de cuatro. Desde que lo consiguiera Monica Seles en 1990, no hab¨ªa jugadora con un registro de ese calibre.
Dos asignaturas pendientes
¡°Voy paso a paso. Ahora solo pienso en el quinto¡±, rebaj¨® cuando supo que el sueco Mats Wilander, campeon¨ªsimo de buen olfato, augura que al menos ganar¨¢ diez Grand Slams. ¡°Es un honor que ¨¦l diga eso, pero a m¨ª me gusta vivir el ahora, no ver las cosas desde una perspectiva general¡±, a?adi¨® mientras sus legiones de seguidores ¡ªdos millones en Instagram y m¨¢s de 800.000 en Twitter¡ª se frotan las manos pensando en una d¨¦cada de dominancia, teniendo en cuenta que solo Garbi?e Muguruza (27 a?os, dos grandes) y Simona Halep (29, otros dos) han conseguido alzar m¨¢s de un gran premio. No hay, hasta hora, ninguna representante de su quinta que le haga sombra.
¡°Quiz¨¢ suene raro, pero mi mayor meta es jugar lo suficiente como para enfrentarme a una chica que haya dicho que fui su tenista favorita. Yo he tenido esa sensaci¨®n, aunque por desgracia no tuve la oportunidad de jugar contra Li Na [jugadora china que gan¨® dos majors]¡±, cont¨®.
En este ¨²ltimo trazado, precisamente fue Muguruza la ¨²nica que le incomod¨®. Ese d¨ªa, Osaka salv¨® dos bolas de partido y despu¨¦s de resolver ese brete y anudar el triunfo final contra Brady, ahora su mirada se dirige hacia Roland Garros, donde nunca ha superado la tercera ronda. Poderosa sobre cemento, la tierra batida y la hierba son dos asignaturas pendientes. ¡°Como no jugu¨¦ en j¨²niors, crec¨ª sin jugar en c¨¦sped, y creo que la tierra se me dar¨¢ mejor. El a?o pasado lo hice muy mal, pero creo que es una cuesti¨®n de acostumbrarme¡±, zanj¨® la flamante vencedora, rumbo a nueva dimensi¨®n.
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