Muguruza busca su lugar
Tras tocar la cima y perderse despu¨¦s, la espa?ola progresa como una de las mejores de la temporada: ¡°Me di cuenta de que no hab¨ªa que castigarse tanto y pasarlo mal¡±. Este jueves arranca en Madrid
Primero fue la eclosi¨®n, aquella primera final de Wimbledon, en 2015; despu¨¦s vino Par¨ªs, esa par¨¢bola perfecta que sirvi¨® para derribar a Serena Williams y lograr el primer laurel, 5 de junio de 2016; al a?o siguiente tom¨® La Catedral, con Londres a sus pies, ya como la primera mujer espa?ola que se adue?aba de las dos grandes plazas europeas del tenis y la segunda que consegu¨ªa hollar la cima mundial, tras Arantxa S¨¢nchez Vicario; y posteriormente, solo ella sabe el porqu¨¦, se adentr¨® en un largo t¨²nel del que le cost¨® escapar dos a?os, hasta que el a?o pasado reencontr¨® el interruptor en la lejan¨ªa de Australia, finalista all¨ª tambi¨¦n, y se detuvo el mundo a continuaci¨®n. Maldito par¨®n, pens¨® entonces, cuando Garbi?e Muguruza alzaba el vuelo otra vez.
?Y ahora, ahora qu¨¦?
¡°Ha habido un cambio cuando lo pasaba muy mal en pista. Me di cuenta de que no hac¨ªa falta castigarse tanto y pasarlo mal¡±, contaba el lunes durante el turno de atenci¨®n telem¨¢tica a los medios, antes de acometer otro intento de asalto al Mutua Madrid Open. ¡°Me dije: que salga lo que tenga que salir. Y llevo tiempo con ello. Soy la primera que me presiono y deposito expectativas en m¨ª misma, pero lleg¨® un punto en el que me afectaba tanto que iba en mi contra. Me dije: voy a jugar como tenga que jugar, si entreno bien acabar¨¢ lleg¨¢ndome el momento¡±, ampliaba Muguruza, la tenista que lleg¨® a tocar el cielo y hoy d¨ªa lucha por volver. Va por buen camino.
De entrada, hubo un giro estrat¨¦gico con la incorporaci¨®n de Conchita Mart¨ªnez a su banquillo. Y con ella, un cambio de actitud. M¨¢s tenis, m¨¢s trabajo y mejor dise?ado. Bases s¨®lidas para relanzar una carrera entre interrogantes. Despu¨¦s de alcanzar el n¨²mero uno, septiembre de 2017, la tenista fue desinfl¨¢ndose y lleg¨® a descender hasta el puesto 36, sin alegr¨ªas que llevarse a la boca ¨Cen un periodo de casi dos a?os celebr¨® ¨²nicamente en Monterrey, dos veces¨C y con un juego muy alejado del que deslumbr¨® e invitaba a pensar en una nueva era femenina, con ella al frente.
Sin embargo, el a?o pasado ya dio un buen aceler¨®n. Los avances de la pretemporada obtuvieron continuidad en Melbourne, donde solo Sofia Kenin pudo cortarle el paso, en una final que en realidad se le escurri¨® de las manos. Luego, tras la interrupci¨®n del circuito, sigui¨® poni¨¦ndose a tono y desde la reanudaci¨®n ha ido ofreciendo la versi¨®n que todo el mundo le reclamaba, la dichosa regularidad de la ella reniega porque dice, siempre ha dicho, no es su fuerte. O no lo era hasta ahora.
La Caja M¨¢gica, territorio esquivo
Esta temporada, en direcci¨®n a los 28 a?os y sinti¨¦ndose ¡°m¨¢s madura¡±, en el interior de esa burbuja protectora que ella defiende, su rendimiento ha descrito una l¨ªnea bastante m¨¢s regular, con dos finales (Yarra Classic Valley y Doha) y un t¨ªtulo (Dub¨¢i) en los siete torneos que ha disputado. Es, de hecho, la tercera en la carrera anual que mide la cadencia de las jugadoras, solo por detr¨¢s de la australiana Ashleigh Barty y la japonesa Naomi Osaka.
¡°El cambio ha sido simplemente bajar las expectativas, ser humilde cuando las cosas no salen bien. Me lo tomaba muy a pecho todo. Ahora estoy m¨¢s relajada en ese sentido, no tan preocupada por si juego bien o mal; puedo tener un d¨ªa malo y no pierdo el control de las emociones. Ahora lo acepto y lidio con lo que tengo¡±, comenta la caraque?a, consciente de que debe hacer un esfuerzo extra para reengancharse al tren de las m¨¢s fuertes. Entre ellas manda Barty, la n¨²mero uno, e intimida Osaka con su espectacular rendimiento en los grandes, uno por a?o desde 2018. Y por detr¨¢s, un pelot¨®n de j¨®venes hambrientas.
El presente le cita ahora con un territorio esquivo, Madrid, donde los octavos de 2018 son su mejor registro. ?Por qu¨¦ se le resiste la Caja M¨¢gica? ¡°Es un c¨²mulo de cosas. Quiz¨¢ es la expectativa que me pongo de querer hacerlo muy bien, o que mi juego no termina de encajar aqu¨ª. He jugado bien, pero algunos partidos duros no cayeron de mi lado. Siempre quiero hacerlo bien, por eso este a?o he venido antes, para intentar adaptarme a las diferencias que hay. Ojal¨¢ esta vez sea mejor¡±, desea antes de saltar este jueves a la pista (cuarto turno de la sesi¨®n que arranca a las 11.00; Teledeporte) para abordar un peliagudo estreno contra Sloane Stephens (2-2 en los precedentes).
Entretanto, Muguruza (13? en el ranking) vigila de cerca los problemas musculares (pierna izquierda) que le apearon hace tres semanas de Charleston, fruto de la sobrecarga de partidos; 27, en este primer cuatrimestre. Asegura encontrarse bien, enfrascada en su gran objetivo, que no es otro que intentar recuperar el terreno perdido, el sitio que cedi¨®. Ese lugar que un d¨ªa fue suyo y ahora reclama con buenos argumentos. El tiempo dir¨¢ si son los suficientes o no.
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