Djokovic y una herida que no cicatriza
El n¨²mero uno, que hace dos a?os fue acusado por la grada de fingir una lesi¨®n, se distancia del p¨²blico de Nueva York, que vuelve a buscarle las cosquillas: ¡°No siempre puedes tener a la gente de tu lado¡±
Ya lo dice el propio Novak Djokovic: ¡°Puede ser muy estresante correr junto al lobo¡±. El n¨²mero uno, que ya pisa los octavos de final en Nueva York despu¨¦s de batir a Kei Nishikori (6-7(4), 6-3, 6-3y 6-2), se refiere a la camiseta que porta su esposa, la incondicional seguidora que le acompa?a aqu¨ª y all¨¢, y que le respalda sea cual sea la circunstancia. La actual no es buena para ¨¦l. Pese a que el serbio est¨¢ a solo cuatro pasos de lograr el r¨¦cord hist¨®rico de Grand Slams y superar por primera vez en su carrera a Rafael Nadal y Roger Federer, hasta ahora a la caza de los dos, no termina de encontrarse c¨®modo en Nueva York. De hecho, no es feliz. Est¨¢ dolido Nole, que perdona pero no olvida.
Por eso, cuando Darren Cahill le pregunta a pie de pista si no siente el amor de la grada norteamericana, se le escapa un gesto de desaprobaci¨®n y responde con frialdad: ¡°Ahora s¨ª, gracias. Aprecio vuestra contribuci¨®n en este partido¡±. Ni rastro de ese Djokovic que regala amor a las tribunas. Solo seriedad, frialdad, distancia. Al balc¨¢nico le duele el alma, y el origen de ese dolor se remonta dos a?os atr¨¢s, cuando abandon¨® la Arthur Ashe con el pulgar izquierdo hacia arriba, correspondiendo ir¨®nicamente a un sector significativo de un p¨²blico que ese d¨ªa le silbaba y que a lo largo de ese torneo le hab¨ªa dedicado pitos porque entend¨ªan que fing¨ªa.
No era as¨ª. Lesionado del hombro derecho, Djokovic sufr¨ªa de la articulaci¨®n desde la segunda ronda, cuando interrumpi¨® un partido que se le hab¨ªa puesto dif¨ªcil contra el argentino Juan Ignacio Londero. El tratamiento m¨¦dico y un antiinflamatorio le permitieron continuar y vencer, pero en los dos siguientes compromisos se encontr¨® con la grada en su contra y un tufillo que suger¨ªa que lo suyo simplemente era teatro, una maniobra de distracci¨®n. Sin embargo, durante los octavos frente a Stanislas Wawrinka, el hombro dijo basta y cuando ya hab¨ªa cedido dos sets y no pod¨ªa soportar m¨¢s el dolor, abandon¨®.
¡°No me siento ofendido ni maltratado por nadie¡±, dijo entonces con la boca peque?a. ¡°?Qu¨¦ quieres que te diga? ¡°Realmente, no le presto demasiada atenci¨®n a eso. Me gusta respetar a los dem¨¢s y espero que el resto pueda respetar mi decisi¨®n¡±, le contest¨® al periodista que le plante¨® la situaci¨®n. Djokovic ment¨ªa. El campe¨®n de 20 grandes, de 34 a?os, regres¨® a casa con una profunda herida que todav¨ªa no ha cicatrizado, y menos despu¨¦s de que a su vuelta a Flushing Meadows este a?o, de nuevo con los aficionados en los grader¨ªos de la inmensa pista central, se haya encontrado con un escenario poco conciliador.
A cuatro pasos del hito
En su estreno en la presente edici¨®n, contra el joven Holger Rune, el rey del circuito ya escuch¨® algunos silbidos y tuvo que remar a contracorriente en una situaci¨®n que se repiti¨® en las dos rondas posteriores, ante Tallon Griekspoor y Nishikori. ¡°La gente ha estado con ¨¦l. Es duro porque aunque tenga toneladas de experiencia en esta pista, era mi debut, y todav¨ªa sientes nervios¡±, expres¨®; ¡°uno siempre desea tener a la gente detr¨¢s suya, pero no siempre es posible. Es todo lo que pudo decir. Yo me he concretado en lo que deb¨ªa hacer y en mantener la calma en todo momento. En un momento, sinceramente no sab¨ªa lo que gritaban. De hecho, pens¨¦ que estaban abucheando. No era el clima ideal, pero sab¨ªa c¨®mo manejarlo¡±.
Posteriormente, durante el duelo contra Griekspoor se produjo un incidente aislado con un seguidor que traspas¨® los l¨ªmites. ¡°En esta pista hay mucho ruido, sobre todo en las sesiones nocturnas. Pero no me molesta. Incluso a veces hay sonidos de emoci¨®n, gritos o suspiros durante el punto, y eso est¨¢ bien¡±, introdujo. ¡°Pero si alguien lo hace de forma intencionada y cuando est¨¢s al lado, una y otra vez, lo tolero hasta cierto punto. Por alguna raz¨®n, este tipo [al que se?al¨®] lo ha hecho varias veces, y sab¨ªa exactamente por qu¨¦ estaba haci¨¦ndolo¡±.
? ?A octavos de final!
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) September 4, 2021
?? @DjokerNole remonta ante Kei Nishikori y ya est¨¢ en la cuarta ronda del torneo.
? Lo has visto en @Eurosport_ES 1 y en la app de Eurosport.#USOpen pic.twitter.com/ZqmzpQuLHk
Acepta Djokovic la l¨®gica del tenis, deporte en el que el p¨²blico suele arropar al jugador te¨®ricamente m¨¢s d¨¦bil, pero no tanto que Nueva York lo haga de forma sistem¨¢tica, ni que existan faltas de respeto cuando falla un golpe o se dispone a sacar, con la intenci¨®n de descentrarle. No acaba de entender el n¨²mero uno que pese a estar tan cerca de lograr un hito hist¨®rico, de dar el gran golpe, la grada de Queens no demuestre m¨¢s respeto por un tenista que ha conquistado tres veces el torneo (2011, 2015 y 2018) y que en el caso de ganar los cuatro partidos que le restan ¨Cen los octavos se medir¨¢n con el veintea?ero local Jenson Brooksby¨C igualar¨¢ la formidable cifra de victorias (82) que ostenta en Australia, su territorio por antonomasia.
El s¨¢bado, contra Nishikori, contuvo la tensi¨®n hasta que al deshacer el enredo del tercer set y situarse por delante, rugi¨® como un le¨®n. Entonces s¨ª, aparc¨® a ese Djokovic g¨¦lido y expuls¨® todo lo que llevaba dentro. ¡°No planeo este tipo de momentos, ya sean buenos o malos. Simplemente ocurren¡±, explic¨®. ¡°Cuando siento que es un momento importante, quiero sacarlo todo e intento aprovechar esa ola de energ¨ªa que yo mismo creo, ya sea conmigo mismo o con el p¨²blico¡±, sell¨® el lobo de Belgrado, que por ahora ha decidido marcar distancias con los aficionados de Flushing Meadows.
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