Madrid - Liverpool, cl¨¢sico al desnudo
Dos jerarcas se miden en los cuartos de final de la Liga de Campeones sin el peso del Bernab¨¦u y de Anfield
Dos jerarcas se miden en los cuartos de final de la Liga de Campeones (Martes, 21.00). Cuando se trata del Real Madrid y Liverpool sus huellas son muy anteriores, proceden de la vieja Copa de Europa que les procur¨® un tremendo caudal de ¨¦xitos y prestigio. Jugar¨¢n el primer partido en Valdebebas y el segundo en el desnudo Anfield de la pandemia. Que el f¨²tbol trasciende el agradable rumor del juego se adivina al instante en el Bernab¨¦u y en Anfield, dos estadios que juegan alto y fuerte en las grandes ocasiones. Por desgracia, esta vez permanecer¨¢n mudos.
No existir¨¢ el factor campo, ese 1-0 de salida que los dos equipos han interiorizado durante d¨¦cadas. Y al rev¨¦s, no se discute el disuasorio efecto que suele producir en sus rivales, que temen como al diablo el clamor de esos campos. No son pocos los entrenadores que observan el peso de Anfield y el Bernab¨¦u con tanta o m¨¢s inquietud que el calibre futbol¨ªstico del Liverpool y el Real Madrid.
Eliminado el ropaje ambiental, queda el f¨²tbol, representado por dos equipos que nunca pierden la condici¨®n de favoritos en la Copa de Europa. Se la han ganado por derecho, no importa el estado circunstancial en que se encuentren. Por si acaso, Real Madrid y Liverpool nos recuerdan que han sido campeones muy recientemente, en 2018 y 2019. Ninguno gan¨® su campeonato nacional en esos dos a?os.
El acta fundacional del mito madridista se escribi¨® en Europa. Un buen equipo espa?ol, sin un t¨ªtulo de campe¨®n de Liga desde la Guerra Civil, se erigi¨® en el gran referente europeo. Gan¨® las cinco primeras ediciones ¡ªentre 1956 y 1960¡ª y no volvi¨® a mirar atr¨¢s. El Real Madrid es la barra de iridio que mide el ¨¦xito en el f¨²tbol, su metro patr¨®n, en definitiva.
El Real Madrid nunca ha ocultado su obsesi¨®n con Europa, y tiene excelentes razones para proclamarla. Con Di St¨¦fano, Puskas, Gento y compa?¨ªa consolid¨® la incipiente competici¨®n, que en cinco a?os se convirti¨® en la pieza m¨¢s perseguida del f¨²tbol. Derrotar al Real Madrid fue el objetivo com¨²n de los equipos italianos, franceses, ingleses y alemanes. Adelantado a su tiempo, Santiago Bernab¨¦u comprendi¨® que la expansi¨®n del f¨²tbol y su derivada comercial pasaba inevitablemente por Europa.
Su certera previsi¨®n se qued¨® corta: la Liga de Campeones es un monstruo ¡ªmitad astuto camale¨®n, mitad feroz depredador¡ª que se ha adaptado como un guante a todas las ¨¦pocas pol¨ªticas y a todos los cambios legales y tecnol¨®gicos. El Madrid del siglo XXI, dise?ado por Florentino P¨¦rez, ha entendido mejor que nadie esta evidencia.
Sabemos lo que representa la Copa de Europa para el Real Madrid. No cambia su fetiche por nada en el mundo. Al Liverpool le sucede algo parecido. Cuando el Madrid gan¨® sus cinco t¨ªtulos europeos, el Liverpool jugaba en la Segunda Divisi¨®n inglesa. Ascendi¨® en el a?o 1962, dirigido por Bill Shankly, que gan¨® tres Ligas y ninguna Copa de Europa.
Siempre se dice que el primer objetivo de los equipos ingleses, y el que m¨¢s satisfacciones les proporciona, es su viejo nicho, la liga. En el caso del Liverpool hay que ponerlo en duda. Su aura procede m¨¢s de su tron¨ªo europeo que de los ¨¦xitos nacionales, abundantes en los a?os setenta y ochenta del siglo anterior y casi inexistentes desde entonces. Desde 1991, se demor¨® 29 a?os en ganar su siguiente campeonato de liga, pero en ese periodo logr¨® dos Copas de Europa.
La similar naturaleza de los dos clubes, adheridos al fulgor de la Copa de Europa, convierte el partido de este martes en un cl¨¢sico de extra?a celebraci¨®n. Dos potencias se re¨²nen y no habr¨¢ nadie que lo festeje donde deber¨ªa. En las tribunas.
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