El juego sin gol retrata al Bar?a
La falta de delanteros que finalicen el trabajo de los centrocampistas condena a los azulgrana, que empatan ante el Benfica y viajar¨¢n a M¨²nich con la clasificaci¨®n en el aire
Al Bar?a le sobran las porter¨ªas del Camp Nou. No tiene jugadores que rematen ni que marquen la diferencia sino que es un equipo lleno de futbolistas prometedores que desfilan como aplicados escolares formados en la Masia. No admiten comparaci¨®n acad¨¦micamente, reconocibles en la cancha y en el comedor, aplaudidos hasta en Pek¨ªn. La actitud es igualmente irreprochable y se ofrecen valientes en un momento cr¨ªtico en el Camp Nou. Nadie duda de que defienden el estilo del Bar?a. No hay, sin embargo, quien meta un gol ni por casualidad en el equipo de Xavi. Los azulgrana, con siete puntos, necesitan ahora vencer en M¨²nich al Bayern en la ¨²ltima jornada si el Benfica, con cinco, gana en Lisboa al Dinamo. Un empate o derrota de los portugueses clasificar¨ªa a los barcelonistas al margen de su resultado.
La jovialidad e ingenuidad azulgrana contrast¨® con la madurez y oficio del Benfica. Los portugueses aguardan tranquilos al Dinamo de Kiev mientras los barcelonistas se la jugar¨¢n en el campo del Bayern. Apostar por el Bar?a en M¨²nich es dif¨ªcil despu¨¦s de que no resolviera su clasificaci¨®n para octavos con un triunfo ante el Benfica. El empate fue un chasco despu¨¦s del laborioso partido de los j¨®venes del Barcelona, un equipo tan bravo como afeitado, m¨¢s impulsivo que clarividente, todav¨ªa est¨¦ril en un per¨ªodo de reconstrucci¨®n despu¨¦s de recuperar la identidad con Xavi.
El t¨¦cnico ha cambiado el humor del Bar?a. Las im¨¢genes dan fe de que hay alegr¨ªa en los entrenamientos, las encuestas avalan la ilusi¨®n de los aficionados, ya no se murmura del entrenador en el palco, la prensa vende optimismo y hasta lesionados como Demb¨¦l¨¦ se apuntan a los partidos m¨¢s exigentes por si es menester un ¨²ltimo esfuerzo en el Camp Nou. Xavi sonr¨ªe, toca, habla de autoestima y agita a un equipo que se aburr¨ªa y aborrec¨ªa a la gente en partidos dise?ados para atraer a los turistas que no ten¨ªan miedo de viajar a Barcelona.
Xavi no juega con tres centrales sino con un 3-4-3. La firma es decisiva para evaluar a un entrenador y al excapit¨¢n se le vincula con Cruyff y con Guardiola y con aquel dibujo revolucionario que aparec¨ªa en las noches que demandaban una actuaci¨®n solemne en los tiempos del Dream Team y no con el dibujo desesperado de entrenadores desenga?ados del Bar?a. El plan evoluciona con Xavi. La declaraci¨®n de intenciones, sin embargo, no soluciona los defectos estructurales expresados en los dos goles marcados en cinco partidos de Champions.
Los azulgrana intentaron jugar como una unidad, din¨¢micos en el ataque y en el repliegue, r¨¢pidos e intensos en su arranque ante el Benfica. El Bar?a quer¨ªa generar juego por fuera con Demir y Jordi Alba y por dentro con De Jong, Nico y Gavi mientras Araujo, Lenglet y Piqu¨¦ cerraban por detr¨¢s de Busquets. La presi¨®n funcionaba mejor que la elaboraci¨®n a la espera de que se enganchara Memphis. Al equipo le cuesta acabar la jugada, profundizar y meter el ¨²ltimo pase, generar ocasiones ante cualquier contrario, muy inofensivo, tambi¨¦n frente al Benfica. Apretados por los azulgrana, a los portugueses les costaba salir del medio campo, alejados de las porter¨ªas, tambi¨¦n de la de Odysseas.
Jorge Jes¨²s debi¨® reparar en el partido del Espanyol. La t¨¢ctica consiste en aguantar hasta que el Bar?a se consuma, derrengado por el esfuerzo, incapaz de generar peligro y desequilibrio, falto de Ansu. El juego atrevido, potente y hasta fino de Gavi y Nico no siempre encuentra continuidad en los extremos y Memphis. Alcanzada la media hora, solo Alba exigi¨® al portero despu¨¦s de que tampoco atinara Demir. Las concesiones defensivas, en cambio, siguen siendo clamorosas: al Benfica le bastaron dos saques de esquina para atemorizar al Bar?a.
Ter Stegen le sac¨® un remate de gol a Yaremchuck y acto seguido el linier anul¨® un gol de Otamendi. La hinchada intentaba resguardarse del miedo y del aguacero cuando compareci¨® Demir. El extremo austr¨ªaco, titular por delante de Coutinho en ausencia de Ilias y Abde, reclam¨® sin parar el calor de los 49.500 aficionados despu¨¦s de rematar a la cruceta derecha.
El encuentro recuper¨® pronto el guion del derbi hasta el punto que la salida de Darwin N¨²?ez record¨® los momentos de Ra¨²l de Tom¨¢s. La pelota iba de porter¨ªa a porter¨ªa sin parar hasta que compareci¨® Demb¨¦l¨¦. El franc¨¦s absorbi¨® el juego por momentos y oblig¨® a parar al Benfica despu¨¦s de un centro para De Jong que neutraliz¨® espectacularmente Odysseas. Jorge Jes¨²s no tard¨® en doblar el flanco izquierdo para frenar a Demb¨¦l¨¦ y el encuentro recuper¨® un cuerpo a cuerpo que super¨® al desfondado Memphis. La dimisi¨®n del neerland¨¦s fue tan reprobable como el triunfo de la clase de Nico y Gavi y el empe?o de Araujo, derrengado por un gol anulado en pleno ataque del Bar?a y contrataaque del Benfica, que perdon¨® por dos veces ante Ter Stegen. Las porter¨ªas encogieron con la lluvia del Camp Nou.
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